Audiencia Nacional

Bárcenas: «He venido a defenderme, no a cargar contra nadie»

Su abogado insta a aclarar si la Fiscalía ha cerrado acuerdos con tres «arrepentidos»

Bárcenas, sentado detrás de Correa, el cerebro de la trama (en primer plano)
Bárcenas, sentado detrás de Correa, el cerebro de la trama (en primer plano)larazon

El ex tesorero del PP Luis Bárcenas aseguró ayer en un receso del juicio del «caso Gürtel» que su principal objetivo es intentar defenderse de las graves acusaciones que pesan sobre él por delitos fiscales, cohecho, blanqueo, falsedad, apropiación indebida y estafa.

El ex tesorero del PP Luis Bárcenas –para quien la Fiscalía Anticorrupción reclama una condena de 42 años y medio de prisión– aseguró ayer en un receso del juicio del «caso Gürtel» que su principal objetivo es intentar defenderse de las graves acusaciones que pesan sobre él por delitos fiscales, cohecho, blanqueo, falsedad, apropiación indebida y estafa. «He venido a defenderme, no a cargar contra nadie», dijo a los periodistas en relación a los documentos aportados por su defensa, publicados por «El Mundo», en los que descarga la responsabilidad de la contratación de las campañas electorales en la ex ministra Ana Mato, en su condición de antigua responsable del área de Participación y Acción Sectorial del PP, y en su ex marido Jesús Sepúlveda, que estuvo al cargo del aparato electoral de la formación.

Bárcenas reiteró que él únicamente «pagaba las facturas», pero matizó que eran otros en el Partido Popular los que decidían «con quién se contrataban» los actos electorales (algunos de los cuales organizaron las empresas de Correa gracias, según Anticorrupción, a la «red de influencias» del empresario en administraciones de Madrid, Valencia y Castilla y León gobernadas por el PP).

El ex tesorero popular recela de la decisión de la Fiscalía de intentar alterar el orden de declaraciones de los acusados para que la ronda comience, no con Correa, sino con Jacobo Gordon, ex socio de Alejandro Agag (yerno del ex presidente del Gobierno José María Aznar), el constructor Alfonso García Pozuelo y el ex edil de Pozuelo de Alarcón Roberto Fernández, que según fuentes jurídicas estarían dispuestos a confesar a cambio de una reducción en las peticiones de condena de Anticorrupción.

Bárcenas negó cualquier posible pacto con Anticorrupción y, en esta ocasión, fue su mujer, Rosalía Iglesias –para quien la Fiscalía pide una pena de 24 años de cárcel– la que repetía, con gesto de incredulidad, a quien quisiese escucharle: «Yo todavía no sé qué hago aquí».

La defensa de Bárcenas hizo buenas, después del receso para comer, las palabras del ex senador e instó al tribunal a aclarar si la Fiscalía ha cerrado algún tipo de acuerdo con esos tres acusados. El letrado de Bárcenas, Joaquín Ruiz Infante, que ejerce la defensa del ex tesorero junto al abogado Francisco Maroto, sospecha que detrás de ese cambio de orden en las declaraciones (sobre el que el tribunal aún no se ha pronunciado) se esconde un acuerdo de conformidad (extensible incluso al propio Correa) que obstaculice el derecho de defensa de su cliente.

Ruiz Infante también se ha opuesto a la pretensión de Anticorrupción de que una pericial acredite el origen de los fondos de Bárcenas. «Lo que no puede hacer el Ministerio Fiscal –se quejó– es aportar una prueba sorpresiva para completar un escrito de acusación incompleto», informa Efe. Del mismo modo, hizo hincapié en que los documentos remitidos por las autoridades suizas sobre las cuentas de su cliente –que llegó a acumular 48 millones de euros en el país helvético– no se pueden utilizar porque esa cuestión está pendiente de recurso en Suiza.

Las dolencias de «El Bigotes»

Álvaro Pérez «El Bigotes» orilló la corbata y se presentó en el juicio con una indumentaria más propia de una cita para jugar al pádel. Cuando le llegó el turno, su abogado –como hicieron otras defensas–, pidió al tribunal que le exima de asistir al juicio por sus «dolencias médicas», una petición sobre la que la Sala resolverá mañana mismo.

Pero si el juicio dejó una anécdota para la intrahistoria del «caso Gürtel» ésa fue la de otro de los acusados, Luis de Miguel, considerado el arquitecto financiero de la trama (y actualmente en prisión por otra causa). El asesor fiscal, abogado de profesión, se presentó en la sala con la toga puesta y se sentó en los estrados de las defensas hasta que el presidente del tribunal le mandó ocupar su lugar entre los acusados hasta que se resolviese su petición de autodefenderse.

La ausencia de Mato (la secretaria judicial precisó que «consta citada perfectamente») impidió el reencuentro con su ex marido, Jesús Sepúlveda. Otro reencuentro, aún más indeseado, fue el del ex concejal Peñas, que destapó con sus escuchas el «caso Gürtel», con los procesados a los que ha llevado al banquillo.