Corrupción

Los barones piden a Ferraz la lista de los diputados que estuvieron con «Tito Berni»

Alarma en los territorios por los efectos de la trama en el 28-M. El partido se pregunta si hay cargos del Gobierno «facilitadores»

El «caso Tito Berni» le ha estallado ya territorialmente al PSOE. Las aguas venían revueltas por el desgaste sobre las siglas socialistas de la Ley del «sí es sí» y las excarcelaciones de agresores sexuales antes de cumplir su condena, y ahora se les echa encima el sórdido escándalo del conocido como Tito Berni. Los barones y los candidatos a las elecciones de mayo han empezado a cruzarse llamadas, y también han comenzado las presiones sobre la dirección nacional socialista.

Los líderes regionales quieren saber quiénes son los diputados que compartieron cenas, y presuntas juergas, con el exparlamentario canario Juan Bernardo Fuentes Curbelo, conocido en la trama como Tito Berni. El «caso Mediador» estalló hace unas semanas y, según se desprende del sumario de la operación, utilizaba el Congreso para impulsar sus actividades. Los informes incorporados a los procedimientos describen al político como el líder de la «rama política» de la trama, e incluyen fotografías suyas junto a otros implicados en la Cámara Baja.

La normalidad que intenta escenificar el Grupo Socialista no cuadra con la preocupación que trasciende desde los comités de campaña territoriales. Ahí piden saber si en la lista de diputados hay nombres que pertenecen a su circunscripción a fin de prepararse para la que les puede venir encima a semanas de las elecciones.

Este es un asunto que se entiende muy fácilmente en la calle, dinero público-drogas-prostitutas, y lo que temen en las baronías socialistas es que siga el goteo de nombres y «la lista al Congreso de Pedro Sánchez», porque todos los que están en ella iban en la candidatura del hoy presidente y fueron bendecidos por su «dedo», sea un lastre más para sus campañas. Y complique, además, su intención de aislarlas del ruido nacional y hasta de la política de su partido en Madrid.

Los dirigentes territoriales miran al grupo y miran también al Gobierno, con la idea de que en el intercambio de favores entre la trama y los empresarios, «tuvo que haber participación de la Administración en la concesión de los favores». «Facilitadores». A cien días de las elecciones autonómicas y municipales, el Tito Berni es para los candidatos del PSOE una «bomba de relojería». «Tito Berni puede acabar siendo nuestro Bigotes», señalaban ayer en el Gobierno manchego. «El Bigotes», Álvaro Pérez, es uno de los cabecillas de la «trama Gürtel» del PP.

A Sánchez se le abre otro frente en el ámbito territorial, y puede que también dentro de la coalición. Los socialistas dan por hecho que Podemos, Pablo Iglesias, no puede desaprovechar este escándalo, y lo que se preguntan es si conseguirán que la vicepresidenta y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, se ponga de perfil, igual que ha hecho con la Ley del «sí es sí».

Pero hoy ya es un hecho que en la estructura territorial socialista se cuece la revuelta contra Moncloa y sus decisiones. Una revuelta sin consecuencias en el plano público, más allá de alguna declaración crítica con Madrid, en tanto no se resuelvan las elecciones. Pero si el 28-M salen mal para el PSOE, ahí ya será más difícil que los líderes territoriales contengan ese clima de revuelta. Responsabilizan a Madrid de acumular decisiones que les perjudican y ahora exigen que se les explique qué ha pasado en el Grupo Parlamentario Socialista, hasta dónde llegan las responsabilidades, y, sobre todo, que ante la menor duda, se sea implacable con los protagonistas de las «juergas compartidas con Tito Berni». O se actúa con diligencia o el coste será irreparable porque la campaña electoral ya está en marcha.

El PP ha visto, además, que tiene dónde morder y no va a soltar la presa.