Crisis

Alice Campello: pérdidas económicas y amor en tiempos convulsos

La facturación de la empresa de la influencer ha caído casi un 40 %, aunque sus beneficios siguen siendo millonarios

Alice Campello
Alice CampelloGtres

Alice Campello, empresaria e influencer italiana, se ha convertido en una de las figuras digitales más influyentes de Europa gracias a su trabajo en moda y cosmética. Su marido, Álvaro Morata, es delantero del Como 1907, donde continúa su carrera deportiva tras una trayectoria en clubes de primer nivel. Juntos han construido una imagen pública muy potente: ella, elegante y estratégica; él, reservado y familiar. Dos personajes seguidos por millones, cuyo equilibrio entre vida privada, negocios y presión mediática vuelve a estar en el punto de mira.

Ella ha sabido dar en el centro de la diana con su firma de cosmética; no es habitual, en un mercado tan saturado, alcanzar cifras millonarias. Aun así, lo cierto es que el último año no se ha cerrado con los resultados que Alice Campello esperaba. A esto se suma que en los últimos días, todos los indicios apuntan a que la influencer y el futbolista Álvaro Morata podrían atravesar de nuevo una crisis. Tanto que el delantero, que suele permanecer ajeno y en silencio, ha ofrecido sus primeras declaraciones a Alexia Rivas, colaboradora del programa «El tiempo justo». Según ella, el futbolista ha sido tajante: «Me asegura que no hay ninguna tercera persona e infidelidad, menos», ha dicho en referencia a las especulaciones que apuntaban a ese posible motivo de crisis. Y añade algo todavía más rotundo: «Me lo jura casi por sus hijos». Y aunque la imagen del matrimonio siempre ha sido la de una fortaleza casi icónica, incluso después de su ruptura en 2024, ahora surgen dudas sobre el rumbo de su relación. Para Alice, que maneja la exposición mediática con precisión casi quirúrgica, esta situación supone un reto mayúsculo, uno más de los que ya ha admitido que le costó atravesar.

Idas y venidas

En agosto de 2024 anunciaron su separación, tras semanas de rumores, y no fue hasta enero de 2025 cuando compartieron su reconciliación. Durante ese periodo se habló de desgaste emocional, de la dificultad de sostener una relación en medio de una agenda deportiva que apenas deja respiro y de la presión de tener una vida familiar expuesta ante millones de seguidores. Tras unos meses convulsos, lograron reencontrarse: retomaron la convivencia, viajaron en familia y recuperaron una imagen reforzada y aparentemente estable. Aquella reconciliación marcó una etapa de calma que, con el tiempo, ha ido diluyéndose hasta desembocar en el escenario actual, aún envuelto en incógnitas pero donde la distancia vuelve a imponerse como protagonista. Y cuando el trabajo depende en gran parte de la imagen pública, convivir con esa brecha no es precisamente sencillo. Aun así, tanto entonces como ahora, ambos han continuado con sus compromisos como si nada sucediera. La incógnita, inevitablemente, permanece: ¿les ha beneficiado o perjudicado toda esta exposición? En el caso de Alice, las consecuencias son especialmente visibles.

Álvaro Morata y Alice Campello
Álvaro Morata y Alice CampelloGtres

Porque, aunque su actividad digital es su escaparate principal, Alice también es empresaria y debe continuar con su agenda. Durante estos meses de altibajos sentimentales, su presencia pública se ha multiplicado: más eventos, más atención mediática, más visibilidad. Sin embargo, esa notoriedad no se ha traducido en un aumento de su rendimiento económico. En 2023, su marca de cosmética Masqmai cerró con una facturación de 7,8 millones de euros, consolidándose dentro de un sector ferozmente competitivo. En 2024, en cambio, los números descendieron hasta los 4,8 millones, con un total activo de 2,9 millones. Facturar millones sigue siendo sinónimo de éxito, pero la caída respecto al año anterior es evidente.

El frenazo empresarial puede deberse a múltiples factores: un mercado más saturado, nuevos competidores, ajustes internos o un contexto personal que quizá ha reclamado más atención. Aun con todo, Masqmai sigue siendo la piedra angular de su imperio empresarial, impulsado también por figuras influyentes como Violeta Mangriñán, Laura Matamoros o María Martín de Pozuelo. Las cifras siguen siendo fabulosas para el sector pero hay una caída del 38 por ciento en sus beneficios.

A este escenario se suma su participación en sociedades vinculadas a Morata y la creación, el pasado septiembre, de una nueva empresa conjunta orientada al lifestyle, con la intención de diversificar su estructura empresarial. Es un proyecto con vocación de futuro que, por ahora, no ha tenido un impacto relevante en sus cifras de 2024. La sociedad actúa como un espacio común desde el que impulsar iniciativas apoyadas en su influencia, aunque se encuentra aún en fase inicial. Paralelamente, Alice mantiene otras sociedades activas, entre ellas su holding, que en 2024 presentó cifras más discretas, ochocientos mil euros facturados y un total activo de 2,9 millones. Su rol es más estratégico que comercial: agrupa participaciones, ordena inversiones y da estabilidad al conjunto. No nace para generar grandes volúmenes de ingresos, sino para blindar lo construido.

Bajo el paraguas de Campello Holding SL se reúnen el resto de sus empresas, incluida Akala Fashion Group SL, dedicada al textil y sin cuentas presentadas, y ACH Real State Capital SL, centrada en la compraventa inmobiliaria y demasiado reciente como para conocer su pulso económico.

Alice Campello
Alice Campello Instagram

En conjunto, este entramado evidencia el carácter emprendedor de Alice, que, pese a tener que estar siempre en cadenas de desmentidos, continúa cumpliendo con campañas, colaboraciones y proyectos que dependen de su imagen. Su comunidad se mantiene fiel, sus cifras en redes siguen creciendo y su capacidad para sostener el equilibrio en medio de la presión confirma un autocontrol que no todos poseen. La pareja sigue unida en el amor y en el registro y, como ha declarado Álvaro Morata, no hay baches en su relación.

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