Política

ETA

Cientos de etarras se verían afectados si Podemos mantiene su propuesta de modificar la amnistía

De las 837 personas asesinadas por ETA, 46 lo fueron durante la dictadura franquista.

Imagen de archivo de la salidad de la carcel de Otegi, preso de ETA, en marzo de 2016
Imagen de archivo de la salidad de la carcel de Otegi, preso de ETA, en marzo de 2016larazon

Al no conocerse todavía oficialmente el programa electoral de Podemos, se ignora si mantendrá, entre sus propuestas, la que formuló en agosto del año pasado para que se reformara la Ley de Amnistía.

La finalidad era que se pudieran juzgar ahora, pasados los años, “determinados crímenes del franquismo”. En la iniciativa de Podemos, se pedía "que la Fiscalía General del Estado promueva todas las acciones oportunas ante los tribunales del orden jurisdiccional penal para la investigación y enjuiciamiento de los crímenes internacionales cometidos por y durante la dictadura franquista", así como "impartir las correspondientes instrucciones a los Servicios Jurídicos del Estado para que promuevan todas las acciones oportunas ante los tribunales".

Subrayaban que la modificación de la Ley de Amnistía supondría que sus disposiciones "no impedirán que los juzgados y tribunales investiguen, enjuicien e impongan las penas correspondientes a las personas responsables de haber cometido delito de genocidio, lesa humanidad y delitos de guerra".

En la propuesta no se hablaba de ETA, aunque por el tipo de delitos cometidos durante la dictadura a que se hace referencia, se podía entender que estaban incluidos. Porque, a este respecto, los datos son concluyentes: un total de 1.232 miembros se beneficiaron de la Amnistía. De ellos, 676, a fecha de 31 de enero de 1996, habían vuelto a la banda criminal, según confirmaron expertos antiterroristas consultados por LA RAZÓN. Quienes pretenden dicha derogación se amparan en que los delitos de lesa humanidad, que habrían cometido personas señaladas por ellos, no pueden prescribir nunca, pero, por razones que no explican, a los individuos que pertenecieron o pertenecen a la peor organización criminal que ha conocido España, no se les puede “tocar un pelo”.

Según un informe periodístico publicado en su momento, entre los etarras que, una vez amnistiados, volvieron a las actividades criminales, estaban los que fueron máximos cabecillas de la banda en la época más sanguinaria: Francisco Múgica Garmendia, “Pakito”; Joseba Arregui Erostarbe, “Fiti”, que están en la actualidad en prisión: Y Santiago Arróspide Sarasola, “Santi Potros”; Eugenio Echeveste, “Antxon”, o Ignacio Gracia Arregui, “Iñaki de Rentería”, ya en libertad. Pistoleros tan tristemente famosos como Ignacio Aracama, “Macario”, “comandos” “Madrid” y “Ekaitz”; y Rafael Caride, autor del atentado de Hipercor, siguieron también el la senda del crimen pese a las generosas medidas de gracia.

Cabe también recordar, que de las 857 personas asesinadas por ETA a lo largo de su siniestra historia, 46 (incluidos los 13 del atentado de la cafetería “Rolando” de Madrid en 1974, cuya autoría ha asumido recientemente la banda) lo fueron durante el régimen anterior; y el resto (incluidos tres ciudadanos en Tolosa en 1981, confundidos con policías, que la banda ha reconocido haber matado) a partir de la implantación de la Democracia, lo que no deja de llamar la atención ya que los pistoleros blasonan haber sido antes que nada una organización antifranquista. Eran y son una organización terrorista y separatista que hizo todo lo posible para destruir el régimen democrático.