
Defensa
Adiós al mítico Pizarro: así es la nueva bestia acorazada del Ejército de Tierra con torre remota y blindaje inteligente
El Ejército de Tierra pone en marcha el relevo del Pizarro con un nuevo vehículo de combate de cadenas para el que ya ha presupuestado 60 millones de euros y que contempla la adquisición de 119 unidades

El Ejército de Tierra ha activado el engranaje para dotarse de un nuevo Vehículo de Combate de Cadenas (VCC) destinado a suceder al veterano Pizarro. Este ambicioso programa de modernización se inscribe dentro del Plan Industrial y Tecnológico con el que el Gobierno aspira a cumplir el objetivo de invertir el 2% del Producto Interior Bruto en defensa. Se trata de un compromiso adquirido con los socios de la OTAN que ahora se materializa en proyectos concretos para renovar las capacidades de las Fuerzas Armadas españolas. Este esfuerzo modernizador se enmarca en una renovación más amplia de capacidades, donde la artillería del Ejército español también está adoptando una nueva doctrina para afrontar los retos del futuro.
De hecho, el plan inicial contempla la adquisición de un total de 119 unidades del nuevo vehículo. Para poner en marcha el proyecto, el Ejecutivo ya ha asignado una primera partida presupuestaria de 60 millones de euros para el presente ejercicio. Esta cantidad inicial servirá para financiar los estudios preliminares y las primeras fases de un programa que está llamado a ser fundamental para el futuro de las unidades de infantería mecanizada durante las próximas décadas.
En este sentido, la renovación de este material no es una simple compra, sino una apuesta estratégica para mantener la vanguardia tecnológica y operativa del Ejército. Los nuevos vehículos de combate son una pieza clave para asegurar la eficacia y protección de las tropas en los escenarios más exigentes, por lo que su desarrollo y adquisición se consideran una prioridad para mantener las capacidades de las brigadas acorazadas a un nivel óptimo.
Sinergias industriales y capacidades avanzadas para el nuevo vehículo
Asimismo, una de las directrices fundamentales que guían el proyecto es la búsqueda de la máxima eficiencia industrial y logística. Por este motivo, el futuro VCC utilizará la misma plataforma que el Vehículo de Apoyo de Cadenas (VAC), una decisión que simplificará enormemente el mantenimiento, la formación de las tripulaciones y toda la cadena de suministro de repuestos, tal y como informa Infodefensa.
Además, en lo que respecta a su armamento principal, está previsto que el vehículo esté equipado con una torre de 30 mm operada de forma remota. Esta tecnología aumenta la seguridad de la tripulación al no requerir su exposición en el exterior. También se contempla la posibilidad de que incorpore modernos sistemas de defensa activa, diseñados para interceptar amenazas como misiles o granadas antes de que impacten en el blindaje. Dicho armamento podría emplear proyectiles de última generación, ya que la industria de defensa avanza hacia una munición inteligente capaz de atacar en enjambres para saturar las defensas enemigas.
Por otro lado, aunque el programa se encuentra todavía en sus etapas iniciales, ya existen propuestas sobre la mesa por parte de la industria nacional. Una de las opciones que se barajan es el vehículo ASCOD, una plataforma de probada eficacia desarrollada por la empresa GDELS-Santa Bárbara en colaboración con Escribano. Esta nueva flota de VCC se integrará junto a los 263 vehículos Pizarro y Castor que componen actualmente el inventario del Ejército, reforzando así las capacidades de combate de la infantería.
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