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Armada

La fragata Reina Sofía intercepta en el Estrecho al 'agujero negro' ruso, el submarino más sigiloso de Moscú

La embarcación de la Armada Española también llevó a cabo labores de vigilancia sobre buque de apoyo logístico Yakov Grebelsky

La fragata "Reina Sofía" ROMÁN RÍOSEFE

La fragata Reina Sofía (F-84) de la Armada Española ha protagonizado un nuevo episodio de disuasión en aguas del Estrecho de Gibraltar, según informó el Estado Mayor de la Defensa (EMAD). La unidad española habría realizado el seguimiento de dos buques de la Armada rusa en aguas de interés nacional, aunque no se ha precisado la fecha exacta de la operación. Tras completar su misión, la fragata atracó en el puerto de Melilla.

Los barcos rusos implicados fueron el submarino Novorossiysk (B-261) y el buque de apoyo logístico Yakov Grebelsky. El Novorossiysk, perteneciente a la clase Kilo mejorada, es un submarino diésel-eléctrico especialmente silencioso, apodado por la OTAN como "agujero negro" por la dificultad de su detección. Por su parte, el Yakov Grebelsky es un buque de apoyo logístico encargado de suministrar combustible, pertrechos y asistencia técnica a unidades de superficie y submarinos en operaciones prolongadas. Este tipo de barcos no tiene un perfil de combate, pero resulta fundamental para garantizar la autonomía y la proyección de las fuerzas navales rusas lejos de sus bases.

El seguimiento de los activos rusos se enmarcó dentro del operativo Sinergia 25, con el que el EMAD refuerza la vigilancia en áreas estratégicas como el Estrecho de Gibraltar, el Mediterráneo y el archipiélago canario. Según la propia institución, las operaciones navales están siendo monitorizadas desde el Centro de Operaciones y Vigilancia de Acción Marítima de Cartagena, con el objetivo de "garantizar la seguridad en los espacios marítimos de interés nacional".

Vigilancia en el EstrechoA. CruzLa Razón

Antecedentes en aguas españolas

No es la primera vez que las fragatas españolas llevan a cabo labores de vigilancia y disuasión sobre embarcaciones rusas en aguas de soberanía nacional. A principios de año trascendió un episodio similar. En este caso fue la fragata Victoria F-82 la que siguió la trayectoria de la fragata Almirante Golovkó de la Armada rusa a en su paso por el mar de Alborán. El Almirante Golovko es uno de los buques más modernos de la Armada rusa. Este tipo de embarcaciones de guerra, de entre 4.500 y 5.400 toneladas de desplazamiento y armados con misiles de crucero y sistemas de defensa avanzada, representan el esfuerzo de Moscú por recuperar su capacidad de operar con grandes unidades en mares y océanos lejanos.