Defensa
El Gobierno se pronuncia sobre incluir la mili en el plan de rearme europeo frente a Rusia
Pese a la amenaza rusa y el impulso militar de otros países europeos, el Ejecutivo español confirma que no contempla reinstaurar el servicio militar obligatorio
El Gobierno de España ha decidido descartar por completo la recuperación del servicio militar obligatorio, conocido popularmente como la “mili”, una posibilidad que ha vuelto al debate público en otros países europeos ante el actual contexto de tensión con Rusia.
Fuentes del Ejecutivo han confirmado que, a pesar del plan de rearme europeo impulsado desde Bruselas y de que varios Estados miembros ya han reinstaurado o mantienen la mili, esta opción “no está ni estará sobre la mesa”. La decisión se produce en un momento en que países como Austria, Noruega, Grecia o Finlandia apuestan por reforzar su defensa a través del reclutamiento obligatorio.
Distancia frente a los países del este
La invasión rusa de Ucrania en 2022 ha hecho que varios países vecinos —especialmente del este y norte de Europa— hayan intensificado sus preparativos defensivos. Letonia y Lituania reactivaron sus programas de reclutamiento en los últimos años, y Alemania reabrió recientemente el debate tras una década sin servicio militar obligatorio.
Sin embargo, la situación de España es diferente. Al no ser un país fronterizo con Rusia ni sentir una amenaza directa, la percepción ciudadana del riesgo es mucho menor. Esto ha influido directamente en la postura del Gobierno.
Nulo apoyo social
Uno de los argumentos principales para rechazar la vuelta de la mili es el rechazo social generalizado. Según ha constatado el propio Gobierno, la mayoría de la población española, especialmente los jóvenes, no solo no apoyan el retorno del servicio militar, sino que lo consideran una medida obsoleta.
Además, los socios parlamentarios del Ejecutivo —partidos de izquierda y nacionalistas— consideran la mili un “anacronismo” y han marcado líneas rojas muy claras en este sentido. Incluso en el seno del Partido Socialista la idea resulta impopular y políticamente inviable.
Defensa apuesta por otras vías
Aunque el Ejecutivo mantiene una línea claramente pacifista, no ha dejado de apoyar los compromisos internacionales en materia de seguridad. Según datos del barómetro del CIS del 17 de marzo, el 75% de los españoles apoya el plan de rearme europeo, y un 65% ve con buenos ojos la creación de un ejército común europeo.
En este contexto, el Ministerio de Defensa, liderado por Margarita Robles, se centra en la modernización y profesionalización del Ejército, apostando por la formación voluntaria, nuevas tecnologías y la cooperación internacional, en lugar de volver al modelo obligatorio del pasado.
Alemania y el espejo europeo
La evolución del debate en Amania sirve como ejemplo del dilema que afrontan algunos países. En 2024, el entonces ministro de Defensa, Boris Pistorius, planteó reactivar la mili para cubrir la falta de efectivos, con el respaldo de socialdemócratas y conservadores. Sin embargo, la iniciativa no prosperó y, por ahora, el servicio sigue siendo voluntario.
Ahora, con el nuevo gobierno de Friedrich Merz, Alemania tendrá que tomar una decisión definitiva. Mientras tanto, otros países como Finlandia, Estonia, Austria o Chipre nunca abandonaron completamente el reclutamiento, manteniéndolo activo desde la Guerra Fría.
En resumen, España se desmarca del regreso al servicio militar obligatorio, apostando por reforzar sus capacidades de defensa mediante la profesionalización, la inversión en tecnología y la cooperación europea, sin recurrir a medidas impopulares como la mili. A diferencia de otros socios de la UE, el Gobierno español considera que el contexto geopolítico y la percepción social no justifican un cambio de rumbo en este sentido.