Semifinal Liga de Naciones

25 aniversario
Han pasado 25 años desde que Jesús María Pedrosa Urquiza, concejal del Partido Popular en Durango,fue asesinado por ETA en pleno corazón de la localidad vizcaína. El 4 de junio de 2025 un terrorista se le acercó por detrás y le disparó en la nuca mientras regresaba a su domicilio tras tomar un aperitivo en un batzoki, la sede social del PNV. Eran las 13:20 horas y la calle estaba llena de gente. Pedrosa se convirtió en el octavo edil de este partido asesinado por ETA en sólo cinco años. Ya había recibido amenazas y su nombre había aparecido en una de las dianas del pueblo. Unos meses antes, el concejal había asegurado en una entrevista en RNE que no concebía llevar guardaespaldas en su pueblo.
Veinticinco años después, el bastión que más le dolió perder a Arnaldo Otegi en las últimas elecciones municipales ya que, el único concejal del PP, Carlos García, apoyó al PNV en su investidura, volvió a amanecer ayer con una pintada en la piedra arenisca de la fachada del Ayuntamiento donde se podía leer: "Gora ETA".La porosidad del material hizo imposible borrar la tinta, lo que llevó al Partido Popular a tomar una decisión contundente: cubrir la pintada con un mural donde se colocó la esquela de Jesús María Pedrosa, un símbolo de memoria y dignidad frente al odio y la violencia. Además, García anunció la firma de un acuerdo con el PNV para la colocación de 13 placas en distintos puntos del municipio, con el objetivo de reconocer de manera individualizada a las 13 personas asesinadas por ETA en Durango, una iniciativa que busca mantener viva la memoria y el respeto hacia quienes sufrieron la violencia.
Familiares, amigos y representantes políticos, entre los que se encontraban el presidente del PP vasco, Javier De Andrés, y la responsable del partido en Vizcaya Raquel González o el expresidente del PP vasco, Carlos Iturgáiz se reunieron ayer para recordar a Pedrosa y a todas las víctimas del terrorismo. Posteriormente, se llevó a cabo una ofrenda floral en el cementerio de la localidad, un gesto simbólico cargado de respeto y recuerdo.
El asesinato de Pedrosa simbolizó la lucha de muchos por la democracia y la libertad en Euskadi. En palabras de Javier De Andrés, presidente del PP vasco, Pedrosa fue “un servidor público que dio la vida no solo por sus ideas, sino para que toda la sociedad pudiera expresarlas con libertad y convivir en paz”.
De Andrés recordó también que, aunque ETA ya no representa una amenaza, el dolor y las consecuencias del terrorismo siguen presentes en la sociedad vasca. Por ello, insistió en la importancia de mantener viva la memoria de las víctimas, para que “crímenes como este no se repitan y para que sigamos trabajando por la convivencia, la libertad y el entendimiento”.
El acto contó también con la presencia de otros dirigentes del Partido Popular, que hicieron un llamamiento a la unidad y a la lucha conjunta contra cualquier forma de violencia y radicalismo. Por su parte, el concejal Carlos García denunció la persistencia de quienes aún apoyan a ETA y advirtió que no se tolerará ninguna falta de respeto hacia las víctimas, ni hacia la memoria de Jesús María Pedrosa.
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