Alberto Garzón

Sólo uno de cada cuatro militantes de IU apoya el pacto con Iglesias

El respaldo del 84,5% de los que han votado, que representa al 24% de afiliados, da vía libre a Garzón para un acuerdo con Podemos

Pablo Iglesias y Alberto Garzón a su llegada a la cena celebrada con motivo del 40 Aniversario del diario El País.
Pablo Iglesias y Alberto Garzón a su llegada a la cena celebrada con motivo del 40 Aniversario del diario El País.larazon

El respaldo del 84,5% de los que han votado, que representa al 24% de afiliados, da vía libre a Garzón para un acuerdo con Podemos

El «sorpasso» de Izquierda Unida (IU) y Podemos al PSOE está cada vez más cerca. Los resultados arrojados por la consulta puesta en marcha por la coalición de izquierda despejan el camino hacia un acuerdo que ya estaba prácticamente tejido en las cúpulas dirigentes de ambos partidos. El respaldo del 84,5% de los que han votado, que representa el 24% de los afiliados, a un pacto con Podemos otorga un cheque en blanco a Alberto Garzón para cerrar un acuerdo con la formación de Iglesias.

A todas luces se trata de un éxito total para las tesis de Garzón, enfrentadas a las de miembros de la «vieja guardia» como Cayo Lara o Gaspar Llamazares. Con el 84,5% en la mano, el mandatario de IU tiene la potestad para acallar las críticas internas a cualquier intento de ir de la mano junto a Podemos. No habrá segunda vuelta, como solicitaban algunos sectores de la coalición, ante el arrollador éxito a favor del pacto. Y todo parece indicar que el Consejo Político de IU que se celebrará este sábado se saldará, si acaso, con alguna protesta que los resultados de la consulta dejarán en evidencia. Al menos así lo valoran en el entorno de Garzón.

Porque el escrutinio de militantes y simpatizantes no sólo ha otorgado el cheque en blanco a Podemos, como esgrimían los críticos, que utilizaban para reforzar sus demandas el hecho de que se fuera a una consulta sin conocer el contenido del pacto, sino también al propio Garzón, reforzado dentro de la propia IU después de unas semanas de tensión interna soterrada. La coalición ha visto cómo los intercambios de acusaciones se cruzaban de forma inmisericorde entre los partidarios del acuerdo y los miembros de la llamada IU «black» –por su tolerancia con la participación de miembros de la coalición en los escándalos de Miguel Blesa y Caja Madrid–, como fueron bautizados por los seguidores de Garzón.

Mientras unos han clamado porque un pacto con Podemos supondrá el viejo sueño de Pablo Iglesias de absorber la coalición en la que una vez intentó tener mando, otros han defendido el pacto argumentando que disolverse en el partido morado siempre será mejor que hacerlo en la nada. Con una IU cercada por una deuda de varios millones de euros, los responsables de la formación valoran más en este «matrimonio de conveniencia», como lo calificó en LA RAZÓN el ex secretario de organización Sergio Pascual, la consecución de grupo propio que la posición en las listas.

En ese sentido, y a la espera de conocerse el contenido de las conversaciones que mantienen por delegación de sus líderes los responsables de organización Pablo Echenique y Adolfo Barrena, los rumores apuntan a la posibilidad de que Garzón se incorporará a la lista electoral por Madrid –en cuyo caso tendría que ir, como muy arriba, en el puesto quinto– o que encabezara la lista por Málaga, su tierra natal, lo que obligaría a desplazar a Alberto Montero.

Sin embargo, en lo que respecta a Málaga las cosas no son tan simples. El propio Garzón descartó liderar su provincia al considerar que, por empaque, debería ir en la lista madrileña. Por otra parte, Montero también expresó su intención de encabezar la lista con confluencia incluida. No obstante, todavía no hay nada cerrado.

A esto hay que añadir otras cuestiones como la denominación de la «confluencia» entre IU y Podemos, la forma de realizar la campaña electoral o asuntos de programa como la República, la deuda, el salario o la OTAN, en los que la coalición de izquierda mantiene posiciones mucho más duras y maximalistas que las del partido morado.

Precisamente en Podemos, a pesar de su giro a la izquierda, consideran que hay que manejar estos aspectos con mucho tacto porque pese al respaldo mayoritario obtenido por Garzón, la coalición tiene una identidad propia muy definida.

Llamazares y el alcalde de Zamora, en contra

El ex coordinador federal y portavoz de IU en Asturias, Gaspar Llamazares, cree que la participación en la consulta a la militancia demuestra que la coalición «no ilusiona ni moviliza dentro». Y si no lo hace internamente, «menos lo hará fuera», advirtió. Por su parte, el alcalde de Zamora, Francisco Guarido, de IU, desveló que votó en contra de la coalición con Podemos.