Cataluña

El Gobierno cuenta con que el PNV le deje tramitar los Presupuestos

Hace gestos para que no presente enmienda a la totalidad y ganar tiempo hasta mayo. Si no, vivirá de la prórroga.

Rajoy y el presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, durante la reunión que mantuvieron ayer en Moncloa
Rajoy y el presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, durante la reunión que mantuvieron ayer en Moncloalarazon

Hace gestos para que no presente enmienda a la totalidad y ganar tiempo hasta mayo. Si no, vivirá de la prórroga.

Este viernes a las dos de la tarde termina el plazo para la presentación de las enmiendas a la totalidad a los Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2018. Y el Gobierno tiene puesta toda su confianza en este trámite, con la idea de que los nacionalistas vascos no presentarán una enmienda a la totalidad propia, y, de esta manera, les facilitarán ganar tiempo hasta finales de mayo, que es cuando tendría que celebrarse la votación final de las secciones presupuestarias en el Pleno de la Cámara Baja. Mientras, todo seguiría pendiente de la evolución de Cataluña.

Para conseguir que se cumpla este objetivo el Gobierno ha hecho «nuevos gestos» en el proyecto presupuestario para que el PNV tenga que «medir bien lo que tiene en juego» a la hora de manejar su mantra de que no apoyará los PGE de 2018 en tanto siga en vigor el artículo 155 de la Constitución y la intervención de la Generalitat por la falta de un nuevo Gobierno catalán.

El interés económico del PNV en los PGE es más que evidente, aunque al tiempo tenga que equilibrar su tacticismo político ante su parroquia electoral. No hay diferencias de criterio económico con el Gobierno, y sí posicionamientos electorales.

Si el PNV no presenta una enmienda a la totalidad, se votarían la del PSOE y la de Podemos el jueves de la próxima semana, después de su debate parlamentario. El Gobierno necesita que el PNV vote en contra de esas enmiendas a la totalidad, y le valdría con el triple empate, sin apoyo del diputado de Nueva Canaria Pedro Quevedo.

A partir de ahí ganaría otro mes de plazo, hasta finales de mayo, que es cuando se tendría ya que producir la votación final de los PGE, sección por sección, momento en el que Quevedo sería imprescindible. El Gobierno necesita superar todas las votaciones por 176 votos, si no el proyecto sería rechazado.

De llegarse a este supuesto, la intención del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, es agotar la legislatura viviendo de la prórroga presupuestaria. No sólo es pose en el debate público, sino que también es el discurso con el que trabajan internamente dentro del Ejecutivo. Las dificultades son evidentes para avanzar por ese camino, pero en el entorno de Rajoy comentan «que es no conocerle sí se piensa que no va en serio en su decisión de acabar el mandato». Detrás está la estrategia de poder dar por concluido el objetivo de los ocho años de Gobierno con la ejecución del compromiso de los 20 millones de empleos en 2020. Y que ésta sea la carta de presentación del PP para las siguientes elecciones. Pero la oposición advierte de que en este horizonte el Gobierno no está valorando bien el coste y el desgaste de aguantar tantos meses sin ni siquiera tener los apoyos necesarios para disponer de un Presupuesto. En cualquier caso, en estos momentos el Ejecutivo sigue siendo optimista respecto a la aprobación de los PGE, aunque este estado de ánimo sea absolutamente contradictorio con la evolución política de Cataluña. Porque si hace unas semanas, antes de que Carles Puigdemont quedase en libertad provisional en Alemania, la información del Ejecutivo apuntaba a que habría en breve un nuevo Gobierno de la Generalitat, con un candidato limpio y efectivo, ahora, sin embargo, son mucho más pesimistas. «Es una opción que no haya Gobierno en Cataluña, pero lo de que no habrá Presupuestos no lo daría por tan seguro. La política es así. ¿Acaso no hemos visto cosas más difíciles?», explica un alto cargo de Rajoy ante el interés por las cuentas de 2018.

El portavoz del PP en el Congreso, Rafael Hernando, insistió ayer en que los PGE son buenos para el País Vasco y reclamó a los nacionalistas vascos que no apoyen las enmiendas de totalidad presentadas por PSOE y Unidos Podemos.