Constitución

La «falta de consenso» lleva al PP a descartar la reforma constitucional

Destacan que no conviene tocarla ahora que algunos partidos atacan la unidad

El vicesecretario General de Comunicación del PP, Pablo Casado, durante la rueda de prensa que ha ofrecido hoy tras el Comité de Dirección del partido
El vicesecretario General de Comunicación del PP, Pablo Casado, durante la rueda de prensa que ha ofrecido hoy tras el Comité de Dirección del partidolarazon

El Partido Popular no incluirá la reforma constitucional en su programa electoral porque no es su prioridad y tampoco la de los ciudadanos.

El PP no llevará en su programa electoral la reforma de la Constitución al considerar que en un momento en el que algunos partidos están cuestionando la unidad de España no conviene. El vicesecretario de Comunicación de los populares, Pablo Casado, anunció ayer que su formación renuncia a llevar la iniciativa de este asunto, aunque está dispuesto a «hablar de cualquier cosa que se proponga» desde otras formaciones.

Casado destacó que la reforma de la Constitución no es una «prioridad» para el PP y por ello no la planteará durante la próxima legislatura. «El PP no va a incluir la reforma constitucional en su programa electoral, y consideró que no es algo que en este momento interese a los españoles». Para ello, recordó las encuestas del CIS que reflejan que dos tercios de los españoles apoyan el actual reparto autonómico. «Para la minoría restante ya están los debates bizantinos del PSOE».

Casado indicó que en España se pueden adoptar decisiones de actualización de las instituciones y regeneración política que no impliquen una reforma agravada de la Carta Magna, como por ejemplo mejorar los reglamentos de Congreso y Senado, abordar la financiación autonómica y local o modificar la ley electoral municipal para que «no gobierne una suma de perdedores», algo que se podría hacer sin necesidad de abrir el melón constitucional. Esto no implica que el PP sea un partido «inmovilista», dijo el vicesecretario de comunicación, sino que no considera que la reforma constitucional sea una prioridad de los ciudadanos. «Podemos opinar y plantear esa reforma, pero no la haremos nosotros», insistió.

Los populares consideran que la reforma consitucional no conviene abrirla en estos momentos, sobre todo con el actual mapa político, que no garantiza que de un debate sobre su reforma fuese a salir un texto que mejore el actual ya que cada partido tiene una propuesta dispar, eso sí, ningunease ha puesto sobre el papel como tal. Casado criticó a los socialistas por lanzar «globos sonda» y «cortinas de humo» sobre una reforma constitucional y evitar así abordar debates «que no les interesan», como el rescate a Grecia.

Casado defendió que la postura de no apostar en el programa por esa reforma electoral es «coherente» con la del ministro de Justicia, Rafael Catalá, o la vicesecretaria de Estudios y Programas del PP, Andrea Levy, que durante este verano se refirieron a la posibilidad de reformar la Constitución. Incluso el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, se mostró dispuesto a «dialogar», porque los populares a lo que renuncian es a tomar la iniciativa, pero están abiertos al diálogo. «Hablaremos de cualquier reforma que se proponga, pero no vamos a proponerla», e insistió en que no existe en España un consenso y un apoyo necesarios para que pueda redactarse un texto constitucional que mejore el actual. Sin embargo, ha reiterado que esto «no se debe equivocar con el inmovilismo» y destacó que el Gobierno de Mariano Rajoy fue durante la actual legislatura el «más reformista de la historia de España». De esta forma, aclaró que, si el PP gobierna durante la próxima legislatura, tendrá «otras prioridades y preferencias» antes que la reforma de la Constitución, ya que además los populares consideran que abrir ese debate en este momento pueden ser interpretado por «los secesionistas» como «un resquicio para reescribir la historia de España». Nuestra opción es reforzar el Estado y apostar por el Estado de las Autonomías», apuntó, señalando que aspectos como una reforma del Senado pueden hacerse de diversas maneras que no impliquen cambios en la Constitución.

Por otro lado, el vicesecretario de comunicación también defendió la «responsabilidad» del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, al decidir presentar y aprobar los Presupuestos Generales del Estado para el próximo ejercicio antes de celebrar las elecciones generales e insistió en que era «fundamental» que se aprobaran las cuentas públicas para 2016, «sobre todo en año electoral», a diferencia de lo que hicieron otros, sentenció.