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Terrorismo

Presos de ETA se rebelan contra el plan de Otegi para escenificar el desarme

El «colectivo» ya arremetió contra Sortu por la «injusticia» de renunciar a la amnistía.

El etarra Jon Kepa Preciado, "Oier", en 2013 durante su juicio en la Audiencia Nacional. larazon

El «colectivo» ya arremetió contra Sortu por la «injusticia» de renunciar a la amnistía.

La rebelión personal de los presos de ETA contra Sortu, que se podía prever tras el último comunicado del colectivo de dichos reclusos (el EPPK), ha comenzado. Se quejaban los internos de la actitud de la izquierda abertzale, que les pide ahora que acepten la legalidad penitenciaria y se olviden de la amnistía.

Jon Kepa Preciado ha manifestado su opinión contraria a la actual estrategia de la izquierda abertzale en una carta publicada por el sitio web de Amnistia eta Astakasuna (ATA), un movimiento en favor de la amnistía de los reclusos etarras que cuestiona la línea oficial de Sortu.

«Poniendo como ejemplo el triste recorrido de algunos de nuestros excompañeros, nos piden que nos arrepintamos, sabiendo que no nos arrepentiremos; nos piden que denunciemos a compañeros, sabiendo que no los denunciaremos; nos aconsejan que digamos lo que no creemos, sabiendo que no haremos semejante cosa. Eso sólo tiene un nombre: injusticia expresa». Con estas duras palabras, el EPPK arremetía contra los de Arnaldo Otegi en lo que se anunciaba como un conflicto de impredecibles consecuencias.

Primero fue el preso Daniel Pastor, quien publicó ea través de una web una carta en la que, bajo el título «No en mi nombre», señalaba su no rotundo al «intento de patentado de términos como la amnistía, autodeterminación u otros que quiera llevar a cabo la Izquierda Abertzale oficial. No a la utilización de una organización a la que se le ha negado, y aceptado, la legitimidad para hablar de política y cuya historia o militancia es utilizada para cuestionar, criticar y vilipendiar a un movimiento popular. Y un no a la utilización mediática para tal fin (...) las palabras de esta segunda parte, las realizo como militante revolucionario del proletariado. Pues tras estas líneas doy por oficial mi expulsión del conjunto de organizaciones que forman la actual Izquierda Abertzale oficial». Sin embargo, figuraba en la última lista del EPPK, publicada por Etxerat en la cárcel de Puerto III. Concluía pidiendo amnistía para los «presos políticos»; indulto para los presos sociales; y cárcel para las «oligarquías fascistas y ladronas».

Está en prisión por diversas acciones criminales, entre ellas la colocación de un coche bomba contra la comandancia de la Guardia Civil de Burgos.

Ayer fue Jon Kepa Preciado, que llegó a ser el jefe del «comando Vizcaya» y que está condenado por varios atentados, como la colocación de un coche bomba contra Iberdrola, el que se sumó a la protesta e hizo suya la carta de Pastor, aunque en términos más duros, «por honestidad y coherencia revolucionaria».

«Imposible autoexcluirse cuando ya se hizo, como imposible es escribir sobre lo escrito o decidir sobre lo ya decidido. Ante ello lo más efectivo y coherente es decir no en mi nombre. En mi nombre no quiero que de los objetivos históricos sólo se escriban sus nombres, y se olviden en la lucha diaria y estratégica, o simplemente se olvide la lucha por esos objetivos. En mi nombre no quiero que se potencie solamente la lucha institucional, sabiendo los límites y su ineficacia muchas veces. En mi nombre no quiero que se cambie Revolución por Pragmatismo, que se ignore la fuerza, la aportación, el compromiso, la sangre y valentía de los hombres y mujeres de nuestra tierra en las últimas décadas para convertirnos en “aceptables”, en bien vistos por nuestros perseguidores, torturadores y verdugos, no, no en mi nombre», subrayaba.

«No cuentes conmigo para negar en Euskal Herria y en el mundo a las clases y pueblos oprimidos de hoy y de mañana, la utilización de la violencia como arma revolucionaria, como opción legítima para luchar contra el que te desahucia, te roba la tierra, te exprime hasta la muerte o te niega tus derechos. No, no en mi nombre. Y antes de que me lo digas, te lo explico, sí, sí creo en la disciplina, pero no en la sumisión». «Y por todo ello digo no en mi nombre, y te lo digo a ti, el/la que se sonroja al leerlo, o ha fruncido el ceño, o no acaba de entenderme, o no quiere ver estas reacciones y sentimientos, o simplemente es la causa de ellos». Preciado, que también está en la lista del EPPK, cumple condena en Córdoba.

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