Congreso

ERC y Bildu reculan y ahora evitan cerrar la puerta al PSOE en la reforma de la Ley de Libertad Sexual

PNV y PDeCat, únicos socios del Gobierno que han dado su «sí» a la reforma legislativa

(I-D) El portavoz del PNV en el Congreso, Aitor Esteban; el portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián y la delegada del Gobierno de la Generalitat de Catalunya en Madrid, Esther Capella, durante un desayuno informativo de Fórum Europa.
(I-D) El portavoz del PNV en el Congreso, Aitor Esteban; el portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián y la delegada del Gobierno de la Generalitat de Catalunya en Madrid, Esther Capella, durante un desayuno informativo de Fórum Europa.Carlos LujánEuropa Press

Esquerra y Bildu habían condicionado su respaldo a la reforma de la Ley de Libertad Sexual (bautizada como Ley del «solo sí es sí») impulsada por el PSOE a que estuviera pactada con el Ministerio de Igualdad de Irene Montero y Podemos. Sin embargo, los morados han tomado ya una decisión y han anunciado que votarán en contra, pero los republicanos y los abertzales han reculado y ya no tienen tan clara la decisión. En ambos partidos apurarán la decisión hasta el final (el debate y votación se celebra el martes) para ver si hay un giro de última hora entre PSOE y Podemos.

En Esquerra, que es el principal grupo del bloque de socios de investidura (con 13 diputados), la decisión también tiene que pasar por las manos de la dirección del partido en la reunión del lunes y por las manos de la reunión del grupo parlamentario el martes. En cualquier caso, desde un punto de vista técnico, en Esquerra tienen muchas dudas sobre la solución que ha dado el PSOE, por lo que si la decisión se tomara en base a ese criterio, se hace muy difícil un apoyo. No obstante, la Ley del «solo sí es sí» ha adquirido un tono político que parece imposible una decisión basada en argumentos estrictamente técnicos, a tenor de la postura inicial de Esquerra y Bildu, de condicionar el apoyo a que haya pacto de PSOE y Podemos.

En todo caso, en las negociaciones están teniendo mucho peso las cuestiones técnicas. En un punto inicial, parecía que iban a ser Félix Bolaños y María Jesús Montero, con un perfil muy político, quienes llevaran a cabo las negociaciones con los grupos, pero los propios partidos pidieron que fuera la ministra de Justicia Pilar Llop, quien explicara bien la reforma. Llop, juez y con un amplísimo conocimiento en violencia de género, es quien ha diseñado la reforma penal y es quien mejor puede explicar los temas técnicos de la norma.

Esquerra y Bildu mantienen su incógnita hasta el martes, mientras que el PNV anunció, desde el primer momento, que apoyaría la reforma legislativa y fue muy crítico con el «empecinamiento» de Podemos. En este sentido, también adelantó la introducción de una enmienda como disposición transitoria que evite las diferentes interpretaciones de los jueces que conlleven reducciones de penas. El PDeCat, en la misma línea que el PNV, también apuesta por una reforma de la Ley de Libertad Sexual, por lo que se inclinan por «sí» en la votación del martes.

Además de PNV y PDeCat, que suman 10 escaños, el PSOE cuenta con 120 diputados y con los apoyos del PP, Vox (hay dudas sobre una posible abstención) y Ciudadanos. Entre los tres grupos de derecha suman 149 parlamentarios, por lo que la iniciativa socialista tendría ya 279 apoyos asegurados y el Congreso cuenta con 349: es decir, la votación del martes quedaría superada con una amplísima mayoría, muy superior a la que apoyó la ley original. Los populares darán el «sí» porque la propuesta del PSOE es prácticamente idéntica a una que presentaron ellos en diciembre, aunque pretendían haber ido más rápido.