Defensa

¿Evitará España comprar los F-35 antes de las elecciones generales para no perder votos por la izquierda?

El Gobierno sabe que un anuncio de este tipo podría hacerle perder votos por el ala más a la izquierda de sus votantes.

F-35B a bordo del buque de asalto anfibio estadounidense USS America
F-35B a bordo del buque de asalto anfibio estadounidense USS AmericaLoockheed Martin

España no se decide a anunciar la compra de los F-35 para sustituir a los obsoletos AV-8B Harrier, que están estirando al máximo su vida útil, y, quizás, a los F-18 en el Ejército del Aire como caza de quinta generación. Lo ha dejado caer en varias ocasiones, todo el mundo da por hecho que la compra tendrá lugar, pero es el único país en el mundo que, habiendo anunciado su interés no lo ha materializado aún después de que otros como Grecia, Polonia, Singapur o Rumanía hayan formalizado la compra. En cuanto a España, se conoce que Defensa solicitó en mayo de 2021 información no vinculante sobre una posible compra a EEUU de F-35, pero sin concretar aún un número de aeronaves.

Coincidencia o no, en menos de un mes tenemos elecciones autonómicas y municipales en España y a finales de año, si no se adelantan, habrá comicios generales en los que el PSOE se juega mantenerse en el Gobierno o no. Podemos, su socio en el Gobierno y sin el cual tendría difícil renovar legislatura, se ha manifestado en varias ocasiones contrario, no solo al envío de armas a Ucrania, sino al aumento del gasto militar en España, postura que también comparten otros partidos que puntualmente han apoyado a Sánchez como ERC o EH Bildu.

Aunque el Ejecutivo socialista ha ido colando un aumento en Defensa, no es menos cierto que no todas las partidas presupuestarias son iguales de cara a la galería. Y la compra de los F-35 es algo que, no solo sus socios de Gobierno, sino una parte de la opinión pública española le puede echar en cara a Sánchez de cara a unas elecciones en las que hay tantas cosas en juego. Al fin y al cabo, un caza de combate, aparte de caro, muy caro, es un arma, una "máquina de matar" que asusta en ciertos entornos y podría llevar al PSOE a perder votos por el ala más a la izquierda del partido e, incluso, desmovilizar a ese sector de votantes.

Desde que está en el poder, Sánchez ha preferido siempre mostrar el "lado amable" de las Fuerzas Armadas, el entrenamiento de los soldados ucranianos en el uso de los Leopard, las labores de la UME, los trabajos de ayuda y cooperación como los del terremoto de Turquía, las misiones internacionales de mantenimiento de la paz...

Es cierto que en los últimos Presupuestos Generales del Estado se contempla una previsión de gasto de 6.250 millones de euros en parte para el reemplazo de los Harrier de la Armada, un avión que solo podría ser sustituido por el F-35 estadounidense. Se da la circunstancia de que en la misma partida de 6.250 millones figura una segunda fase de sustitución de la flota española de cazas F-18 (hay una primera fase de reemplazo de más F-18, conocida a la vez que la segunda y estimada en otros 4.500 millones de euros), lo que también ha abierto la puerta a las sospechas de que el propósito de Madrid incluye igualmente la compra de unidades de la variante convencional, F-35A.

¿Qué ocurrirá entonces? Pues viendo el "silencio administrativo" con que el Gobierno está tratando el tema, bien podríamos pensar que la decisión podría retrasarse, al menos oficialmente, hasta después de las elecciones generales. Sin duda, de renovarse el Ejecutivo de coalición con Podemos, una vez en el poder y sin la espada de Damoclés de las urnas sobre sus cabezas será más fácil un anuncio de este tipo, pues todos sabemos que es fácil hacer demagogia con un tema así y serán muchos los partidos que le recuerden a Defensa todo lo que se puede hacer con más de 10.000 millones de euros.

Por que, ¿cuánto cuesta realmente cada unidad del considerado el mejor avión de combate del mundo? Evidentemente, no es una pregunta de fácil solución. Nadie va a Amazon ni a la web de Lockheed Martin, su fabricante, a buscar un F-35. De hecho, ni siquiera tiene un precio estándar, pues la negociación con cada país es diferente y los convenios se ajustan a las características y condiciones de cada Gobierno. Algunos de los últimos acuerdos comerciales firmados por Estados Unidos y el fabricante Lockheed Martin con países europeos situarían el coste de los F-35A, el modelo convencional y que podría encajar en el Ejército del Aire como sustituto de los F-18, en unos 75 millones de dólares, mientras que el del F-35B estaría en 105 millones. A estos precios habría que añadirles otras cantidades como el armamento o las tareas de mantenimiento y repuestos, por lo que elevaría mucho el coste final. Es en esta negociación individual en la que los gobiernos tratar de buscar retornos industriales que, por ejemplo, permitan sus revisiones en cada país a cargo de empresas locales.

Casos como el de Italia podrían ser el ejemplo a seguir por España, pues se llegó a un acuerdo para que la industria del país transalpino produjera piezas y realizara el ensamblaje final de la aeronave, no solo para sus fuerzas armadas, sino para otros clientes, y se ocupara, además, del mantenimiento de los suyos.