20 aniversario de la matanza
FAES responde a las críticas a Aznar por el 11M: "Hoy más que nunca los españoles se merecen un Gobierno que no les mienta"
Asegura que "ni al Gobierno de entonces le constaban las evidencias que se le reprocha ocultar; ni en su actuación dejó de atender a los indicios de que disponía en cada momento"
La Fundación de Análisis y Estudios Sociales (FAES) en su análisis sobre lo ocurrido hace veinte años ha lamentado que "la polémica prime sobre lo institucional; el espíritu de división sobre la concordia o la manipulación mendaz sobre la crítica rigurosa".
Según indican han llegado a esa conclusión donde, apuntan, desde "ciertas terminales mediáticas de la izquierda se ha querido conmemorar una efeméride alentando un viejo rescoldo por si el humo pudiese tapar vergüenzas rigurosamente actuales".
FAES ha querido ejercer su derecho a réplica y ha respondido a las críticas vertidas contra su presidente, el expresidente del Gobierno, José María Aznar, advirtiendo de que "hoy más que nunca", "los españoles se merecen un Gobierno que no les mienta", alegando a su vez que ningún documento oficial afirmó "sin titubeos" en los primeros momentos la responsabilidad yihadista de los atentados.
En un comunicado difundido en su página web en el día en el que se conmemora el 20 aniversario de la masacre de los trenes de la muerte que acabaron con la vida de 193 personas y causó más de 2.000 heridos, la fundación ha criticado que aún hoy se insiste "en lo de las mentiras de Aznar el 11M" mientras una de las consignadas "acuñadas aquel marzo negro por la izquierda" se ha vuelto de "rabiosa actualidad". "Veinte años después, eso sí, debemos reconocer de rabiosa actualidad una de las consignas acuñadas aquel marzo negro por la izquierda. Conformes: hoy, más que nunca, 'los españoles se merecen un gobierno que no les mienta'", indica, haciendo alusión al lema que popularizó el exdirigente socialista Alfredo Pérez Rubalcaba la noche de antes de los comicios de 2004.
La fundación que preside Aznar responde ante el "bochorno" de ver "a profesionales del embuste, disfrazados de vestales" insistiendo en imputar al Ejecutivo del PP de 2004 "la responsabilidad por haber mentido deliberadamente tras la masacre por puro cálculo electoral" porque tres días después estaban convocadas unas elecciones generales. Aclaran que "ni al Gobierno de entonces le constaban las evidencias que se le reprocha ocultar; ni en su actuación dejó de atender a los indicios de que disponía en cada momento, ni la ecuación que funciona como premisa de la tesis Irak=atentados se sostiene en absoluto".
"Reiteramos que aquel Gobierno no ignoró ningún informe policial o de inteligencia que contradijese su actitud o su política de comunicación durante aquellas jornadas", ha sostenido FAES, subrayando que "nunca, jamás" llegó a manos del Ejecutivo de Aznar "ningún documento oficial que descartase definitivamente la autoría etarra y afirmara sin titubeos la responsabilidad yihadista".
Transcurso de los hechos
En la correlación de los hechos, la fundación que preside Aznar indica que Iñaki Gabilondo, la mañana del día 11 de marzo de 2004, poco después de conocerse la noticia, comenta: “Irrumpe una vez más, violentamente, ETA. Esa es, al menos, la impresión que todos tenemos”. Poco más de una hora después de las explosiones, Rodríguez Zapatero dice en la SER: “ETA ha tratado de intervenir en la campaña”, pidiendo que nadie “cambiara el voto” por el atentado. El lendakari Ibarretxe, en declaración institucional, también en esos primeros momentos, solemniza: “Está claro que ETA ha pretendido dinamitar la democracia”.
¿Qué hace mientras tanto el Gobierno? Minutos antes de las diez, el presidente Aznar llama al candidato Rodríguez Zapatero para hablar de la manifestación de condena que se celebraría al día siguiente. No tratan la cuestión de la autoría y se pacta el lema que encabeza estas líneas: “Por las víctimas. Con la Constitución. Por la derrota del terrorismo.” Rodríguez Zapatero no pide la reunión de la comisión de seguimiento del Pacto por las Libertades.
Además, indica que "los responsables del CNI comunican al Gobierno que ningún servicio de inteligencia contactado (norteamericano, israelí y egipcio entre otros) tiene pistas ni indicios sobre el atentado. En ese momento, todo: el explosivo, el análisis inicial del CNI y la ausencia de informaciones alternativas de otros servicios, apunta a ETA". Destacan que "el mismo día 11, al final de esa mañana, responsables de las Fuerzas de Seguridad del Estado reunidos en el Ministerio del Interior informan al ministro de que el explosivo utilizado es Titadyn y que se ha empleado cordón detonador, lo que señala el modus operandi de ETA. A primera hora de la tarde, el CNI hace llegar al gobierno una nota que analiza con detalle los elementos conocidos hasta entonces, para atribuir la autoría a ETA. La banda había intentado un atentado con objetivo y ejecución prácticamente idénticos pocas semanas antes".
Señalan que, esa tarde del jueves día 11, cuando aparece una furgoneta en Alcalá con siete detonadores y una cinta en árabe, sin suponer nada concluyente, "es cierto que abre una nueva línea de investigación". "Es el propio presidente Aznar quien informa al candidato Zapatero del hecho, y éste le contesta que “le da igual que haya sido ETA o Al Qaeda”. El presidente vuelve a hablar con los medios para informar acerca del descubrimiento de la furgoneta y la valoración que se daba al hecho: el de abrir una nueva línea, manteniéndose la pista de ETA como prioritaria. Poco después, comparece el ministro para dar cuenta de la ampliación de las investigaciones añadiendo la hipótesis yihadista".
Lo que "sí fue verdad"
Lo que sí es verdad, según destaca FAES, es que el atentado del 11M "fue similar al que ETA había previsto tres meses antes", que la Guardia Civil interceptó un furgón de ETA lleno de explosivos diez días antes, o que el 11M, durante todo el día, "España entera pensó que ETA había sido la responsable".
También ha manifestado que lo que sí fue cierto es que cuando acabaron las autopsias "no había ningún suicida, a pesar de que la izquierda había difundido que los había", y que los avisos previos al 11M del Gobierno sobre posibles atentados islamistas "fueron despreciados por la izquierda".
Por último, la fundación ha lamentado que veinte años después de la masacre sigue primando "lo polémico" sobre lo "institucional"; el "espíritu de división sobre la concordia" y "la manipulación mendaz sobre la crítica rigurosa".
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