Partido Popular
Feijóo arma un equipo para seducir a los socios y controlar a Vox
Otorga más poder a las mujeres y nombra un portavoz combativo, pero con capacidad negociadora
La renovación que Alberto Núñez Feijóo hace en su equipo de dirección es medida y controlada. Impone el pragmatismo y deja el Congreso en manos de Miguel Tellado, una persona de tanta confianza e identificación con el presidente del partido que en el poder autonómico del PP lo comparan con aquella figura del antiguo egipcio de los «shabtis», que llegaban a enterrarse con el faraón para seguir trabajando para él en la otra vida.
La realidad es que Tellado es un «fontanero» que conoce al partido y que tiene un perfil combativo, que es el que busca Feijóo en el Parlamento contra el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Pero que, además, tiene capacidad de negociación, como ha demostrado en la reordenación territorial del PP, en la que no hay voces que critiquen su gestión a diferencia de la etapa del anterior equipo que presidió Pablo Casado. Y también lo ha demostrado con Vox. Después de las elecciones generales, en la séptima planta de Génova, y en plena crisis de derrumbe de las expectativas, cuentan que ya se escuchó a Feijóo decirle que se encargase de arreglarle lo de Vox -que renunciase a entrar en el Gobierno-, como así ocurrió.
Tellado tiene interlocución con el partido de Santiago Abascal y también con los entornos de Vox: es un terreno que ha estado trabajando desde que llegó a Madrid. Pero, al mismo tiempo, también tiene el encargo de tender puentes con PNV, y facilitar que se articule una mayoría alternativa de la derecha al programa económico y fiscal del PSOE y Sumar.
En lo previsible entra también el ascenso de Carmen Fúnez a vicesecretaria de Organización. Con la excepción de Cataluña, donde tienen pendiente elegir un nuevo líder, el resto del partido ya ha sido pacificado y renovado, por lo que Fúnez recibe una herencia fácil de manejar, dentro de las dificultades que entraña todo lo que tiene que ver con la gestión interna del organigrama. También la leyenda dice que fue Javier Arenas quien sugirió a Feijóo su nombre, pero a día de hoy es una mujer que se ha ganado por sí sola la confianza del presidente nacional, y aunque se dirá que su ascenso es influencia de Arenas, quienes están en la toma de decisiones afirman que es decisión personal de Feijóo. Arenas sigue participando en la vida de partido, sobre todo dando su opinión y aconsejando, pero la portavocía del Senado, que ha ocupado coyunturalmente hasta que se ha formado el nuevo gobierno, a la espera de si había repetición electoral, será igualmente renovada, y especulan con que también será para una mujer. El poder femenino gana peso en la dirección del partido, una vez confirmada Cuca Gamarra como secretaria general, con dedicación plena.
Estos días previos a la oficialización de los cambios se han producido movimientos contra el que hoy todavía es coordinador general del PP, Elías Bendodo, y que internamente hay quien atribuye a la mano del viejo PP andaluz. Sin embargo, a falta de que se conozca el organigrama final del PP, Génova anticipaba ayer que Bendodo mantendrá «su poder en la nueva estructura, ampliando sus funciones». Una vez que se conozca oficialmente su puesto se verá si este mensaje se ajusta a los hechos.
En la oposición, y en este marco político, ante una frágil legislatura que Pedro Sánchez afronta con un equipo económico provisional y sin relevantes revulsivos políticos, la partida de ajedrez se juega en el Congreso.
La fontanería del grupo parlamentario, que controlará Tellado, es clave para Feijóo, y en esos segundos niveles, como complemento de las vicesecretarías, tiene el reto de armar un «ejército» de portavoces que hagan un placaje duro y continuo a cada uno de los ministros del Gobierno de coalición. Feijóo recibió un grupo parlamentario heredado de Casado, y en esta reestructuración de las portavocías sectoriales es donde más se notará su mano, aunque tengan menos relumbrón mediático.
Al mismo tiempo, el PP ya trabaja para las elecciones europeas, que plantea como un plebiscito de las elecciones generales. Y esto hace que en la mesa de trabajo se abra la vía para buscar un golpe de efecto, con un nombre de peso y trayectoria, reconocido públicamente. En el PP descartan la continuidad de Dolors Montserrat, a quien ya en el pasado se le ofreció liderar el PP catalán, aunque lo rechazó.
En esta designación del nuevo jefe de la organización regional catalana también se juega mucho el PP a nivel nacional. Las próximas elecciones autonómicas serán un examen de primer nivel para Sánchez porque todo el coste político, social e institucional de sus acuerdos con el independentismo, y de la amnistía, lo justifica en el fin superior de investir a Salvador Illa como presidente de la Generalitat.
Si no es así, será un fracaso personal del presidente del Gobierno, y esto es lo que eleva, a su vez, la relevancia de estos comicios para la oposición.
Perfiles
Miguel Tellado: un "fontanero" duro para enfrentarse a la coalición
Mano derecha de Feijóo en el PPdeG, Tellado (Ferrol, 1974), ha sido también su «fontanero» en Génova y ha desempeñado un papel crucial en la gestión del poder provincial del PP. Con amplia experiencia política, se le recuerda por la dureza que ejerció como portavoz del PP gallego y la prensa local le ha calificado como «látigo» o «azote». De hecho, dejó huella al afirmar que «quien debería irse de este país en un maletero es el propio Pedro Sánchez».
Carmen Fúnez: discreción para organizar y mantener unido al partido
Poco conocida, Fúnez (Ciudad Real, 1975), formó parte del equipo que respaldó a Soraya Sáenz de Santamaría en su pugna contra Pablo Casado. Feijóo la recuperó cuando fue nombrado líder del PP y fue la responsable del programa electoral del PP, junto al exministro Íñigo de la Serna, Ahora, su misión será la de controlar la vida orgánica del partido y mantenerlo unido. Lleva ligada al PP desde Nuevas Generaciones, que presidió entre 2001 y 2006.
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