Denuncia
Fundación Franco: la «amnistía a la carta obedece» a una «exclusiva perpetuación del poder»
Califica al PSOE de «organización delincuencial» por un «comportamiento» que tuvo «su máxima expresión» en 1934, 1936 y en la Guerra Civil
«No nos sorprende la amnistía, ni nos rasgamos las vestiduras ante tamaño desafuero. Porque sabemos que ese verbo es el sustantivo, principio y fin, del régimen del 78». La Fundación Nacional Francisco Franco (FNFF) se refiere así en un comunicado a la situación en España en medio de las negociaciones del PSOE para lograr una investidura del presidente en funciones, Pedro Sánchez.
«No nos sorprende, conocida la inveterada forma de proceder del socialismo español, desde sus orígenes: con la ley, cuando ésta sirva a nuestros intereses; contra la ley, cuando nos perjudique. Comportamiento propio de cualquier organización delincuencial y que obtuvo su máxima expresión en octubre de 1934, en febrero de 1936 y en los tres años de una Guerra Civil que ellos habían provocado».
Considera la Fundación Franco que la «nueva amnistía a la carta obedece» a una «exclusiva perpetuación del poder».
En este sentido, argumenta, «la acción del sanchismo en amnistiar no se atiene a una actividad mental meditada; ni a un acto involuntario de posesión diabólica; menos aún a la generosidad del sacrificio, en aras de un interés general. Expresa el modo, la forma y la razón de permanecer en el poder, otorgando la impunidad del delito más grave, de apariencia política y consecuencias devastadoras para la convivencia futura», en referencia a la división en la sociedad al pasar página de los sucesos devenidos del «procés» secesionista.
Con ello, «el pueblo será sujeto de unos u otros derechos, en función del territorio donde viva. La justicia se administrará en nombre y en función de los intereses creados del presidente», prosigue el texto. «La libertad, limitada, lo mismo que la historia, al relato virtual de una propaganda cada vez más obscena, irracional y contradictoria. La igualdad, hasta que no quede riqueza sin expoliar y/o malversar. El pluralismo político será una fantasía iconoclasta. Quien no profese el pensamiento único, será tildado de enemigo del pueblo o cualquier otro ditirambo al uso».
Añade que «las negociaciones de los socialistas con los independentistas para lograr una investidura tras el 23-J responden a un propósito «idéntico» al que en 1934 llevó a estos grupos políticos a dar un «golpe de Estado» contra la II República «porque habían triunfado las derechas», en referencia a la llamada «revolución de Asturias».
La Fundación Nacional Francisco Franco, concluye, «seguirá estando donde le corresponde, al servicio de lo permanente en la historia de España. No admitimos ni un solo lamento. Todos somos culpables y solo queda la hercúlea misión de reconstruir un edificio que amenaza ruina, laminado en lo social, político y económico. Confiamos en que el alma hispana se vuelva a manifestar en esta coyuntura excepcional».
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