Patrimonio

El Gobierno usa a Franco para eliminar a Ávalos en Tenerife

La obra del reconocido escultor está inmersa en un proceso para que sea reconocida Bien de Interés Cultural. Moncloa se niega

El monumento de la disputa, obra de obra de Juan de Ávalos, situado desde 1966 en la avenida de Anaga de Santa Cruz de Tenerife
El monumento de la disputa, obra de obra de Juan de Ávalos, situado desde 1966 en la avenida de Anaga de Santa Cruz de TenerifeDreamstimeLa Razón

La obra de Juan de Ávalos –el reconocido escultor del Valle de los Caídos– en Santa Cruz de Tenerife suma un nuevo capítulo en la cruzada para que desaparezca del que es su emplazamiento desde 1966. Porque aunque el nombre aparezca en el inventario del artista extremeño como «Monumento a la Paz de Tenerife», es identificada como símbolo de Franco, motivo de animadversión que llevó a incluir el conjunto en el catálogo de vestigios franquistas de la isla, en base a la Ley de Memoria Histórica, para su erradicación.

Aunque este fue anulado por el Gobierno de Fernando Clavijo (PP) después de que el Tribunal Superior de Justicia de Canarias lo suspendiese de forma cautelar por defectos de forma, la Asociación para la Investigación y Protección del Patrimonio Histórico San Miguel Arcángel solicitó al Cabildo de Tenerife –entonces en manos del PSOE– su declaración como Bien de Interés Cultural (BIC).

Fallo a favor

Al negarse la institución insular a iniciar el proceso, la entidad presentó un recurso ante el Juzgado de lo Contencioso-Administrativo Número 3 de Santa Cruz de Tenerife, que falló a su favor el pasado junio.

Dos meses después, el Cabildo –ahora en manos de PP y CC– incoó el procedimiento.

Como parte del proceso, se solicitaron informes y dictámenes a colectivos especializados en patrimonio y arte, entre ellos la Universidad de La Laguna, el Organismo Autónomo de Museos, el Colegio Oficial de Arquitectos de Tenerife, La Gomera y El Hierro, la Real Academia Canaria de Bellas Artes de San Miguel Arcángel, el Museo Nacional de Escultura y la Real Academia de Extremadura.

El plazo para la exposición pública y la presentación de alegaciones concluyó el día 10 de este mes. A su término, la estatua de Juan de Ávalos cuenta con dos informes desfavorables a que sea declarada BIC y otros dos que ensalzan su valor artístico, sin entrar en consideraciones políticas.

Propuestas

Los informes en contra son los de la Universidad de La Laguna y el de Museos de Tenerife. Los que están conformes proceden de la Real Academia de Extremadura y la Real Academia de Bellas Artes San Miguel de Arcángel.Por su parte, el Colegio Oficial de Arquitectos, no hace valoraciones artísticas en su dictamen y propone un concurso de resignificación.

Por su parte, el Gobierno de España, a través de la Delegación de Gobierno en Canarias, presentó alegaciones ante la Dirección Insular de Patrimonio Histórico del Cabildo contra la declaración de Bien de Interés Cultural.

La principal razón que argumenta el Ejecutivo central es que en el expediente administrativo para su declaración «no existe ningún informe que refleje el carácter excepcional y sobresaliente de la obra de Juan de Ávalos».

En su opinión, conceder tal condición a un bien que no cumple esas condiciones es desvirtuar la categoría.

Además, y en respuesta a una pregunta parlamentaria del diputado de Izquierda Unida Enrique Santiago, el Gobierno defiende que la propuesta es «incompatible» con las «obligaciones» que establece la Ley de Memoria Democrática respecto a la retirada de símbolos franquistas. En este contexto, se compromete actuar cuando tenga oportunidad «ante las maniobras» de PP y CC para intentar salvar la escultura conocida también como «el Ángel de la Victoria».

Mientras, la Asociación para la Investigación y Protección del Patrimonio Histórico San Miguel Arcángel hace su «enésima aclaración» a «las voces desde la izquierda» apelando al epígrafe 6 del artículo 35 de la norma aprobada en 2022: «(...) no será de aplicación cuando las menciones sean de estricto recuerdo privado, sin exaltación de los enfrentados, o cuando concurran razones artísticas o arquitectónicas protegidas por la ley».

Señalan estas fuentes que la obra de Juan de Ávalos, «junto al conjunto arquitectónico en el que figuran los históricos escudos de las diez partidas judiciales de Tenerife, es única», y que «nunca ha figurado» en ella «placa alguna con texto alusivo a nada».

«Juan de Ávalos y Taborda», apuntan, «está considerado como uno de los escultores españoles más destacados de todos los tiempos, un escultor que representa en gran medida el arte español contemporáneo, donde ha seguido de manera cuidadosa la corriente figurativa, y de los mejores del mundo de grandes obras (como lo es el Monumento a la Paz)».

«Por tanto», concluyen, «no existen contradicciones con la legislación vigente que hagan que su permanencia en la calle sea incompatible con ninguna Ley de Memoria».

Una "honra" para el patrimonio local

Las alegaciones de la asociación que pidió el BIC apuntan que «es indiscutible que se trata de una obra de gran calidad» que salió «del taller de uno de los escultores más relevantes entre los que trabajaron la figuración en aquellos años», que destaca también «por una ingente producción». En su opinión, «poseer una obra de la categoría artística de Juan de Ávalos, Académico de Número de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando y de la Real Academia de Extremadura y Gran Cruz de la Orden de Isabel la Católica, honra sin duda el patrimonio artístico de Santa Cruz de Tenerife».

Apela el colectivo en cuanto al valor artístico del monumento, al "objetivo informe emitido por la Real Academia Canaria de Bellas Artes de San Miguel Arcángel — órgano asesor y consultivo de las Administraciones Públicas de Canarias en materia de patrimonio cultural-, que efectúa las siguientes consideraciones: «Desde el punto de vista de su valor artístico es indiscutible que se trata de una obra de gran calidad. Ha salido del taller de uno de los escultores más relevantes, entre los que trabajaron la figuración en aquellos años, destacando también por una ingente producción, como el famoso grupo de los Amantes de Teruelo el monumento a Fernando el Católico en Zaragoza, recibiendo también encargos escultóricos para monumentos en La Habana, Puerto Rico, República Dominicana y Lisboa, además de haber participado en exposiciones en Buenos Aires y Río de Janeiro. Con ciertas obras obtuvo varias medallas en las exposiciones nacionales de Bellas Artes (Autorretrato en 1941, Soledad en 1950 y Cristo yacente en 1957, conservada esta última en la catedral de la Almudena de Madrid), y su producción se extiende por toda la geografía española, siendo el llamado monumento a Franco la única obra suya existente en Canarias, lo que le confiere un carácter único que le otorga singularidad artística y estética a la ciudad.No olvidemos que en su momento contó con la consideración de dos figuras del panorama intelectual tinerfeño, como lo fueron el escultor Reyes Darias y el siempre recordado Jesús Hernández Perera, cuya opinión al respecto fue decisiva para su realización, calificándolo como un conjunto de extraordinaria resolución artística. Probablemente sus impresiones se centraron en los aspectos que nosotros también valoramos hoy. No cabe duda de que el monumento, independientemente de la interpretación que se le quiera atribuir, es una obra espléndida, que ennoblece además el marco urbano al integrarse plenamente en el entorno. Por todo lo expuesto, este monumento enriquece el ornato urbano de la capital tinerfeña sumándose al conjunto de esculturas en la calle que conforman un auténtico museo al aire libre que singulariza nuestra ciudad y del que deberíamos estar muy orgullosos".