Patrimonio

¿Por qué declarar BIC el Valle de los Caídos?

Los defensores de Cuelgamuros aseguran que «cumple con al menos 5 de los 8 epígrafes que definen» la protección

Las esculturas de Juan de Ávalos sufren un progresivo deterioro
Las esculturas de Juan de Ávalos sufren un progresivo deterioroA. B.LA RAZÓN

«Cuando hace falta una bombilla dejan sin luz un ala del monasterio para poder iluminar la basílica». Este es el panorama actual del Valle de los Caídos, deteriorado por humedades, goteras y aquejado del mal de la piedra –las esculturas de Juan de Ávalos se caen a trozos, literalmente–, a la espera de una resignificación que, de momento, se ha quedado en cambio de nombre por imperativo de la Ley de Memoria Democrática. Mientras, los valedores de Cuelgamuros, con la Asociación para la Defensa del Valle de los Caídos (ADVC) al frente, apelan a su declaración como Bien de Interés Cultural (BIC) para salvar un enclave en progresivo declive que afronta un plan del Gobierno de coalición que pasa por desmantelar el complejo y expulsar a los monjes benedictinos, presentes allí desde el 17 de julio de 1958, merced a un convenio entre la Fundación de la Santa Cruz del Valle de los Caídos y la abadía de Silos.

La Comunidad de Madrid siempre ha rechazado dar protección a un lugar que recibe unos 300.000 visitantes al año –más los 35.000, a sumar al cómputo anual, que acuden a la misa diaria en la basílica–, y el Ministerio de Cultura consideró a su vez que no se trata de un monumento arquitectónico de singular importancia, según respondió a un requerimiento de la ADVC.

En busca de la incoación de un procedimiento de declaración de BIC por parte de la Dirección General de Patrimonio Cultural del Ejecutivo de Ayuso, la asociación que preside Pablo Linares –nieto de un «trabajador libre del Valle y republicano como el que más»–, cuyo testimonio abre estas líneas, llegó hasta el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM), que en una resolución instó al Gobierno regional hace unos días a «razonar» su negativa con «un juicio valorativo e interpretativo, de carácter técnico».

Aunque la Comunidad de Madrid alegó que «no tiene competencia para declarar BIC un bien adscrito a un servicio de competencia del Estado», la Ley de Patrimonio Histórico Español estipula que las comunidades autónomas tienen atribución para estas declaraciones con aquellos bienes inmuebles en su territorio que gocen de valor histórico o cultural, siempre y cuando hayan asumido esa competencia estatutariamente –como es el caso del Ejecutivo regional– y no se encuentre expresamente atribuido al Estado.

Uno de los cuatro Evangelistas de Ávalos
Uno de los cuatro Evangelistas de ÁvalosA. B.LA RAZÓN

A tenor de la Ley 23/1982 de Patrimonio Nacional, el recinto no sería bien integrante del organismo estatal y, desde su origen, es propiedad de la Fundación de la Santa Cruz del Valle de los Caídos, según consta en Registro de la Propiedad nº 2 de San Lorenzo de El Escorial, que este diario ha cotejado, aunque la gestión sea de Patrimonio Nacional, por lo que la declaración BIC «no invadiría, en absoluto, competencia estatal alguna».

El Gobierno de Isabel Díaz Ayuso prepara su respuesta pero, a tenor de unas declaraciones de su portavoz y consejero de Presidencia, Miguel Ángel García, se pronunciará en la línea habitual: «El conjunto ya cuenta con protección y está gestionado y pertenece a Patrimonio Nacional».

«Es absurdo, pero no se atreven, no quieren que les tachen de fachas», asegura Linares, para quien es un «sinsentido que el Hipódromo de La Zarzuela sea BIC, y su titular es Patrimonio; o sea, cuando quieren no les importa». «Si se lograra la protección», explica, «por fin estaría obligado Patrimonio Nacional a un mantenimiento serio y adecuado». Recuerda Linares que cuando el Valle estaba en mejores condiciones recibía cinco veces más visitas, lo que «genera en taquilla ingresos suficientes para mantenerlo», aunque a día de hoy parte de las instalaciones son inaccesibles. Es el caso de «la base de la cruz, que lleva cerrada 14 años por peligro de desprendimiento de las esculturas, que necesitan un cuidado acorde a sus dimensiones». Ahora, además, hay «ascensores clausurados por no haber pasado la inspección periódica», y a primeros de este mes de enero, el recinto estuvo «sin luz ni calefacción durante dos días».

Los defensores del BIC –que tienen presente que la Ley de Patrimonio blindó en marzo pasado la Cruz del Valle de los Caídos– esgrimen como argumento los informes presentados en sede judicial. Así, el enclave en su totalidad suma «interés histórico, artístico, arquitectónico, paisajístico y etnográfico», por lo que «cumple con al menos 5 de los 8 epígrafes que definen los BIC». Asimismo, según uno de los documentos, «sería recomendable su declaración como monumento, hecho que se repite en multitud de guías y páginas especializadas».

La catalogación de BIC alcanzaría «al entorno que lo rodea» y «garantiza el correcto mantenimiento y la conservación en buenas condiciones higiénicas y de ornato y seguridad». Según este texto –a cargo de miembros de la Junta de Gobierno del Colegio de Arquitectos de Madrid–, sus «autores, tanto en el campo de la arquitectura, como en el de la escultura fueron los más destacados en su momento», ya que «personajes como Pedro Muguruza y Juan de Ávalos representan lo más elevado en sus campos en el siglo XX».

Trozos de piedra desprendidos de las esculturas, en el suelo
Trozos de piedra desprendidos de las esculturas, en el sueloA. B.LA RAZÓN

Se pone en valor, además, que «los arquitectos se enfrentaron a un complejísimo programa» y «a unas dimensiones que rozan lo colosal, en un paraje muy especial [ubicado en el territorio que comprende la Cerca de Felipe II y el Real Monasterio de San Lorenzo de El Escorial, que en este caso sí pertenece a Patrimonio Nacional, y es BIC, dato «demoledor» para Linares a favor de la protección], y fueron capaces de resolverlo con brillantez»; que el espacio cuenta con « la cruz más alta del mundo –construida en un momento en que no se disponía de los medios actuales»; la « iglesia más larga del mundo y, además, enterrada» –ambas marcas certificadas por el Guinness de los Récords–; de manera que «si a esto se le añaden otros valores como son las bibliotecas de la hospedería y del monasterio, así como los recorridos naturales en los alrededores», hacen «obvio que el complejo y el entorno del Valle de Cuelgamuros debe ser protegido como Bien de Interés Cultural en su categoría de monumento para preservar los valores expuestos y especialmente para garantizar que se transmitirá a las futuras generaciones como testigo de un momento en la historia de España».

La Academia Rusa de Artes elogia a Ávalos

La Academia de Artes de la Unión Soviética, nada sospechosa ideológicamente hablando, también suma en el haber de Cuelgamuros. Con ocasión de la restauración de la «Piedad»de Juan de Ávalos, el vicepresidente de la entidad, Tair Salajov, escribió al presidente de la Fundación Juan de Ávalos, hoy en manos de Juan de Ávalos Carballo, hijo del escultor. Aseguraba apreciar «mucho» el «trabajo» de quien fuera «miembro honorario» de la institución, y era elocuente en su valoración: «Creemos que su Piedad en el Valle de los Caídos pertenece a las obras maestras de la escultura mundial del siglo XX y debe ser bien cuidada. Al mismo tiempo tenemos motivos para desconfiar de la opinión de Patrimonio Nacional, que goza de una gran autoridad en España, y confiamos en que esta respetuosa organización tomará una decisión acertada en relación con la restauración del monumento y lo conservará para las generaciones futuras en su estado original».

También es «única en el mundo la magnífica cúpula con un mosaico de más de cinco millones de teselas», de Santiago Padrós, según el crítico de arte Luis Morales, para quien las «las descripciones da las maravillas artísticas de este monumento, elevado como expresión de reconciliación entre españoles, es tarea abordada por muchos investigadores y, por tanto, accesible a los expertos de la Comunidad de Madrid, que no pueden más que declarar BIC al conjunto de la obra y sus alrededores».

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El funicular del recinto, cerrado desde hace años
El funicular del recinto, cerrado desde hace añosA. B.LA RAZÓN

“Paralizar la campaña de destrucción del Gobierno socialista”

El Instituto de Política Social Española (IPSE), reclama que la Comunidad de Madrid “no se olvide de pronunciarse sobre la situación y el futuro del Valle de los Caídos”. El presidente del IPSE, Pablo Hertfelder García-Conde, insta de manera urgente que se declare Bien de Interés Cultural el complejo y “así por lo menos paralizar la campaña de destrucción que pretende el Gobierno socialista”.

El cabeza visible del Instituto de Política Social considera que Isabel Díaz-Ayuso “debe demostrar férreamente su compromiso con los valores y la defensa de la libertad religiosa, así como en defensa de la verdadera memoria histórica que representa el Valle de los Caídos y que la extrema izquierda radical pretende demoler”. Un toque de atención a los partidos constitucionalistas, a los que acusa de “olvidarse de defender la verdadera historia de España”.

El IPSE, que ya denunció ante Europa la exhumación de Francisco Franco, vuelve a recordar a la Comunidad de Madrid que “no dará ni un paso atrás hasta que se garantice la seguridad y el respaldo a los monjes que allí residen, así como la continuidad de este lugar como verdadero campo santo y de encuentro”.

Advierte el organismo de que si la Santa Sede no se pronuncia en defensa de Cuelgamuros “será la sociedad civil la que sí que lo haga, desde las calles, los medios de comunicación y las estructuras sociales”.

“Si el Vaticano que es quien debería alzar la voz principalmente en defensa de este lugar santo, no lo hace como venimos observando desde hace más de cinco años, seremos la sociedad civil y de modo particular todos los movimientos sociales de la derecha en España, los que defendamos a toda costa que no se derribe la Cruz más grande del mundo y que mucho menos se convierta el Valle de los Caídos en un mausoleo a la extrema izquierda. No vamos a consentirlo”, señala con contundencia Hertfelder García-Conde.