ETA

Homenajes a etarras: la AVT pide identificar a los convocantes

La asociación de víctimas señala al Ayuntamiento de Oñate por dar la bienvenida a Zabaleta en Twitter.

Javier Ugarte, homenajeado el pasado domingo en la localidad de Oñate (Guipúzcoa)
Javier Ugarte, homenajeado el pasado domingo en la localidad de Oñate (Guipúzcoa)larazon

La asociación de víctimas señala al Ayuntamiento de Oñate por dar la bienvenida a Zabaleta en Twitter.

«Dolor, menosprecio y humillación». Los dos últimos homenajes a los etarras José Javier Zabaleta, «Baldo», y Javier Ugarte –uno de los secuestradores de Ortega Lara– celebrados el pasado fin de semana en los municipios guipuzcoanos de Hernani y Oñate han causado un profundo malestar en las asociaciones de víctimas. Así lo pone de manifiesto la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) en las dos denuncias que ha presentado en la Audiencia Nacional, por delitos de enaltecimiento del terrorismo y humillación a las víctimas, por esos polémicos actos –que se unen a las formalizadas por la Delegación del Gobierno en el País Vasco y Covite–, y en las que pide al tribunal que identifique a «las personas responsables» de los mismos y a quienes figuren «como convocantes», al haberse celebrado «en la vía pública» reuniendo a «numerosas personas». Asimismo, la letrada de la asociación de víctimas Carmen Ladrón de Guevara reclama que se identifique también al responsable de comunicación del Ayuntamiento de Oñate pues, según denuncia, desde la cuenta oficial del Ayuntamiento «se procedió a dar la bienvenida y a celebrar la puesta en libertad» de Ugarte tras 21 años en prisión.

La AVT insiste en que este tipo de homenajes son «habituales» por parte de las organizaciones de apoyo a ETA «como muestra de apoyo y ensalzamiento» de sus integrantes detenidos o fallecidos, «tratándose de actos que, bajo apariencia de actos familiares, no tienen otra finalidad que la de ensalzar a los miembros de ETA y ensalzar su “lucha”». En ningún caso, recalca la asociación de víctimas, pueden enmarcarse dentro del derecho de reunión o de manifestación, pues se trata de actos de «exaltación» de sus currículos delictivos, «ensalzando y justificando con ello su trayectoria delictiva», que suponen un menosprecio y humillación a las víctimas del terrorismo y sus familiares. Sus únicos méritos, subraya la AVT, son su militancia en ETA y la participación «en múltiples atentados terroristas».

Ugarte, a quien la AVT califica como «uno de los miembros históricos y más sanguinarios de la organización terrorista», fue condenado a 32 años de cárcel por el secuestro, durante 532 días, del funcionario de prisiones José Antonio Ortega Lara; a 14 años por otro secuestro, el del industrial Julio Iglesias Zamora; a otros 145 por la muerte de dos guardias civiles en un atentado en agosto de 1987 en la carretera de Oñate a Legazpia , y a 26 años más por otro atentado con bomba-lapa contra un guardia civil que resultó gravemente herido el 13 de mayo de 1985 en Mondragón (Guipúzcoa).

En cuanto a Zabaleta, la AVT recuerda que fue «un destacado dirigente» de ETA y que cumplió 29 años de prisión (ocho de ellos en cárceles francesas) por su participación en un atentado contra un bar de Zarauz en 1980 en el que murieron cinco personas (fue condenado a cien años de prisión) y en otro con coche-bomba, perpetrado el 24 de mayo de 1984 en Pamplona, en el que fue asesinado el capitán de la Guardia Civil Luis Ollo, por el que sumó otra condena a 49 años de cárcel. Asimismo, fue condenado a 33 años de cárcel por el lanzamiento de granadas contra unas dependencias de la Policía en San Sebastián.

Diez años del último atentado de ETA

La Guardia Civil, junto a autoridades, partidos y ciudadanos, rindió ayer en Palmanova (Mallorca) un sentido homenaje a las dos últimas víctimas mortales de ETA en España, los guardias civiles Carlos Sáenz de Tejada y Diego Salvá, asesinados hace ahora diez años al estallar una bomba-lapa colocada por los terroristas bajo su coche.