Libro

Ignacio Aguado reconoce que hoy no habría hecho presidenta a Ayuso

En su libro deja abierta su vuelta a la política, pero lamenta que no hay una "ola" como la que desembocó en el nacimiento de Ciudadanos

Presentación del libro de Ignacio Aguado, Volando entre Halcones.
Presentación del libro de Ignacio Aguado, Volando entre Halcones.JESUS G. FERIAFotógrafos

«No es un libro justiciero», adelanta, pero sí un relato sobre los momentos más álgidos de la política española en la que Ignacio Aguado participó. El expolítico se abre en canal y relata en primera persona su experiencia sobre el poder, las traiciones políticas y las lecciones que le ha dejado su anterior vida, a la que no ha cerrado la puerta en absoluto.

Cuatro años después de la disolución del primer Gobierno de coalición en la Comunidad de Madrid, quien fuera su vicepresidente confiesa en «Volando entre Halcones» (Medialuna), algunas de las espinas que se le quedaron clavadas de esa etapa: haber hecho a Isabel Díaz Ayuso presidenta de la Comunidad de Madrid en 2019 y no haber disputado el liderazgo de Ciudadanos a Inés Arrimadas.

Homenaje a Cs

El objetivo de sus memorias es generar una «reflexión colectiva» sobre el lugar a donde se dirige el país. También busca un «homenaje» al partido que ayudó a construir y del que hoy no queda nada. Aguado cree que ahora mismo, en un contexto de auge del bipartidismo, no sería posible una nueva «ola» que generara un movimiento como el que fundó hace casi diez años Albert Rivera.

«No hay hueco para un partido que hable de reformas, de que los ciudadanos se lleven bien. No hay ese espacio en la calle», diagnostica. A su juicio, solo existe una «voluntad», pero no siente la «ola de 2013», que es cuando los partidos emergentes, como Ciudadanos y Podemos, irrumpieron en el tablero político español. En un escenario, además, de crisis económica y desafección política. Deja entrever sus ganas por volver a la primera línea. Pero ese momento, según su análisis, no ha llegado, tal y como relató ayer en la presentación de su libro en la sala Pons (Madrid), con la colaboración de Madrid Foro Empresarial.

En sus reflexiones dedica un capítulo a revisar la decisión de Cs de darle al PP la Presidencia de la Comunidad de Madrid. Un error, a día de hoy, confiesa. «Con la información de hoy en día habría planteado a mi partido exigir la Presidencia. No se la habríamos dado, ni tampoco a Gabilondo. La habríamos exigido para nosotros», se lamenta. También reniega de haber «insuflado aire» a un partido que entonces estaba en la «UCI» por sus resultados en las generales de abril de 2019. Ese aire vino de la Presidencia de los cinco gobiernos autonómicos que su partido «regaló» al PP. Y es que, a pesar de que en el debate político no se contemplaba la posibilidad de que Cs se hiciera con el liderazgo de la Comunidad, ese sí era su objetivo. «Yo no me presentaba para hacer presidente a nadie, me presentaba para serlo yo», confiesa.

Sin embargo, «al tener vetadas las negociaciones con el PSOE por decisión de la ejecutiva nacional de Cs, nuestra capacidad de negociación se limitaba a una sola carta: el PP», lamenta. Se refiere al «veto» de Cs a pactar con el PSOE un gobierno de coalición nacional. Esto dejó al PSOE en manos de Podemos, y finalmente derivaría en un adelanto electoral que dejó a la formación naranja con tan solo una decena de diputados en el Congreso. «La muerte civil» del partido, según relata.

Una vez que Albert Rivera dimite de la política, Aguado pensó en competir con Inés Arrimadas por la Presidencia del partido. Sin embargo, «pequé de prudente». «Es una de las cosas de las que me arrepiento. No lo hice por no pisar callos y, a la larga, fue un error», zanja.