Entrevista

José Antonio de Yturriaga, embajador: «Rabat busca el empujón jurídico de España para su soberanía sobre el Sahara»

Este jurista y experto en Derecho del Mar asegura que "España no obtiene nada a cambio, ni las aduanas de Ceuta y Melilla"

Entrevista a José Antonio de Yturriaga
Entrevista a José Antonio de Yturriaga. David JarDavid JarFotógrafos

Embajador en Rusia, Irak e Irlanda, José Antonio de Yturriaga (Granada, 1936) es un diplomático y jurista experto en Derecho del Mar. A través del teléfono, atiende a LA RAZÓN para ayudarnos a entender qué subyace realmente en las aspiraciones marroquíes de las aguas territoriales del Sahara Occidental y qué riesgos acechan, si es que lo hacen, a las Islas Canarias.

¿Qué cree que busca Marruecos en la cumbre de hoy?

No sé exactamente, pero me temo lo peor. Desde que Sánchez envió aquella carta –redactada en Rabat y traducida del francés al castellano– se dio un giro total en la política española sobre el Sáhara Occidental. España renunció a su histórica posición de neutralidad: podía haber dejado de ejercer la administración, pero siempre manteniendo el apoyo a las resoluciones de la ONU y al dictamen del Tribunal Internacional de Justicia, que dejó claro que la descolonización debía hacerse a través de un referéndum de autodeterminación para el pueblo saharaui. Eso se quebró. Y además, después de que Trump reconociera la soberanía marroquí sobre el Sáhara, otros países han ido alineándose. La última resolución del Consejo de Seguridad, aprobada con abstención de Rusia y China, acepta que la fórmula «más viable» es la autonomía propuesta por Marruecos en 2007. Esa autonomía es, en la práctica, integración plena en el Reino de Marruecos.

Pero España no ha reconocido aún la soberanía.

No lo ha hecho formalmente, pero todo apunta a que Marruecos lo va a intentar arrancar en esta RAN.

Antes de eso, está el peliagudo aspecto técnico de la delimitación marítima.

Exacto. Hay tres áreas distintas: Mediterráneo, Atlántico y, dentro del Atlántico, dos delimitaciones: Canarias-Marruecos y Canarias-Sáhara Occidental ocupado. España ha pedido a la Comisión de Límites de la Plataforma Continental (CLPC) ampliar la plataforma de Canarias hasta las 350 millas. Marruecos lo objetó, diciendo que podía afectar a sus intereses, y anunció que presentaría su propia solicitud. Marruecos puede ampliarla en su costa reconocida, pero no en el litoral del Sáhara Occidental, sobre el que no tiene soberanía. Por eso, en su ley, mezcló la costa marroquí con la sahariana sin distinguirlas. Una jugada hábil: política fuerte, base jurídica muy débil.

Y ahí entraría el monte submarino Tropic, ¿no?

Sí. Ese monte submarino, al sur de El Hierro y más allá de las 200 millas, estaría dentro de la ampliación de 350 millas si la CLPC la concede. Marruecos lo reclama también, apoyándose en su ocupación de hecho del Sáhara. Por eso pide a España un acuerdo provisional de desarrollo conjunto: administración conjunta, reparto de beneficios… Lo que busca es cubrir su debilidad jurídica con un paraguas político español.

¿Ese tema puede aparecer en la RAN?

Marruecos quiere blindar su posición. Políticamente ha ganado muchísimo apoyo: Estados Unidos, Francia, Reino Unido y ahora parte de la ONU. Pero jurídicamente sigue siendo débil. El TJUE ha dictado varias sentencias clarísimas: el Sáhara es un territorio distinto de Marruecos, no autónomo, pendiente de descolonización, y Marruecos no tiene derechos sobre sus aguas. Aun así, Marruecos busca reconocimiento práctico: aguas, plataforma continental, y también control del espacio aéreo del Sáhara. Si se reconoce su jurisdicción marítima y terrestre, se reconoce también la aérea. Es un triple objetivo. Me temo que Sánchez pueda ceder en alguno de estos puntos.

¿Y qué obtiene España a cambio?

Nada. Absolutamente nada. Ni siquiera la reapertura de aduanas en Ceuta y Melilla, que prometieron. España ha cedido en todo, sin contrapartidas.

¿Ceuta y Melilla serán las siguientes reivindicaciones?

Esa es la lógica de la táctica del «salami»: Tarfaya, Ifni, Sáhara… Después, Ceuta, Melilla, peñones, Chafarinas, incluso Canarias. Un exministro marroquí de Exteriores ya dijo no hace mucho que Ceuta y Melilla son «tan marroquíes como el Sáhara Occidental».

Si el año que viene hay cambio de gobierno, ¿podrá revertirse?

El PP es muy consciente de la situación y está estudiándola. Han tenido contactos con el Frente Polisario, lo que ha indignado a Rabat. Creo que un gobierno nuevo volvería al statu quo tradicional: apoyo al derecho de autodeterminación y al referéndum.

Pero es cierto que hay una inercia internacional que favorece claramente al plan marroquí.

Eso es verdad. Políticamente, Marruecos está en su mejor momento. Pero jurídicamente, sigue teniendo un problema enorme. El TJUE ha sido muy claro, y aún existe la República Árabe Saharaui Democrática, reconocida por decenas de estados y miembro de la Unión Africana. Su reconocimiento ha caído, sí, pero no ha desaparecido. Marruecos tiene viento internacional a favor, pero aún no tiene la arquitectura jurídica que necesita. Y busca que España le dé el empujón definitivo.