Inteligencia Artificial
El juez Marchena alerta de los peligros de la justicia robótica: "Es una tarea humana"
El magistrado del Tribunal Supremo asegura sobre los avances de la IA que un juez "es algo más que una máquina integradora de sentencias"
El magistrado del Tribunal Supremo Manuel Marchena ha alertado de que el avance imparable de la Inteligencia Artificial puede abocarnos a una "justicia robotizada", frente a la que se ha posicionado porque -ha recalcado- "la Administración de Justicia es una tarea humana".
Así lo ha asegurado el presidente de la Sala de lo Penal del alto tribunal en su intervención en el Foro Justicia del Colegio de la Abogacía de Madrid (ICAM), en la que ha abordado los desafíos que la Inteligencia Artificial (IA) plantea en la abogacía. Marchena ha sido presentado por el decano de los abogados madrileños, Eugenio Ribón, quien ha lo ha calificado de "jurista excepcional comprometido con el rigor y la defensa del Estado de derecho" antes de asegurar, respecto al impacto en la abogacía de la IA, que "no necesariamente nos va a quitar nuestro trabajo, simplemente hay que integrarla en nuestra labor", porque en su opinión "el principal valor de una empresa siempre será el factor humano".
Marchena ha defendido que el juez "es algo más que una máquina integradora de sentencias" y que como "elemento clave para el equilibrio entre poderes del estado, no se puede sustituir por una justicia robótica". El magistrado se ha preguntado, no obstante, si ante la imagen de politización de la Justicia algunos ciudadanos llegarán a preferir que les juzgue una máquina.
Avances en Shanghai
Y ha recordado el vaticinio de un gurú de la Inteligencia Artificial, Joshua Browder, quien ha augurado que "en pocos años la abogacía será una profesional inútil. Marchena ha recordado que en EE UU estuvo a punto de conseguir que un juez aceptarse que un acusado no fuese defendido por un abogado, sino por IA.
Además, ha señalado, por ejemplo, que la Fiscalía de Shanghai "ha elaborado un algoritmo que permite ejercer la acusación con un índice de acierto jurisdiccional del 97%", que ya se utiliza para formular acusaciones por ocho delitos distintos (entre ellos lesiones o estafa). Algo que para esos fiscales supone, según han admitido, "una descarga de trabajo" que les permite "centrarse en los asuntos más importantes".
Marchena ha enunciado en voz alta las preguntas que muchos ciudadanos pueden llegar a hacerse ante el desembarco de la IA en la Justicia "¿Para qué queremos fiscales? ¿Para qué queremos juicio? ¿Para qué queremos jueces? ¿Qué prefiero, un juez humano o un juez robótico?".
Mensaje de tranquilidad a la Abogacía
En todo caso, ha tranquilizado a la Abogacía al asegurar que la profesión es la que está mas "asegurada" frente a los avances de la Inteligencia Artificial por la "labor próxima al cliente" que desarrollan, y por "esa sensación de proximidad" que "no la puede sustituir una máquina".
El presidente del tribunal del "procés" ha asegurado que mientras la relación de los jueces con los ciudadanos es "distante", la de los abogados con sus clientes se caracteriza por la "credibilidad" y la "confianza", algo que ve "insustituible por automatismos". De hecho, ha recordado que según una encuesta realizada en EE UU el 49% considera que la Inteligencia Artificial terminará sustituyendo a los jueces, frente al escaso 2% que opina que sucederá lo mismo con los abogados
Asimismo, ha destacado "la capacidad que tiene el abogado para responder a los dilemas éticos de su profesión". "Sois los que tenéis más asegurado el futuro -ha recalcado-. Evidentemente, esto exigirá un adaptación", por lo que les ha instado a no caer en el pesimismo. Eso sí, les ha apremiado a huir de una actitud "anti" y a sumarse a "ese tsunami con una tabla de surfear lo suficientemente sólida".
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