PSC
Meritxell Batet renuncia a su acta de diputada y abandona la política
La que fuera presidenta del Congreso en la pasada legislatura ha anunciado su decisión tras 19 años como diputada
Meritxell Batet se marcha. La que fuera presidenta del Congreso durante la pasada legislatura y cabeza de lista del PSC por Barcelona en las pasadas elecciones generales anunció este miércoles que renuncia a su escaño y abandona la primera línea política. En un contexto de degradación institucional, crispación y politización extremas, Batet ha dicho basta. Lo hace pese a tener una excelente proyección y haberlo sido prácticamente todo durante su trayectoria: más de 19 años como diputada, ministra de Política Territorial y Función Pública durante el primer Gobierno de Pedro Sánchez y en la última etapa ejerciendo como tercera autoridad del Estado, al frente de la Cámara baja.
«Me voy con el orgullo de haber servido a un proyecto colectivo que busca, por encima de todo, mejorar la vida de las personas y transformar la sociedad. Un proyecto al que me he entregado en cuerpo y alma y al que seguiré sirviendo allí donde vaya», señaló, a modo de comunicación oficial a través de una cadena de mensajes en su cuenta de la red social X, antiguo Twitter.
Batet se mostró convencida en el mismo texto de que «pronto habrá un nuevo Gobierno de progreso liderado por Pedro Sánchez que continuará con los avances y las reformas que la sociedad española necesita». «Ha sido un honor y un privilegio. Gracias, de corazón», concluyó. La que dirigente catalana ya dio un paso al lado en plenas negociaciones para la Presidencia del Congreso en el mes de agosto y se descartó para repetir en el cargo. Su perfil tampoco contaba con el aval de los socios independentistas catalanes y finalmente se eligió a Francina Armengol, por tener mejor sintonía con los nacionalistas.
Batet deja la política tras ganar las elecciones en Cataluña –el PSC consiguió 19 escaños el pasado 23 de julio–, un resultado clave para que el PSOE aguantara la posición en estos comicios y después de presidir el Congreso durante una legislatura muy dura, marcada por el cierre del Parlamento por la pandemia y en la que fue diana de los ataques de los grupos parlamentarios. Desde el PP, que acusaron a su Presidencia de «pucherazo» por el voto equivocado de Alberto Casero en la reforma laboral; hasta sus socios de Podemos, por la retirada del escaño al diputado canario Alberto Rodríguez. Varias fuentes consultadas apuntan a que son «motivos personales» los que han pesado en su decisión, dado que el alineamiento es total y no existen discrepancias políticas con Pedro Sánchez ni con Salvador Illa, el primer secretario del PSC, a quienes agradeció su confianza durante estos años.
Nacida en Barcelona en 1973, Batet estudió Derecho y llegó a ser profesora de Derecho Administrativo y de Derecho Constitucional de la Universitat Pompeu Fabra. De origen humilde –fue desahuciada del piso familiar por el banco cuando vivía con su madre– se sacó la carrera gracias a becas y trabajando de camarera en varias discotecas de Barcelona –Nick Havanna y Bikini–. También cursó estudios de danza, la vocación que tuvo que abandonar, e inició su carrera política en el PSC de la mano de Narcís Serra, cuando este era el primer secretario del PSC, hasta que José Montilla la animó en el año 2004 a saltara al Congreso como diputada coincidiendo con la victoria de José Luis Rodríguez Zapatero.
Pese a ser uno de los pilares políticos del proyecto de Pedro Sánchez, en las primarias de 2014 por el liderazgo del PSOE, Batet apoyó a su rival Eduardo Madina. En un ejercicio de integración el nuevo secretario general la incorporó a su equipo, como secretaria de Estudios y Programas, y la llevó de número dos por Madrid en las elecciones de 2015. Desde entonces, ha ocupado cargos de máxima relevancia. Primero, tras la victoria de la moción de censura a Mariano Rajoy, Sánchez le confío la cartera de Política Territorial y Función Pública, con el objetivo de reconducir las maltrechas relaciones con Cataluña tras la aplicación del artículo 155. En su mandato, Batet recuperó la comisión bilateral Estado-Generalitat. Ya en 2019, Batet abandonó el Gabinete, pero Sánchez volvió a conferirle un cargo de peso, asumiendo la tercera autoridad del Estado, como presidenta del Congreso de los Diputados.
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