Inmigración

Rabat aflojó el control migratorio coincidiendo con el acercamiento de España a Argelia

"Marruecos igual que Argelia presionan con la inmigración", aseguran fuentes de la Guardia Civil

Miles de personas intentaron cruzar hacia Ceuta, en una avalancha de inmigrantes sin precedentes en España al registrarse la entrada en 24 horas de 5.000 personas (un tercio de ellas menores
Miles de personas intentaron cruzar hacia Ceuta, en una avalancha de inmigrantes sin precedentes en España al registrarse la entrada en 24 horas de 5.000 personas (un tercio de ellas menoresMohamed SialiAgencia EFE

Lluvia, fuertes vientos y oleaje. Un cóctel explosivo que no invita a lanzarse al mar bajo ninguna circunstancia, pero que, sin embargo, aprovecharon hasta 135 inmigrantes, de ellos 57 menores marroquíes, para intentar alcanzar Ceuta a nado desde Marruecos. De forma constante y continúa lo hicieron a través de los espigones fronterizos norte de Benzú y sur del Tarajal desde el pasado jueves, coincidiendo con el anuncio del gobierno español de la visita del ministro de Exteriores, José Manuel Albares, a Argelia. Una visita que finalmente no se produjo, según fuentes diplomáticas, “por motivos de agenda”, pero cuya cancelación sorprendió ya que a tan solo doce horas estaba todo preparado para el viaje del jefe de la diplomacia española a Argel para intentar poner fin a una crisis de más de dos años.

“Ya sabemos cómo funciona. Marruecos igual que Argelia presionan con la inmigración. Nosotros tenemos claro una cosa: se nota mucho cuando Marruecos colabora y cuando no lo hace. De hecho, ha estado colaborando mucho”, explica a LA RAZÓN, Guillermo Lorenzo, secretario de comunicación de Jucil (Asociación Profesional Justicia Guardia Civil). El viernes llegaron 61 -de ellos 27 menores-, el sábado accedieron 35 -once de ellos menores- y el domingo 29 más -diecisiete menores-, además de 5 -uno menor- ayer, según los datos obtenidos por EFE por fuentes policiales y sanitarias. Todo esta presión migratoria se redujo, casualmente, una vez cancelado el viaje de Albares a Argel. De hecho, sin ir más lejos, este martes la armada marroquí reforzó la vigilancia en el entorno marítimo de la frontera con Ceuta con el objetivo de persuadir a quienes se juegan la vida para intentar llegar a Europa a través de España. “Se nota muchísimo cuando Marruecos colabora, cuando hay buena relación”, insisten desde Jucil.

De hecho, según el balance trimestral del Ministerio de Interior, en el primer mes de enero se registraron 90 entradas frente a las 80 del año pasado. Solo durante los días que estaba prevista la visita del ministro Albares a Argelia entraron por lo tanto el 60% de los inmigrantes que lo hicieron durante el primer mes del año.

Esta avalancha migratoria ha puesto contra las cuerdas a los sistemas de acogida de la ciudad. En este sentido, el presidente de Ceuta, Juan Jesús Vivas (PP),envió una carta al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en la que solicita una reunión "urgente" para tratar asuntos como la presión migratoria que padece la autonomía ceutí, sobre todo de menores marroquíes. En lo que va de año han entrado en Ceuta más de 120 menores, lo que supone el 95 % de toda la capacidad de acogida en menos de mes y medio, de ahí la petición del gobierno autonómico a la Administración del Estado.

Todos los menores llegaron en buen estado a la costa. No en vano, desde Jucil recuerdan que lo hacen “muy bien preparados, con sus trajes de neopreno, sus aletas”. Respecto a los medios con los que cuentan para hacer frente a estas entradas irregulares desde el sindicato insisten en que “tenemos los justitos” y, añaden, que “no hay unos medios específicos para luchar contra los saltos de valla y contra las entradas a nado. Los medios son las embarcaciones del servicio marítimo, pero no hay, no hay una forma de controlar un salto masivo o las entradas masivas”.

Todo ello, pese a que las entradas masivas de migrantes en Ceuta son un fenómeno recurrente en Ceuta. En la retina todavía perdura la entrada la llegada masiva de inmigrantes de 2021 que se produjo después de que Marruecos avisara de las consecuencias de acoger a Brahim Ghali. En el llamado Concepto de Seguridad 2022 aprobado por la OTAN en Madrid se introdujo como amenaza híbrida el uso político de los inmigrantes para desestabilizar un país.