El Rey, en defensa del municipalismo: "En ningún lugar como en los pueblos se hace la vida democrática tan tangible"

En la vertiente sur de la Sierra de Híjar, en la comarca de la Montaña Palentina, sobrevive el pueblo con el Ayuntamiento más antiguo de España. Fue reconocido como tal en la Carta Puebla otorgada por el conde Munio Núñez y su esposa, la condesa Argilo, a sus ciudadanos hace mil doscientos años, cuando aún se llamaba Brannia-Ossaria. Aquella tierra «de brañas y osos» evolucionó hasta el Brañosera de hoy, pero sigue siendo la cuna del municipalismo de España y, en realidad, de Europa entera.

Los Reyes han paseado hoy por las mismas calles en las que aquellos condes tuvieron, como dijo Felipe VI, la «idea revolucionaria» de hacer partícipes a sus habitantes del gobierno de su propio destino político para animarles a instalarse en «una tierra de frontera, expuesta a incursiones y pillajes».

Una fórmula, la del municipalismo, que sigue siendo la piedra de toque de nuestra democracia y cuyo primer pilar se levantó con el Foro de Brañosera que ha recibido el homenaje de Don Felipe y Doña Letizia como parte de la agenda de conmemoración de su primera década de Reinado.

Hasta allí han viajado, como ha dicho el Rey parafraseando al poeta castellano Claudio Rodríguez, para comprobar «qué hazaña vibra en la luz de este paisaje». «Esas personas y esas discusiones fueron, permitidme insistir en ello, la piedra fundacional del municipalismo. Porque, hoy igual que entonces, el municipalismo es integración y participación; son derechos y libertades, pero también las responsabilidades inherentes a la vida ciudadana. En ningún lugar como en los pueblos se hace la vida democrática tan tangible, tan real», ha dicho el Monarca en su discurso de clausura de un acto en el que estuvieron acompañados por el presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco.

Situado en el corazón de la «España vaciada», Brañosera cuenta hoy con apenas 250 habitantes, pero el número de personas que ha recibido a los Reyes, según recoge Efe, ha sido muy superior. Banderas de España, aplausos y peticiones de fotos para dar la bienvenida a los Monarcas, que también han sido escoltados por el ministro de Política Territorial, Angel Víctor Torres.

«Sin este primer paso que disteis aquí, seguramente no se entenderían ni el Renacimiento, ni la Ilustración, ni la Revolución Francesa, ni los regímenes constitucionales y democráticos, ni la construcción de la Europa unida. Porque beben, todas esas ideas, de la misma fuente participativa, crecen a partir de la misma raíz humanista», ha proseguido Felipe VI. En opinión del Rey, «del municipalismo se levanta la arquitectura de instituciones del estado contemporáneo: nuestra administración provincial, autonómica y central. Las instituciones, cuanto más amplias y complejas, más parecen alejarse del día a día de los ciudadanos. Pero en último extremo cumplen la misma función que la carta puebla del pueblo de Brañosera en el 824: son la garantía de nuestras libertades».

La Carta Puebla de Brañosera, el primer fuero castellano, también es uno de los primeros documentos de autogobierno local en la historia de todo el Viejo Continente y, según ha afirmado el Monarca, un precursor en la distancia de nuestra propia Carta Magna: «Y en la cúspide de ese edificio se sitúa nuestra Constitución de 1978 -la ‘‘carta puebla’’ que el pueblo español se otorgó a sí mismo- que inauguró las casi cinco décadas de paz, de estabilidad, de convivencia democrática de nuestra historia reciente. Me enorgullece pensar que la Jefatura de Estado, la Corona, es una parte importante de ese edificio; y que ha estado, y está, en tantos capítulos brillantes de nuestra historia compartida».