Política

Salvador Illa y ERC avanzan en la financiación autonómica, pese a la actitud de Junts

"Nos comeremos los turrones con la financiación", señaló el conseller de Presidencia, Albert Dalmau.

El president de la Generalitat, Salvador Illa, interviene durante el cambio de nombre del CAP Les Corts como CAP Ernest Lluch, 7 de noviembre de 2025, en Barcelona, Catalunya (España). El antiguo centro de atención primaria Les Corts, situado en el distrito de Les Corts de Barcelona, ha pasado a denominarse CAP Ernest Lluch como homenaje a Ernest Lluch, exministro de Sanidad asesinado en 2000. 07 NOVIEMBRE 2025;CAP;ERNEST LLUCH;PRESIDENT;LES CORTS;CATALUÑA;MEDICINA; David Zorrakino / Europa...
Illa preside el cambio del CAP Les Corts como CAP Ernest Lluch en BarcelonaDavid ZorrakinoEuropa Press

El Govern de Salvador Illa y ERC siguen avanzando, junto con el Ministerio de Hacienda, en la concreción de un nuevo sistema de financiación, al margen de la ruptura de Junts con el PSOE, dado que el partido de Carles Puigdemont permanece en la oposición en el Parlament desde el comienzo de la legislatura.

Illa sabe que la carpeta de la financiación es el pilar sobre el que se fundamenta su mandato: fue esta la cuestión nuclear del pacto de investidura sellado entre ERC y el PSC -avalado también por el PSOE- y es en este apartado en el que Oriol Junqueras, al mando de los republicanos de nuevo desde hace casi un año, centra casi todos sus esfuerzos, según recoge la agencia EFE.

Negociadores de las dos partes se dejaron ver el pasado miércoles en el Parlament, en una reunión que quisieron inscribir en la normalidad y que sirvió, según aseguraron, para "seguir avanzando".

Si hace unas semanas parecía que las cosas se aceleraban -los republicanos llegaron a temer que María Jesús Montero pudiera plantear su propuesta sin haber cerrado aún un acuerdo-, ahora se comienza a asumir que quizá "nos acabaremos comiendo los turrones con la financiación", como señaló el pasado martes el conseller de la Presidencia, Albert Dalmau.

Las prisas, sin embargo, nunca han sido del agrado de Illa, que en el debate de política general, hace ya un mes, sentenció: "No me gusta eternizar los debates, pero sé tener paciencia para alcanzar buenos acuerdos". Una frase con la que también se refirió a los Presupuestos de 2026, supeditados al pacto en financiación.

Aprobar unas nuevas cuentas, que serían las primeras del mandato, le aseguraría estabilidad al Govern de Illa para lo que queda de legislatura, razonan fuentes de los socios de investidura. Eso lo sabe el president -aunque su entorno recuerda que también se puede gobernar con suplementos de crédito-, lo sabe ERC -que traslada la presión al Govern- y lo sabe Comuns, que aprovecha este 'impasse' para redoblar su apuesta por las políticas de vivienda, informa EFE.

Tras meses de negociaciones, han aparecido los primeros signos de acuerdo: ERC avanzó recientemente que la cifra -aún no cerrada, pero que superará los 4.000 millones de euros- de recursos adicionales para Cataluña que planteaba Hacienda se "acercaba mucho" a la de los republicanos.

Sin embargo, sigue sin haber acuerdo en el principio de ordinalidad o en la recaudación de impuestos, que figuran en el pacto de investidura.

Desde ERC asumen que una ordinalidad "pura" -es decir, que si Cataluña es la tercera comunidad que más recursos aporta al sistema sea también la tercera en recepción- no es posible porque haría insostenible el modelo, pero reclaman escalar posiciones.

También recriminan que el cálculo de la población ajustada que propone Hacienda para hacer el reparto de recursos es peor para Cataluña que el del modelo anterior; un escollo que fuentes al corriente de la negociación señalan que podría superarse si Cataluña recaudara el IVA de las pymes, una propuesta que ya se contempla en el acuerdo de investidura.

Se avecinan momentos decisivos y una fuente conocedora resumía así, hace unos días, la cautela con la que se afronta este tramo de la negociación: "En una maratón, los últimos cien metros son los más peligrosos". Algunas voces también apuntan a que las elecciones anticipadas en Extremadura y unos eventuales comicios en la Comunidad Valenciana pueden ralentizar el calendario de Hacienda.

Todo lo anterior ocurre al margen de Junts, cuyos siete votos en el Congreso fueron determinantes para la investidura de Pedro Sánchez, mientras que sus 35 diputados en el Parlament rechazaron hacer president a Illa, que sí sumó los apoyos de PSC, ERC y Comuns.

El partido de Puigdemont, que no ha dado muestras hasta la fecha de querer forzar a Illa a jugar a la geometría variable, sí tendrá la palabra, sin embargo, si algún acuerdo de financiación llega al Congreso: ahí Junts seguirá siendo imprescindible para alcanzar la mayoría, puesto que se da por descontada la oposición de PP y Vox.

El PSC nunca ha escondido su malestar por la voluntad de Junts de interlocutar directamente con el PSOE. Con todo, Illa ha dejado claro que él mantendrá los acuerdos firmados con Junts a nivel municipal.