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Inversión

Sánchez llegará al 2% en Defensa en nueve meses y sin pasar por el Congreso

El Consejo de Ministros aprueba el plan nacional que prevé inyectar 10.471 millones de euros para cumplir el compromiso con la OTAN

El Gobierno afrontará en los próximos nueve meses una inversión en Defensa superior a la que ha acometido en los últimos siete años. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha comparecido esta mañana en Moncloa para dar la máxima solemnidad al anuncio de que España cumplirá este año con el 2% de gasto militar comprometido con la OTAN, esto es, 33.123 millones de euros. En apenas unas semanas, el Ejecutivo ha pasado de asegurar que pelearía por "acelerar" la inversión a culminar los objetivos establecidos. A día de hoy, España se ubica en un 1,4% de gasto respecto al PIB. Para ello, el Consejo de Ministros ha aprobado hoy el Plan Industrial y Tecnológico para la Seguridad y la Defensa, que estará dotado con 10.471 millones de euros y que se remitirá mañana a Bruselas para su valoración por la OTAN y la Comisión Europea.

Sánchez ha detallado mínimamente el origen de una movilización tan potente de recursos, que se hará a través de remanentes de otras partidas, ingeniería presupuestaria, Fondos Next Generation dirigidos a la ciberseguridad y gracias a la "rigurosa gestión económica de este Gobierno" que, según Sánchez, ha permitido generar ahorros que serán empleados en este refuerzo en Defensa. Con este encaje de piezas y todavía por determinar si España podrá beneficiarse de la financiación europea, el presidente se ha reafirmado en su vocación de que la inversión no pasará por el Congreso de los Diputados.

Sánchez ha argumentado que al tratarse de una "reasignación presupuestaria", "desde el punto de vista legal", no requiere el aval parlamentario, porque no supone un esfuerzo añadido en gasto o para las empresas que deba ser sometido a votación de los grupos. El Gobierno no quiere someterse al trágala de las Cortes porque esta cuestión rompe el tradicional eje izquierda-derecha y le obligaría a recurrir al PP para su aprobación, dejando de lado a sus socios.

El presidente se ha referido a esta cuestión, haciéndose cargo de las diferencias que existen en este ámbito en el Parlamento, unas diferencias que llegan al mismo Consejo de Ministros, donde Sumar ha presentado "observaciones" a lo que consideran un "exorbitado" gasto en Defensa y han pedido la retirada del plan del orden del Consejo de Ministros. Fuentes gubernamentales rebajan el conflicto y aseguran que se trata de una cuestión de "matices" y circunscriben el desacuerdo al 19% del gasto en armamento. Durante la comparecencia, Sánchez ha llamado a todas las fuerzas a "arrimar el hombro", porque la ciudadanía "no quiere controversias estériles o interesadas" y ha asegurado que "el Gobierno está unido detrás de este plan con algunos matices".

El plan cuenta con cinco pilares en torno a los que se distribuye la inversión. Cinco grandes pilares: El 35, 45% (3.712 millones de euros) irá destinado a la mejora de las condiciones laborales de la tropa y la marinería, sus condiciones de preparación y el equipamiento de las Fuerzas Armadas. El 31% (3.260 millones de euros) se enfocarán en elaborar, fabricar y adquirir nuevos sistemas de telecomunicaciones y de seguridad. El 19% (1.962 millones de euros) se invertirán en la fabricación y adquisición de equipos de defensa y disuasión.

Esta es la partida más controvertida, la dirigida específicamente a armamento, por ello Sánchez se ha visto obligado a realizar un esfuerzo añadido de explicación. "Lo hacemos no para atacar a nadie, sino para disuadir a aquellos que estén pensando en atacarnos a nosotros o a Europa". El plan se completa con un 17% (1.750 millones de euros) para el apoyo a la gestión de emergencias y desastres naturales y un montante final del 3% (328 millones de euros) dirigido a las misiones de paz en el exterior.