Sánchez considera "una mala noticia para Europa" que Vox llegue al poder

El próximo 1 de julio España asumirá la Presidencia de turno de la Unión Europea, una oportunidad internacional que colocará a nuestro país como escaparate europeo, pero que estará inexorablemente marcado por la convocatoria electoral de finales de mes y la digestión posterior de sus resultados. Desde el Gobierno descartan que la cita con las urnas vaya a suponer una distorsión sobre el desarrollo del proceso, dado que ya se han celebrado procesos electorales en otros países -Francia llegó a celebrar tres elecciones- que asumieron esta responsabilidad con anterioridad. "La democracia nunca es un problema", ha señalado Pedro Sánchez.

En el horizonte, y ante el nuevo escenario que abierto en la Comunidad Valenciana de pactos entre PP y Vox, se vislumbra ya la eventualidad de que este tipo de acuerdos se puedan reproducir también a nivel nacional. Durante la rueda de prensa que ha ofrecido el presidente del Gobierno esta mañana en La Moncloa, en el marco de presentación de las prioridades para la Presidencia española, Pedro Sánchez ha evitado referirse abiertamente a la cuestión -pese a la insistencia de los periodistas-, aferrándose a los apercibimientos de la Junta Electoral Central por hacer partidismo desde la sede gubernamental.

Sin embargo, el jefe del Ejecutivo sí ha dejado una advertencia contra los extremismos en el aire. Ha calificado como una "mala noticia para la Unión Europea" que partidos antieuropeístas lleguen a las instituciones, formaciones que cuestionan los principales consensos y avances logrados por los 27, y ha recordado que "si algo hemos aprendido con la pandemia y la guerra es que debemos estar mucho más unidos en torno a los desafíos comunes". En este sentido, Sánchez ha insistido en que tener movimientos políticos que cuestionan los desafíos comunes o que plantean nuevas problemáticas, por ejemplo, en lo relativo a las fronteras es "una mala noticia". Lo ha asegurado en una apreciación velada a Vox, que se encuadra dentro de estas formaciones, aunque ha emplazado a los medios a hablar de la "derivada que esto pueda tener en España en otra ocasión y otros formatos".

El objetivo de la comparecencia era desgranar los objetivos de la Presidencia española de la Unión europea, que se incardinan en cuatro ejes: reindustrializar Europa y garantizar la autonomía estratégica abierta; adaptar y seguir avanzando hacia la transición ecológica; consolidar el pilar social para conseguir una mayor justicia social y económica, así como reforzar la unidad europea. Dentro de las medidas a impulsar, Sánchez se ha comprometido a fijar estándares mínimos de tributación para las grandes corporaciones en todos los estados miembros, sobre todo en el ámbito digital, así como combatir la elusión fiscal y las sociedades fantasma.