Un año de la "reflexión"

Sánchez, del hiperliderazgo en el PSOE a estar "tocado en lo personal"

Un año después de amagar con marcharse, el presidente está decidido a agotar el mandato, pese a que el cerco a su mujer "le ha pasado factura"

Comparecencia del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, para informar sobre el nuevo escenario geopolítico de la Unión Europea y de las conclusiones del Consejo Europeo de los días 20 y 21 de marzo de 2025, entre otros asuntos.© Alberto R. Roldán / Diario La Razón.26 03 2025
Comparecencia del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, para informar sobre el nuevo escenario geopolítico dAlberto R. RoldánFotógrafos

Nos atraviesan una serie de hechos inéditos que hacen perder pie de la trascendencia del momento, pero lo que se vivió el pasado 24 de abril de 2024 marcó un hito. Por primera vez en democracia, un presidente del Gobierno amagó públicamente con marcharse, sin llegar después a hacerlo, e hizo partícipe de sus dudas sobre si "merecía la pena seguir" al frente del Ejecutivo a todos los españoles a través de una carta a la ciudadanía.

Una forma de dirigirse a la población con tintes populistas, sin intermediación de los resortes del Estado ni del partido, que abrió, además, un debate ignoto sobre su sucesión al frente del PSOE. Un Pedro Sánchez hasta entonces enfocado en forjar una mandíbula de acero, decidió exhibir sus vulnerabilidades. En su entorno no esconden que le habían tocado su "talón de Aquiles", a su mujer Begoña Gómez, después de que un juzgado de Madrid abriera diligencias de investigación contra ella por varios delitos.

Este primer anillo del cerco judicial al entorno del presidente del Gobierno le llevó a una finta estratégica. Fuentes consultadas por este diario revelan que la carta no la consultó con nadie de su equipo, posteriormente el propio Sánchez reconoció que sí la compartió con su mujer. Simplemente se la remitió para que revisaran las correcciones de estilo oportunas y la hicieran pública por los canales oficiales. El estupor en su núcleo duro fue total. Personas de máxima confianza reconocen que se enteraron de su decisión al mismo tiempo que el resto de españoles. Cinco días de "reflexión" en los que sumió al país, al Gobierno y a su propio partido en la más absoluta oscuridad.

La salida de esta coyuntura inédita se limitó a una frase: "He decidido seguir" pronunciada con solemnidad en una declaración institucional desde la Moncloa convocada a tal efecto, saber qué había determinado hacer con su futuro y con tantos otros. Posteriormente, esta "reflexión" se vestiría políticamente con un "Plan de acción por la democracia", un compendio de medidas de "regeneración pendiente" que se alumbraron varios meses después, casi sobre la marcha, para tratar de justificar el vodevil generado, y con la lucha contra los "pseudomedios" como eje vertebrador.

Las consecuencias de la investigación a su mujer han tenido también derivadas políticas e, incluso, orgánicas. El liderazgo de Sánchez como secretario general, nunca antes en cuestión, se vio amenazado por su propia tentativa de marcharse, asomando al PSOE al abismo de «un día después» sin Sánchez para el que no estaban preparados. No es que hayan surgido desde entonces movimientos desestabilizadores, pero sí hay un nivel de contestación interna –que se ha visualizado en lo relativo a la financiación singular para Cataluña– que no se había dado hasta el momento en el partido.

Quienes le conocen y pertenecen a su entorno revelan que la investigación a su mujer "le ha pasado factura". "Está muy tocado en lo personal", asegura una persona de su círculo de confianza, que apunta que le ha "afectado" que su esposa esté en la diana política y judicial. "Ha sufrido", destacan, añadiendo inmediatamente que ha decidido ir "hasta el final" y "está seguro de que todo quedará en nada". Otro cargo consultado señala que Sánchez ha estado "muy preocupado" por el impacto que ha tenido esta cuestión y que se defenderá "con todo". En la estrategia judicial, los diferentes recursos y querellas por prevaricación –incluso la impulsada desde la Abogacía del Estado– contra el instructor han naufragado.

Dentro la estrategia de defensa política estaba la aprobación de los Presupuestos que garantizaran, ya sin ninguna duda al respecto, su continuidad hasta 2027. Pero esto también ha fracasado. Sin embargo, no tener el salvoconducto para agotar la legislatura, en forma de cuentas públicas, no cambia su intención de culminar el mandato. "Es la máxima prioridad", aseguran fuentes de su círculo, conscientes de que tener a su disposición todos los resortes del Estado es una garantía para enfrentar el futuro.