
El balance del presidente
Sánchez se niega a adelantar las elecciones pese a los casos de corrupción y la debilidad parlamentaria
El presidente también ha anunciado que tiene intención de presentar unos presupuestos para 2026
El presidente del Gobierno ha vuelto a poner este lunes fecha de caducidad a la legislatura: el año 2027. Sánchez cierra la puerta, al menos en público, a un hipotético adelanto electoral. El líder socialista quiere agotar los dos años de mandato que le quedan al frente de la coalición pese a los escándalos que acechan al PSOE y que se están investigando en los juzgados. El ambiente en Moncloa ha sido de euforia impostada. El propio presidente espera que el verano (y la actualidad) le permita descansar, porque llega muy tocado al periodo estival. No hace falta leer entre líneas tras tres meses, desde el apagón, de incendios incontrolables.
El presidente también ha anunciado que tiene intención de presentar unos presupuestos para 2026, aunque no ha aclarado si estos se someterán a votación en el Congreso, donde en estos momentos carece de apoyos suficientes para aprobarlos, ya que ni Junts ni Podemos tienen intención de votarlos. Es más, Sánchez ha incidido en que no ocurriría nada si no logra sacarlos adelante, puesto que los fondos europeos son “otra fantástica herramienta” que incorporar “al carril” presupuestario. Este diario ya adelantó que el presidente antepone el dinero comunitario al diseño de unas cuentas.
Y eso que cuando el presidente no pudo sacar las cuentas de 2019, porque las tumbó ERC, convocó a los españoles a las urnas porque, dijo, "sin presupuestos no se puede gobernar”. Pero seis años después el contexto político es otro. Y, sobre todo, las expectativas electorales de la coalición no admiten comparación con aquella época, puesto que prácticamente todos los sondeos publicados hasta este lunes apuntan a una holgada mayoría parlamentaria de PP y Vox.
Sánchez, en cualquier caso, es plenamente consciente de que la ley presupuestaria es un termómetro para medir la estabilidad política de su gabinete, en horas bajas tras los escándalos de corrupción que han llevado a la prisión de Soto del Real al ex número tres socialista Santos Cerdán. Pero el presidente también sabe que las cuentas se han convertido en un elemento más simbólico ahora que llega dinero europeo, aunque en la práctica canalicen los recursos de los ministerios para ejecutar las políticas públicas. No obstante, repite que quiere negociar con todos los grupos parlamentarios.
Cabe recordar que hubo algunos miembros del partido que, nada más trascender el informe de la Guardia Civil sobre Cerdán, pidieron al secretario general del PSOE que pusiera fin a la aventura y convocara los comicios, como el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page. Pero el presidente no está dispuesto. Solo piensa en resistir. “Estamos a mitad de camino. Queda mucho trabajo por hacer y mucha legislatura. El Gobierno afronta con la misma determinación y energía que los años anteriores los dos que restan hasta las elecciones de 2027”, ha dicho Sánchez en el balance de fin de curso en Moncloa.
Sánchez se ha colgado la medalla por los avances en estos seis meses del programa de gobierno. Aunque trampea algunos datos. Moncloa insiste en que en lo que va de legislatura, el Ejecutivo ha logrado aprobar 42 leyes y ha cumplido el 45% de los 200 compromisos que adquirimos con la ciudadanía en 2023. Pero lo cierto es que no se trata de 49 leyes, porque están sumando los decretos. Este diario ha hecho un recuento de la actividad legislativa: solo diez leyes y nueve orgánicas. Se trata de un total de 19 desde las elecciones del 23J de 2023. Esto significa que la Cámara Baja aprueba una ley cada 37,4 días. Y es un dato preocupante, ya que se trata del ratio más bajo de toda la democracia.
Pero el presidente está obstinado: "En los próximos dos años vamos a seguir por este mismo camino. Peleando cada votación y cada ley. Velando por los intereses de la mayoría social, frente a los privilegios de las élites e impulsando una agenda social, económica y medioambiental ambiciosa y progresista", ha zanjado pese a que miembros del Ejecutivo admiten que la coalición se ha quedado sin grandes banderas sociales que ondear en los próximos años. Apenas algunas mejoras de las normas ya aprobadas que permitan a su socio tener algo que vender a su electorado.
Por ello, el presidente ha anunciado que este martes, el Consejo de Ministros dará luz verde a una ampliación de los permisos de nacimiento y cuidados, negociada con Sumar desde hace semanas. Precisamente ha sido el socio minoritario del Gobierno el que ha divulgado el pacto a primera hora de la mañana y que consta de los siguientes cambios: una semana más de nacimiento y cuidados hasta que el niño tenga 12 meses (de las 16 actuales hasta las 17 con entrada en vigor inmediata); dos semanas más de permisos parentales retribuidos al 100% para cuidados hasta los 8 años y 32 semanas de permisos de nacimiento y cuidado para familias monoparentales -cuatro de ellas disfrutables hasta que el niño cumpla 8 años-.
El presidente ha recuperado una vieja intención que lleva dos años clamando: verse con Carles Puigdemont; aunque sigue sin fijar una fecha. Hace al menos dos años que el líder socialista repite que tiene previsto una cita con el expresidente catalán fugado de justicia. A colación de dicha intención, Sánchez se ha felicitado de que el Tribunal Constitucional haya dado su aval a la ley de amnistía, “una de las principales leyes de esta legislatura”. “Yo creo que esta es una extraordinaria noticia para un país que trabaja por el reencuentro y la convivencia entre los pueblos de España”, ha esgrimido.
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