Monarquía

La sociedad civil, con Felipe VI por 10 años de "ser la solución"

Más de 400 conocidos firmantes han elaborado un manifiesto que fue presentado por Emilio Lamo, Benigno Pendás, Juan José Laborda y Claudia Múgica

Emilio Lamo de Espinosa, Claudia Múgica, Benigno Pendás y Juan José Laborda
Emilio Lamo de Espinosa, Claudia Múgica, Benigno Pendás y Juan José Laborda CedidaCedida

Los altos techos y exuberantes salas de la casa de los Lujanes, que acoge la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas, fueron testigos de la presentación del manifiesto " La primera década de una monarquía renovada", firmado por más de 400 reconocidísimas figuras de la academia, el mundo profesional y política.

Con motivo del primer decenio de Reinado de Felipe VI, esta nutrida representación de la sociedad civil ha querido poner en valor el factor de estabilidad y sosiego que ha constituido el Rey y, mirando al futuro, representará la heredera para nuestro orden constitucional.

La lectura del texto corrió a cargo de Claudia Múgica, de 27 años, acompañada del sociólogo y académico Emilio Lamo de Espinosa; el presidente de la Academia, Benigno Pendás, y el exvicepresidente del Senado Juan José Laborda.

Sobre salen los suscritores del manifiesto, Alberto Aza, jefe de la Casa del Rey entre 2002 y 2011; Amelia Valcarcel; Darío Villanueva, ex director de la RAE; Eligió Hernández, ex fiscal general del Estado; Emilio Cassinello, diplomático; Fernando Valles Pin, catedrático de Ciencias Políticas; Rosa Conde, ex ministra portavoz del Gobierno entre 1988 y 1993.

También Pedro Simón Barceló, presidente del grupo empresarial Barceló; Victoria Camps, ex senadora y catedrática emérita; Javier Rojo, ex presidente del Senado; Jorge Dezcallar, diplomatico; Juan José Lucas, expresidente del Senado y de la Junta de Castilla y Leon.

Lamo de Espinosa apuntó a que los retos del futuro más cercano de la Corona pasa por asentar su continuidad en el futuro con el "lanzamiento" de la Princesa Leonor. Porque, señaló, es preciso que la monarquía "sea percibida como la solución".

Esto, apuntó, porque se realice una tarea común de pedagogía dirigida a "cancelar prejuicios". Puso el experto sociólogo como ejemplo fundamental la tesis difundida por determinados sectores de que la monarquía es incompatible con la democracia. "Cuando los países más avanzados del mundo, como Noruega, Suecia y Dinamarca, son monarquías parlamentarias".

También por el presunto coste que lleva aparejado, cuando, recordó Lamos de Espinosa citando una investigación que pronto publicarán, "la presidencia de la República italiana es mucho más cara que la Corona española".

La profesional de la diplomacia Claudia Múgica resaltó, según su experiencia, que la futura Reina, que será la tercera en la historia, despierta entre las nuevas generaciones un cierto fenómeno "fan" porque "es una mujer joven, que está haciendo el ejército, tiene la edad que tiene y una familia real, en todos los sentidos, ya lo hemos visto", asegura aludiendo al final en la reciente sorpresa que dieron a sus padres en el almuerzo del XX aniversario.

Siguiendo el razonamiento de su predecesora, Juan José Laborda señaló la paradoja que supone que vaya a haber antes con mayor probabilidad "una Reina que una presidenta del Gobierno" y que ello rompe los discursos que la dibujan como una institución "anticuada", cuando seguramente "va a acabar siendo más moderno lo que se presupone que no lo es".

Añadió Emilio Lamo que está demostrado que tener un Rey supone para un país "un antídoto contra el riesgo del cesarismo y populismo" porque su figura "captura la representación total del líder" de una sociedad.

Además de que, argumentó citando resultado del CIS, ha quedado demostrado que "los malos modos de la política", que dice el 87% de la población que no le representa, contrastan con las ideas de "estabilidad, prudencia y voluntad de unidad" que encarna Felipe VI en al actualidad.

En los últimos tiempos se ha visto como determinadas fuerzas conservadores, a las que tradicionalmente se les presuponía una defensa de SSMM, ahora pongan en cuestión su sanción de la Ley de Amnistía.

Para el presidente de la Real Academia de Ciencias Morales se debe a la polarización social que actualmente se vive y que tiene como una de sus principales manifestaciones la "intensidad de las pasiones políticas", así como la presión de la opinión pública hacia las figuras gubernamentales ante "todo lo que no sea lo que a mi me gusta".

Claudia Múgica opinó, por su parte, que representa una "vía de escape o aspiración de salvación" que no son más que "salidas cortoplacistas del querer parar su aprobación ya", matizó, en este sentido, alejadas de cualquier posibilidad real o del marco constitucional.

Al abordar estos cuestionamientos, Lamos de Espinosa reflexionó sobre "la ola de autoritarismo" que sufren hoy en día las democracias consolidadas a consecuencia del "funcionamiento de la democracia" y "no del principio" que representa esta forma de organización social. "Una irritación con que la democracia no cumple", se extendió el intelectual.

En el panorama político actual, expuso Lamos, lo estamos viendo con "la deriva que está viviendo Vox" y la aparición de Alvise y Se Acabó la Fiesta. "Detrás lo que hay son actitudes antidemocráticas de quien no acepta Constitución y quieren transformar al Rey en un dictador más o menos encubierto".