Lucha contra ETA

Terroristas mileuristas

El entramado de la banda garantiza a los excarcelados un dinero de «subsistencia».

Otegi visitó ayer en una cárcel de París a los jefes del colectivo de presos, MIkel Albisu «Mikel Antza»; y Soledad Iparraguirre Guenechea, «Anboto»
Otegi visitó ayer en una cárcel de París a los jefes del colectivo de presos, MIkel Albisu «Mikel Antza»; y Soledad Iparraguirre Guenechea, «Anboto»larazon

El entramado de la banda garantiza a los excarcelados un dinero de «subsistencia».

Mileuristas por haber matado o haber colaborado con ETA. Los terroristas que salen de la cárcel (el año pasado fueron 43) reciben ayudas de todo tipo de la organización Harrera Taldea (Grupo de Acogida), entre ellas las económicas y que llegan hasta la búsqueda de muebles, de los que tienen un catálogo. Entre la percepción oficial (RGI), de los que pueden avalar que no tienen ningún ingreso y las de este grupo, un etarra se puede convertir en mileurista sin hacer absolutamente nada, según han informado a LA RAZON fuentes antiterroristas.

Determinar los nombres de los que se acogen al RGI o reciben ayuda económica de Harrera es más complicado, ya que los datos no son públicos y este mundo se mueve dentro de una cierta opacidad, según los mismos medios. Lo que está claro que el etarra que se haya mantenido dentro de la disciplina de la banda mientras estaba en prisión, al salir de la calle tiene garantizado el «mileurismo», lo que no deja de ser un «premio» por sus actividades delictivas.

En uno de sus folletos, Harrera recomienda a los excarcelados que se acojan a la RGI, junto al Subsidio de Excarcelación, que algunos ex presos pueden cobrar al salir de prisión.

En este momento, la cuantía de la RGI para quien constituye una unidad familiar unipersonal es de 634,97 euros mensuales. No obstante, les recomiendan que se afanen por buscar trabajo, lo que no siempre consiguen ante la actitud de los excarcelados, a los que cuesta someterse a una disciplina laboral.

Entre los que fueron excarcelados durante el año pasado, se encuentran Urtzi Etxeberria, del «aparato logístico militar»; Nerea Garaizar San Martin, del «comando Zaragoza»; Arantza Zulueta, abogada, del «aparato de makos»; Nerea Bengoa, del «comando Madrid»; Mercedes Txibite Berango, que junto a López de la Calle, «Mobutu», se dedicaba a comprar armas para ETA; Oier Lorente, de Segi; Tomas Elgorriaga Kunze, el especialista en fabricar bombas para la banda; Ignacio Lerin, del «comando Urederra»; Iñaki Cañas, de los «comandos» «Nafarroa» e «Ipar Haizea»; Joseba Vizan Gonzalez, que llegó a ser jefe del complejo de ETA en México; Felipe San Epifanio, que perteneció a la mesa nacional de Herri Batasuna y al «comando Barcelona», con el que asesinó a un militar; Rafa Diez Usabiaga, del entramado «político» de la banda; Nekane Txapartegi, del «aparato internacional», y Sebastián Prieto Jurado, del «comando Nafarroa».

La mayoría de los excarcelados tuvieron sus correspondientes homenajes de recibimiento en sus localidades de nacimiento o residencia y, a continuación, entró en acción Harrera Taldea. Este grupo nació en 2012, en la línea del movimiento Pro Amnistía de prestar ayuda a los presos. Tras cumplir la condena, les ayudan «mediante la reclamación de subvenciones en las diferentes instituciones y empresas radicadas en el País vasco». La cuantía de lo que recaudan de las industrias privadas es desconocida ya que se trata, insisten las citadas fuentes, de una asociación muy opaca.

De hecho, Harrera fue una exigencia de los propios presos de ETA que, a finales de 2009, plantearon en su boletín Interno EKIA número 15, «las necesidades asistenciales de los reclusos en cuestiones de salud física y psíquica, extendiendo estas necesidades, a las que le surjan tras el cumplimiento de sus condenas». Para cubrir estos campos, la Izquierda Abertzale habría creado una «Red» de profesionales [médicos, psicólogos y psiquiatras], coordinando su actividad con el colectivo de abogados. En este sentido, para cubrir las necesidades físicas y psíquicas, en mayo de 2011 se presentó públicamente Jaiki Hadi (Asociación para la prevención y la asistencia), aunque su actividad se remonta a 2006. Pero hacía falta más. la asistencia de los presos de ETA tras su puesta en libertad. Harrera se inscribió, el 13 de junio de 2012, en el Registro General de Asociaciones del País Vasco.

Su objetivo, ayudar a los ex reclusos para su reintegración social; ofrecerles orientación legal para reclamar subvenciones y ayudas económicas ofrecidas por las distintas instituciones; facilitarles la asistencia a cursillos para su capacitación profesional; preparar programas de integración laboral y presentar su documentación tantos en organismos oficiales como en empresas; ofrecerles cobertura económica, etcétera.

La asociación funciona, según las fuentes consultadas, como una «gestoría laboral al uso», tramitando las reclamaciones de ayuda económica en las diferentes instituciones, (estatales, autonómicas y municipales) o proporcionándoles trabajo en empresas vascas. Su inscripción en el Registro General de Asociaciones del País Vasco le permite contar con cobertura legal y acceder a las ayudas económicas institucionales, máxime teniendo en cuenta que Sortu-Bildu ostenta el poder en muchos ayuntamientos e instituciones.

En su página web, Harrera se ofrece a realizar gestiones a los presos relacionados con el carnet de identidad, empadronamiento, pasaporte, carnet de conducir, tarjeta médica, subsidios y pensiones a los que puedan tener derecho. «Quienes salen de prisión o vuelven del exilio lo hacen sin patrimonio alguno (porque antes se han declarado insolventes para no pagar a sus víctimas). Para hacer frente a esto, Harrera les proporciona una ayuda (no dice la cantidad, pero les permite convertirse en mileuristas) con la que afrontar los primeros meses de su vida en libertad, la falta de trabajo o el no haber conseguido una pensión digna al llegar a la jubilación.