'Caso Koldo'

¿Tiene Ábalos obligación de abandonar su escaño si entra en prisión?

Ábalos ya se encuentra en el Supremo, donde el juez decidirá si le modifica las medidas cautelares para decretar su ingreso en prisión preventiva

El exministro José Luis Abalos a su llegada al Tribunal Supremo, a 27 de noviembre de 2025, en Madrid (España). El magistrado del Tribunal Supremo, Leopoldo Puente, ha citado al exministro José Luis Ábalos y al exasesor Koldo García a comparecer hoy para decidir si les envía a prisión, como piden las acusaciones populares lideradas por el PP, de cara al juicio que se celebrará en contra de ambos por presuntas irregularidades en los contratos de mascarillas adjudicados por Transportes durante ...
José Luis Ábalos a su llegada al Tribunal Supremo.Eduardo ParraEuropa Press

El juez instructor del 'caso Koldo', el magistrado Leopoldo Puente, ha citado en el Tribunal Supremo al exministro y diputado por Valencia, José Luis Ábalos, y al que fuera su asesor, Koldo García, para realizar una vistilla sobre las medidas cautelares que pesan sobre ellos.

En este sentido, la vistilla ya ha comenzado para Ábalos, y el magistrado Puente tiene que decidir si modifica las medidas cautelares contra ambos, para los que podría determinar su ingreso en prisión preventiva, tal y como ha solicitado la acusación popular dirigida por el Partido Popular.

De esta manera, la vistilla de Ábalos ha comenzado en torno a las 10:00 horas, mientras que la de su exasesor ha sido retrasada para las 12:30 horas -al tiempo que también está previsto que declare en la Audiencia Nacional el presunto conseguidor de la trama, Víctor de Aldama-.

Pero la disyuntiva está en qué ocurrirá si el juez decreta mañana el ingreso en prisión del diputado por Valencia, pues de hacerlo se abriría un escenario sin precedentes que, además, influiría en el funcionamiento del Congreso de los Diputados.

Si entra en prisión seguiría siendo diputado

La situación judicial de José Luis Ábalos atraviesa un punto decisivo. La Fiscalía Anticorrupción solicita para él 24 años de cárcel y 19 años y medio para Koldo García, al considerar que ambos habrían cometido presuntos delitos relacionados con la corrupción en contratos públicos y un presunto enriquecimiento ilícito durante la emergencia sanitaria.

En este contexto, si el Tribunal Supremo decide enviar a Ábalos a prisión provisional, se abrirá un escenario institucional sin precedentes recientes. El Reglamento del Congreso establece que un diputado en prisión preventiva queda automáticamente suspendido de sus funciones parlamentarias: no puede votar, intervenir en el pleno ni participar en ninguna actividad de la Cámara.

Así lo recoge el artículo 21, apartado 2, del propio Reglamento, que indica que "los diputados y diputadas quedarán suspendidos en sus derechos y deberes parlamentarios cuando, concedida por la Cámara la autorización objeto de un suplicatorio y firme el Auto de procesamiento, se hallaren en situación de prisión preventiva y mientras dure esta".

Sin embargo, esta suspensión no supone la pérdida del escaño. El exministro seguiría ostentando formalmente la condición de diputado mientras no exista una sentencia firme o un procedimiento parlamentario que declare su vacante. En la práctica, su asiento quedaría "inhabilitado", sin posibilidad de uso y sin opción de ser ocupado por otra persona.

Esta situación abre un debate inédito en el Congreso: cómo gestionar las mayorías cuando un diputado en activo está en prisión preventiva y no puede ser sustituido. Los precedentes apuntan a que, mientras dure el proceso judicial, el escaño quedaría sin actividad, lo que podría influir de forma notable en el equilibrio parlamentario en un momento de gran ajuste numérico.

Por todo ello, la decisión del Supremo tendrá impacto tanto judicial como institucional. De acordarse la prisión preventiva de Ábalos, este se convertiría en el segundo secretario de Organización del PSOE que pasa por prisión -tras Santos Cerdán, actualmente en libertad condicional- y se reabriría el debate sobre si debe o no modificarse la configuración de las mayorías en la Cámara, al quedar de hecho 349 diputados en lugar de 350.