La UCO reclama al juez el bloqueo "urgente" de una moto de Koldo

La Guardia Civil ha solicitado al juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno que acuerde el bloqueo urgente de una motocicleta de Koldo García, epicentro de la supuesta trama de cobro de comisiones en las adjudicaciones de contratos para el suministro en pandemia por valor de más de 53 millones de euros.

En un escrito remitido al instructor del «caso Koldo», los agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) justifican su solicitud en que la investigación ha puesto de relieve que esa Suzuki AN400 era «el medio de transporte utilizado» por el exasesor de Ábalos «para sus desplazamientos en Madrid». De hecho, la UCO incorpora una fotografía de Koldo García conduciendo esa moto el pasado 10 de enero.

La Guardia Civil expone al magistrado que esa Suzuki ha sido utilizada «habitualmente» por el hombre de confianza de Ábalos «para reunirse» con otras personas para «abordar asuntos relacionados con los hechos investigados».

De ahí que inste al juez Moreno a que emita un mandamiento judicial al jefe provincial de Tráfico de Navarra para que impida «de forma urgente cualquier transferencia de titularidad que se pueda realizar» sobre la motocicleta.

La Suzuki AN400 es uno de los vehículos intervenidos a Koldo García el pasado 20 de febrero en el marco de la «operación Delorme». Pero ahora, la UCO solicita su «traslado y custodia» desde un depósito situado en la localidad de Motandeo (Cuenca).

Multiplicó su parque móvil tras las adjudicaciones

Según un informe de la UCO incorporado al sumario, Koldo García ya era titular de esa Suzuki antes de marzo de 2020 (cuando se formalizaron los primeros contratos con Puertos del Estado y ADIF, dependientes del Ministerio de transportes de Ábalos), al igual que –bien directamente o a través de su entorno familiar o empresarial– disponía también de un Volkswagen Golf, un Renault Megane, y otras dos motocicletas, una BMW K1200LT y una Suzuki VL 500. Su valor de mercado, apenas 920 euros.

Pero el incremento patrimonial a partir de marzo de 2020, coincidiendo con las primeras adjudicaciones bajo sospecha, también se reflejó en el aumento de su flota de vehículos. Según la Guardia Civil, con posterioridad al 1 de marzo de 2020, el exasesor de Áblos, directamente o a través de su entorno familiar o empresas vinculadas, se hizo con otros cinco vehículos y dos motocicletas: un Peugeot 508 (a nombre de Patricia Uriz, esposa de Koldo, pero que utilizaban tanto este como su hermano Joseba), un Kia Niro, un Hyuandai Tucson, un Volkswagen Passat y un Mercedes CLX 320 CDI y una motocicleta Honda NSS 250X y una Harely-Davidson Pan América 1250 Special. La UCO los valoró en 63.186 euros.

La afición por las motos la comparte con su hermano, pues Joseba García –también investigado y a quien habría recurrido para ocultar su patrimonio según los investigadores– tiene una BMW y una Harley-Davidson, adquiridas en 2018 y 2020, respectivamente.

Los Ferrari de Aldama

La flota de vehículos de Koldo García, no obstante, no tiene nada que ver con la del empresario Víctor de Aldama, presidente del Zamora CF y supuesto «conseguidor» de la «trama», a quien la Guardia Civil decomisó en una nave de San Agustín de Guadalix (Madrid), en un taller y en un concesionario seis vehículos, la mayoría de alta gama: un Ferrari Portofino (este lo usaba en régimen de renting), un Ferrari F12, un Land Rover y un Porsche Macan GTS, un Volkswagen Golf y un Audi A8.

Aldama se quejó al juez del «caso Koldo» de que, depositados por orden judicial, las condiciones de conservación de los mismos, que «no suelen ser las mejores», hacen que pierdan valor e incluso que, pasado el tiempo, lo pierdan «totalmente». La defensa del empresario, preocupado por el hecho de que esa mengua le perjudique si es condenado al pago de responsabilidades civiles (si los coches valen menos, debería aportar otros bienes o más dinero para hacer frente a las mismas) tomó nota del kilometraje de los dos Ferrari en el momento de la intervención e incluso grabó en vídeo los vehículos para acreditar que se encontraban «en perfecto estado de conservación».