Caso Nóos

Urdangarín insiste en que se prohíba la difusión de sus correos personales

El Duque de Palma, Iñaki Urdangarin, ha solicitado este martes al Juzgado de Primera Instancia 46 de Barcelona que mantenga la prohibición de la difusión de los correos electrónicos personales del Duque para proteger su intimidad, han explicado fuentes judiciales.

Al terminar la vista, su abogado, Mario Pascual Vives, ha explicado a los medios de comunicación que ha pedido "mantener las medidas cautelares"aunque ha descartado revelar el contenido de la sesión de este martes al tratarse de un asunto de intimidad, según sus palabras.

En la vista han estado juntos Urdangarin y su exsocio en el Instituto Nóos, Diego Torres, que comparecían en calidad de demandante y demandado, y el Duque ha salido una hora antes de concluir, una vez ha finalizado su declaración.

Ahora la juez que lleva esta demanda por presunta vulneración del derecho al honor al desvelarse los correos electrónicos del Duque con contenido personal, en el que están también demandados ocho medios de comunicación por difundirlos tiene una semana para decidir si mantiene la prohibición o la levanta.

El duque de Palma llegaba la Ciudad de la Justicia de Barcelona con más de una hora de antelación sobre el horario previsto para el inicio de la vista, esquivando las protestas convocadas por los funcionarios de Justicia, y ha abandonado los juzgados a las 11.13 horas, en medio de gritos e insultos de los concentrados en la puerta de los juzgados.

Urdangarín, que ha sido citado como testigo, ha llegado a los juzgados a las 08.49 horas de la mañana y, tras saludar con un "buenos días"a las decenas de periodistas, cámaras y fotógrafos congregados en la zona, se ha dirigido directamente a la puerta de la sala de vistas 117 de la Ciudad de la Justicia, en la que se llevará a cabo la sesión, convocada a las 10.00 horas. Posteriormente, a las 09.17 horas, ha llegado el exsocio de Urdangarín, Diego Torres, acompañado por su abogado, Manuel González Peeters, quienes se han dirigido a la sala de vistas sin hacer ninguna declaración.

A puerta cerrada

La vista se ha celebrado a puerta cerrada por orden de la titular del juzgado de primera instancia número 46 de Barcelona, que fue la que el pasado 15 de abril acordó, como medida cautelar, prohibir la difusión de correos electrónicos que afectasen a la intimidad de Iñaki Urdangarín, a raíz de la demanda que este presentó contra Diego Torres y ocho grupos editoriales por vulneración del derecho al honor.

Urdangarín ha llegado sin su abogado, únicamente custodiado por una comitiva de agentes de seguridad que iban de paisano, mientras decenas de periodistas aguardaban en las zonas valladas habilitadas de forma excepcional para llevar a cabo su trabajo.

En un auto notificado ayer a las partes, la juez justificó su decisión de celebrar la vista a puerta cerrada con el objetivo de proteger el derecho a la intimidad de Iñaki Urdangarín, que fue quien reclamó al juzgado que se vetara la difusión de correos electrónicos que afectasen a su intimidad. Según la juez, la vista, que ha despertado una gran expectación por la citación como testigos tanto del duque como de su ex socio Diego Torres, ambos imputados en el caso Nóos, "no tiene interés general y resulta intrascendente al interés público", ya que se trata de un trámite "meramente procesal".

Tras la vista, la juez deberá ratificar o revocar esta medida cautelar de prohibir la difusión de los correos, acordada el pasado 15 de abril, ya que los demandados se opusieron a ella.

A lo largo de la instrucción del caso Nóos, Diego Torres ha presentado en el juzgado numerosos correos electrónicos atribuidos al duque de Palma, que se han ido incorporando al sumario y que, en algunas ocasiones, han sido publicados en la prensa.

Urdangarín presentó en mayo pasado en el juzgado una demanda por vulneración del derecho al honor en el que solicitó una simbólica indemnización de un euro -más costas judiciales- a cada una de las partes contra las que dirigió el litigo, al tiempo que reclamó que se prohibiera la difusión de correos electrónicos que afectasen a su intimidad.