Psicología

Adrián Garrido, psicólogo: "Cuando tu psicólogo te pregunta por la relación con tus padres, quiere saber estas tres cosas"

Pese a que en nuestros tiempos se ha normalizado el acto de ir al psicólogo, todavía existen ciertos prejuicios que atañen al mismo

Adrián Garrido, psicólogo: "Cuando tu psicólogo te pregunta por la relación con tus padres, quiere saber estas tres cosas"
Adrián Garrido, psicólogo: "Cuando tu psicólogo te pregunta por la relación con tus padres, quiere saber estas tres cosas"La Razón

Durante décadas, la idea de acudir al psicólogo estuvo rodeada de mitos y prejuicios profundamente arraigados en la sociedad. Ir a terapia se asociaba con trastornos graves, crisis extremas o incluso con la locura, lo que generó un rechazo generalizado y un silencio colectivo en torno a la salud mental. Muchas personas crecieron escuchando que los problemas emocionales debían resolverse en casa, en silencio, o simplemente ignorarse hasta que se pasaran solos. Esta visión reduccionista provocó que miles de personas arrastraran sufrimientos invisibles por miedo al juicio social o al qué dirán. En algunos contextos culturales, además, se consideraba que pedir ayuda era una muestra de debilidad o una amenaza a la imagen de autosuficiencia.

Sin embargo, el panorama ha comenzado a transformarse con fuerza en los últimos años. Factores como la visibilidad que le han dado figuras públicas a la salud mental, el avance de la psicología como disciplina y la creciente concienciación social han ayudado a desmontar tabúes. Hoy en día, ir al psicólogo empieza a percibirse como una práctica saludable, comparable a hacerse un chequeo médico o asistir al gimnasio. No se trata únicamente de "estar mal", sino de aprender a gestionar emociones, mejorar relaciones, entender patrones de comportamiento o simplemente encontrar un espacio seguro para pensar en uno mismo. Asistir a terapia de forma regular o puntual ya no es un gesto reservado a situaciones límite, sino una herramienta de crecimiento personal.

En un mundo donde el estrés, la ansiedad o el agotamiento emocional son cada vez más frecuentes, reconocer que se necesita ayuda profesional es un gesto necesario y leal a uno mismo. Por el contrario, en algunas ocasiones el hecho de tomar confianza con un desconocido, pese a sus dotes como profesional, generan cierto desconcierto para los nuevos pacientes. Acostumbrado a psicoanalizar a las personas que acuden a su consulta, los psicólogos tratan de captar la mayor cantidad de información posible sobre el individuo en cuestión en la menor cantidad de tiempo. De esta suerte, es normal que en ocasiones pueda resultar confuso, incluso incómodo, contar su historia personal a un tercero.

El sentido de las preguntas que formulan los psicólogos

Adrián Garrido Zurita, psicólogo general sanitario, explica en sus redes sociales cómo funcionan los trucos que emplean los profesionales para extraer información valiosa para el trato de las emociones personales. Cada paciente es un mundo, por lo que, cada uno ha de ser tratado en base a sus facultades psicológicas, sus ausencias afectivas y sus pensamientos internos. "Cuando tu psicólogo te pregunta por la relación con tus padres, seguramente quiera saber estas tres cosas", informa como gancho ante una cuestión clara que se suele plantear en la primera consulta que lleva a cabo un nuevo paciente. Según indica, estos interrogantes son empleados por la mayoría de profesionales y su utilidad es verdaderamente importante.

"Cuando tu psicólogo te pregunta sobre cómo te llevas con otras personas, seguramente quiera averiguar si tienes dinámicas de poder en tus relaciones o si tienes dependencia emocional", asegura Garrido. En este sentido, esta clase de actos rutinarios, como conversar con nuestros cercanos o relacionarnos con personas desconocidas, revelan la verdadera naturaleza de nuestros pensamientos y cómo os afrontamos. Por otro lado, una cuestión ampliamente repetida en terapia es la siguiente. "¿Qué es lo que más miedo te da?" A lo que el psicólogo informa que el objeto de la misma es considerar si el sujeto teme al rechazo, al fracaso y si realmente su problema se centra en huir de los problemas en vez de enfrentarlos.

Al mismo tiempo, otro de los factores clave para establecer un mapa mental sobre el perfil del asistente es su desempeño en las relaciones amorosas. "Cuando tu psicólogo te pregunta qué buscas en una pareja, seguramente quiera averiguar si buscas a alguien que te complemente o alguien que te salve", esclarece. Este último apartado podría desembocar en la dependencia emocional que antes se ha citado y, como consecuencia, a los valores arraigados a otras personas que tan solo mantenemos en nosotros con la presencia de las mismas, es decir, conductas de comportamiento dependientes.

¿Qué quiere saber el psicólogo cuando pregunta por tus padres?

Volviendo a la pregunta principal del vídeo, y la que da nombre a este artículo, el experto incide en tres facetas fundamentales que, con la respuesta del paciente, podrán ser analizadas por el psicólogo que formule la cuestión. Por un lado, buscar hallar los patrones de apego de la persona, que se refieren al grado de seguridad que maneja, los niveles de ansiedad, si es evitativo o no, y, además, la desorganización de sus emociones. Acto seguido, Garrido menciona otra facultad que se revela con la contestación de la pregunta, que es el modelo de relación que practica, estableciendo un punto intermedio entre la pasión, la intimidad y el compromiso. Finalmente, la distancia entre la autoestima propia, "lo que siento", y el autoconcepto, "lo que pienso".