Bienestar

Estas son las consecuencias que tiene el calor y la humedad sobre tu piel en verano

La reconocida experta en el cuidado de la piel, Cristina Galmiche, nos habla de el sudor, uno de los grandes enemigos de la piel

Cristina Galmiche, experta en el sector, nos da los tips para este verano
El cuidado de la piel en verano resulta imprescindible en los niñosCedida

La piel, es el órgano más del cuerpo humano, por lo que es indispensable que nos protejamos de factores externos como bacterias, sustancias químicas o incluso de las propias temperaturas. En los últimos días, las altas temperaturas que estamos viviendo, hace que se incremente el sudor y más aún si la humedad en el ambiente es elevada.

Piel y sudor van muy relacionados, ya que el sudor se elimina a través de las glándulas ecrinas y apocrinas del cuerpo, que se ubican en la dermis, una de las capas de la piel. La reconocida experta en el cuidado de la piel Cristina Galmiche, todo un referente en el sector, asegura que “el sudor es uno de los grandes enemigos de la piel, es una secreción formada en su mayoría por agua, pero también por sales y diversos ácidos orgánicos, entre otras sustancias. Estas pueden irritar la piel, ya que al sudar, se pierde humectación y elementos esenciales que la protegen. Si nuestra piel es sensible o está dañada previamente de alguna manera, el sudor puede agravar los síntomas o producir molestias”.

No vamos a evitar sudar, pero sí podemos seguir algunas recomendaciones para que su efecto negativo sea menos. Para ello, la experta nos da unas pautas para hacer frente al sudor y evitar que nuestra piel se vea resentida durante los meses de más calor.

LIMPIAR LA PIEL, FUNDAMENTAL

Una buena higiene es indispensable para cuidar la piel, así como hidratarla diariamente y nutrirla en profundidad. Un básico. Tu piel debe estar completamente limpia para que todos los productos que apliques verdaderamente penetren los poros de la piel. La limpieza no debe ser agresiva, ni invasiva, que evite las acciones mecánicas de arrastre.

Una limpieza bien hecha es fundamental para evitar los problemas de la sudoración durante los meses de calor. Además recomiendo hacer limpieza por la mañana, al mediodía y por la noche, la piel está saturada con los protectores solares”, asegura Galmiche. “Los cosméticos de higiene sirven para eliminar la suciedad, tanto exógena (restos de cosméticos, polvo, suciedad, polución) como endógena (sudor y sebo) y células muertas de la piel, sin alterar su función barrera; así quedará perfectamente preparada para que el resto de la rutina cumplan su objetivo” nos confirma Cristina Galmiche, una de las voces más respetadas del sector del cuidado de la piel.

¿ES BUENO USAR AGUA DEL GRIFO?

¿Nos aplicamos agua fresca y listo? La experta recomienda no utilizar agua del grifo durante la rutina de limpieza de la piel. La razón es que suele incorporar sustancias como cal, cloro o sodio que agreden la salud de la piel y alteran su pH. Su uso como recurso de limpieza reseca el tejido cutáneo y resta humedad, uno de los principales problemas de una dermis reactiva, con sensibilidad acné. Así, es preferible usar una loción cosmética suave que aporte sensación de frescor sin comprometer la salud epidérmica a la vez que despeja el cutis de impurezas. Si no puedes pasar sin el agua, no te preocupes, existen dos opciones sencillas: utilizar agua mineral o agua hervida.

Si la leche limpiadora ayuda a retirar las impurezas oleosolubles, una loción o tónico calmante reforzará el arte de la limpieza, ya que retira las sustancias hidrosolubles, como las partículas de polvo y células muertas, al mismo tiempo que calma la epidermis y la deja fresca y reconfortada.

FRENTE AL SOL: SÉRUM Y PROTECTOR SOLAR

Otra de las consecuencias del sudor es que puede desproteger la piel del rostro del sol. La protección solar es uno de los antiaging más eficaces. La piel posee su propio escudo protector, en el que melanocitos y queranocitos capitanean las defensas frente al sol, pero tiene sus límites y puede llegar a romperse por el impacto por factores externos, como los rayos UV, que nos llegan durante todo el año, incluso en días nubosos. Nacemos con un capital solar predeterminado por la genética, lo que los expertos denominan fototipo, que según datos de la AEDV ya hemos dilapidado por completo en torno a los 18 años; a partir de ahí, el daño comienza a ser visible: arrugas, manchas, acidez… ¿El problema? Una vez que el capital solar se acaba, no hay más crédito para seguir disfrutando del sol sin la fotoprotección, porque la piel acumula el daño solar que se traduce en el famoso fotoenvejecimiento.

Por esa razón conviene, antes de salir de casa y según el tiempo que se vaya a estar expuesto al sol, aplicar un SPF 50 y utilizar antes un sérum. Se ha demostrado que triplica los beneficios de los filtros solares que se apliquen sobre él. Eso sí, los fotoprotectores generan mucha suciedad en el poro, por lo que la limpieza exhaustiva es imprescindible.

HÁBITOS QUE HAY QUE DESTERRAR EN VERANO

“Durante estos meses de intenso calor olvídate de exfoliaciones, peeling y uso de productos cosméticos que en su composición lleven ácidos porque son productos muy invasivos”, asegura la experta. “También insisto mucho en no aplicarlo durante la noche en verano. Hay que descartar cualquier mecanismo de arrastre durante la época estival, esto es una máxima para no obstruir el poro”, continúa Galmiche, una de las grandes referentes en el cuidado de la piel.