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Los grandes mitos del orgasmo

El mayor de los mitos es la falsa creencia de que existen dos tipos de orgasmos, vaginales y clitorianos

Pierre-Yves Burgi on Unsplash
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El mundo de la sexualidad no permanece ajeno a las falsas creencias y mitos. De hecho, unos de los temas que más deja volar la imaginación de los que creen en las falsas ideas es el orgasmo.

En la era de la información, en la que hay acceso a cualquier dato, es muy común pensar que no queda nada por descubrir ni nada nuevo por conocer. Sin embargo, aunque se tomase esa premisa como válida, lo cierto es que a pesar de contar con mucha más cantidad de información que en cualquier periodo anterior de la historia humana, esto no implica que toda esa información sea veraz. El conocimiento, sin importar la rama de estudio, está repleto de mitos y falsas creencias que, al ser transmitidas, acaban siendo tomadas como hechos reales.

El mundo de la sexualidad no permanece ajeno a las falsas creencias y mitos. De hecho, unos de los temas que más deja volar la imaginación de los que creen en las falsas ideas es el orgasmo. Deseado y desconocido (sólo un 65% de las mujeres llegan al orgasmo en todos sus encuentros o en la mayoría de sus relaciones) a partes iguales, el orgasmo femenino sigue siendo un completo misterio. En este sentido LELO, la reconocida marca de juguetes eróticos de lujo, pone fin a algunos de los principales mitos sobre el orgasmo:

- Existen dos tipos de orgasmos, vaginales y clitorianos: este es, seguramente, el mayor mito que existe sobre el orgasmo femenino. Es totalmente falso que existan dos tipos de orgasmos, ya que el clitoriano es el único tipo de orgasmo que las mujeres pueden experimentar, desmintiendo así la existencia del orgasmo vaginal. De hecho, la estimulación del clítoris (el único órgano de la fisionomía humana que tiene como única misión dotar de placer) y sus más de 8.500 terminaciones nerviosas es fundamental para que las mujeres puedan alcanzar el orgasmo, ya que 3 de cada 10 mujeres declaran necesitar estimulación del clítoris durante el coito para alcanzar el orgasmo.

- El orgasmo sólo puede alcanzarse por medio de la penetración: nuevamente, nos encontramos ante una afirmación falsa, basada principalmente en la naturaleza coitocentrista que tienen las relaciones sexuales en la actualidad. Sin embargo, cabe destacar que en muchos casos la penetración ni siquiera es necesaria para alcanzar el orgasmo, puesto que la estimulación de las zonas más destacadas del mapa erógeno de la mujer (como por ejemplo lóbulos de las orejas, cuello y el ya mencionado clítoris) puede hacer que la mujer experimente un orgasmo sin necesidad de la penetración. La genitalización del sexo es un paso atrás, puesto que el cerebro es el órgano sexual más potente, así que potenciar las fantasías sexuales a través de susurros o caricias es una buena opción para alcanzar el orgasmo.

- La masturbación reduce los orgasmos en pareja: otra falsa creencia algo extendida indica que la masturbación, ya sea de forma manual o mediante el uso de juguetes eróticos como el estimulador de clítoris SONA, reduce las posibilidades de alcanzar el orgasmo al tener relaciones con la pareja. De hecho, es justo al revés. La autoexploración es una forma de adquirir experiencia y de conocerse mejor a uno mismo y su propio cuerpo, ya que sabes qué es lo que te hace sentir placer y qué no. Además, gracias a este conocimiento previo, las relaciones sexuales en pareja serán más placenteras, ya que puedes guiar a tu compañero en busca del orgasmo.

-Hay mujeres que son multiorgásmicas y otras no: rotundamente falso. A pesar de lo que se pueda pensar, todas las mujeres tienen la capacidad de encadenar orgasmos, por lo que no existen “mujeres privilegiadas”en este sentido. Sin embargo, cabe destacar el hecho de que esta respuesta sexual requiere “trabajo”. La edad y la experiencia, así como la autoexploración juegan un papel determinante en la consecución de orgasmos múltiples. Además, es fundamental difundir el mensaje de que ni hombres ni mujeres deben convertir la “multiorgasmia”en el objetivo último de las relaciones sexuales.