Salud

¿Por qué mi bebé no gana peso? Causas, señales de alerta y cómo actuar

El peso es uno de los indicadores más visibles del crecimiento, pero no todas las variaciones respecto a las tablas pediátricas indican un problema real

(Foto de ARCHIVO) La bronquiolitis aguda es una infección respiratoria que afecta principalmente a niños y niñas menores de dos años REMITIDA / HANDOUT por JAVIER LARREA-IREKIA Fotografía remitida a medios de comunicación exclusivamente para ilustrar la noticia a la que hace referencia la imagen, y citando la procedencia de la imagen en la firma 21/05/2021
PediatraJAVIER LARREA-IREKIAEuropa Press

¿Te preocupa que tu bebé o niño pequeño no esté aumentando de peso como esperabas? Es una duda muy común entre las familias. El peso es uno de los indicadores más visibles del crecimiento, pero no todas las variaciones respecto a las tablas pediátricas indican un problema real.

A continuación encontrarás cuándo es normal que el peso avance despacio, cuándo conviene actuar y qué factores pueden influir en el crecimiento. También descubrirás soluciones prácticas para favorecer un aumento de peso saludable.

¿Cuánto debe ganar de peso un bebé?

El ritmo de crecimiento varía según la edad:

  • 0 a 3 meses: aumento promedio de 150–200 g por semana.

  • 4 a 6 meses: aproximadamente 100–150 g por semana.

  • A partir del primer año: el crecimiento es más lento y los niños suelen ganar entre 2 y 3 kg al año.

Si tienes dudas, recuerda: el peso no debe evaluarse aislado del resto del desarrollo. El apetito, el sueño, el movimiento y el comportamiento general son igual o más importantes que la cifra de la báscula.

¿Cómo saber si un niño no está ganando peso correctamente?

No solo se trata de cuánto marca el peso. También conviene observar:

  • Falta de progreso o pérdida de peso.

  • Mucho sueño o poca energía.

  • Succión débil o dificultad para mamar.

  • Retraso en el desarrollo motor.

  • Irritabilidad, apatía o pérdida de apetito.

Si notas varios de estos signos, es recomendable consultar al pediatra para descartar problemas y evitar complicaciones por falta de nutrientes durante demasiado tiempo.

Causas frecuentes por las que un bebé no sube de peso

1. Ingesta insuficiente de leche o comida

En bebés lactantes, una de las causas más comunes es un agarre ineficaz. Esto hace que el bebé reciba menos leche de la que parece. También puede ocurrir que duerma demasiado tiempo sin alimentarse, especialmente por la noche.

En los niños mayores, el problema puede estar en una dieta demasiado limitada, rechazo a nuevos alimentos o poco interés por comer.

2. Mala absorción de nutrientes

A veces el problema no es cuánto come el niño, sino cómo lo procesa su organismo. Pueden influir:

  • Reflujo gastroesofágico (ERGE).

  • Alergias o intolerancias alimentarias.

  • Celiaquía.

  • Enfermedades cardíacas o digestivas.

Si el niño presenta vómitos frecuentes, diarrea, eczema o palidez, conviene hacer una revisión médica.

3. Dificultades mecánicas para succionar o tragar

Un reflejo de succión débil —común en prematuros— puede dificultar la alimentación. También ciertos problemas neurológicos, alteraciones en la lengua o malformaciones respiratorias.

En estos casos puede ser útil el apoyo de un asesor de lactancia, logopeda o especialista en alimentación infantil.

Cómo ayudar a un bebé a ganar peso

  • Ofrece el pecho cada 2–3 horas, también por la noche.

  • Estimula la succión masajeando la mejilla o probando nuevas posiciones.

  • Revisa que el agarre sea profundo y cómodo.

  • Si es necesario, utiliza métodos complementarios como sacaleches, pezoneras o biberones especiales.

Estos recursos no son un fracaso: son herramientas para que el bebé reciba la energía que necesita.

¿Y si el niño pequeño rechaza los alimentos?

Es habitual que los niños sean selectivos al comer, pero si esto afecta al crecimiento, puedes intentar:

  • Añadir calorías saludables: aguacate, huevo, aceite de oliva, mantequilla de frutos secos.

  • Mantener un horario fijo: desayuno, comida, cena y dos tentempiés.

  • Crear un ambiente tranquilo y sin presión durante las comidas.

  • Ofrecer variedad sin obligar.

Si el niño pierde peso, rechaza constantemente la comida, vomita o se muestra apático, es fundamental acudir al pediatra.

Mitos sobre el peso infantil

  • “Un niño sano debe estar gordito.” Falso. Algunos niños son naturalmente delgados y crecen perfectamente.

  • “Si no come es porque está malcriado.” No siempre: puede haber sensibilidad sensorial, estrés o un problema médico.

  • “Lo importante es que coma mucho.” No: importa la calidad nutricional y el desarrollo general.

Cada niño tiene su propio ritmo de crecimiento. Algunos avanzan rápido y otros más despacio, sin que ello signifique un problema. Lo más importante es
observar la evolución completa del niño en el tiempo, no un solo peso puntual.

Si algo te genera inquietud, consulta. Preguntar a tiempo siempre es mejor que esperar innecesariamente. Y recuerda: le estás dando a tu hijo lo más valioso, tu cuidado y atención. La báscula no puede medir eso.