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Patrimonio

Así es el castro gallego que duerme mirando al Cantábrico

El yacimiento, excavado en los años 60, es el único castro costero excavado de la provincia de Lugo

Así es el castro gallego que duerme mirando al Cantábrico Deputación de Lugo

El castro de Fazouro, en Foz (Lugo), yergue sus restos sobre la Punta do Castro, un saliente rocoso que se adentra en el mar Cantábrico frente a la playa de Arealonga. Declarado Bien de Interés Cultural, se trata de un de los castros costeros más excavados de A Mariña Lucense y el único musealizado y visitable de la costa cantábrica gallega. Su cronología se sitúa entre los siglos I e III d.C., coincidiendo con un período de intensa romanización y actividad comercial y minera en la zona.

La configuración del asentamiento es sencilla pero estratégica: un único recinto defendido por uno profundo foso excavado en el istmo que lo conecta con la tierra firme. Este sistema aislaba el poblado, proporcionando una defensa natural reforzada por las condiciones geográficas de la península. El interior conserva dos líneas de parapeto, muy alteradas por la acción humana, y un conjunto de viviendas de planta cuadrada (salvo una de forma ovalada) agrupadas en pequeñas unidades familiares.

Castro de FazouroTurismo de Galicia

La romanización se dejó sentir tanto en la arquitectura como en las costumbres. Las viviendas, de esquinas angulosas o redondeadas, contaban con bancos de piedra adosados a los muros, hogares centrales y pisos interiores elevados para facilitar el drenaje. En algunas paredes aparecieron losas de loseta que se interpretan como escaleras que conducirían a una segunda planta, un elemento muy poco habitual en los castros gallegos. Estos detalles arquitectónicos evidencian una evolución constructiva influenciada por la cultura romana.

Los materiales encontrados durante las campañas arqueológicas de los años 60 y 80 del siglo XX, así como en las intervenciones posteriores entre 1988 y 1993, confirman esa convivencia entre la cultura castrexa y la romana. Entre los hallazgos destacan restos cerámicos muy fragmentados, fíbulas y alfileres de bronce, una moneda de Antoniniano de mediados del siglo III y otra con una ceca de Clunia. También se encontraron herramientas, restos de ganado ovino y bovino e indicios de aprovechamiento de recursos marinos.

Con el paso del tiempo, y debido a las incursiones de piratas y saqueadores, los asentamientos costeros como el de Fazouro se fueron despoblando progresivamente. La erosión marina agravó esta desaparición, y se estima que el castro pudo perder entre 25 y 30 metros de su superficie original hacia el mar. Hoy en día, de las aproximadamente 7.000 m² que se calcula tenía en origen, se conservan unos 700 m², con los restos de unas nueve viviendas excavadas en la parte norte.