Turismo
Cuerpo a cuerpo: así es la ancestral Rapa das Bestas de Sabucedo que se celebra este fin de semana
De Interés Turístico Internacional, combina tradición y respeto por los animales en una celebración ancestral que hunde sus raíces en el siglo XVI
Cada verano, en la pequeña parroquia de Sabucedo, en el municipio pontevedrés de A Estrada, se celebra una de las manifestaciones culturales más singulares y auténticas de Galicia, la Rapa das Bestas.
Declarada Fiesta de Interés Turístico Internacional, esta tradición centenaria tiene lugar el primer fin de semana de julio y hunde sus raíces en un rito ancestral que mezcla espiritualidad, comunión con la naturaleza, coraje físico y voluntad colectiva.
El origen de la fiesta se remonta, según la tradición oral, a una gran peste que asoló la comarca en el siglo XVI. Dos hermanas ofrecieron al patrón del lugar, San Lourenzo, dos yeguas si les protegía del contagio. Tras refugiarse en una cabaña próxima al pueblo y sobrevivir al brote, cumplieron su promesa.
Aquellas yeguas, entregadas al párroco, se multiplicaron y dieron origen a la manada actual y a una tradición que ha pervivido durante más de 400 años.
Desde entonces, algunos caballos salvajes de la zona son considerados propiedad del santo y, por tanto, de la parroquia. Sólo estos ejemplares son rapados durante la celebración.
La fiesta comienza con la "Misa da alborada", una ceremonia al amanecer del sábado en la que vecinos y visitantes piden protección para las personas y los animales. Luego tiene lugar "A Baixa": la subida al monte Montouto, donde se reúnen las manadas de caballos que viven en libertad durante todo el año en un área de más de 3.000 hectáreas.
Es una experiencia única en la que colaboran vecinos y vecinas de Sabucedo y de las parroquias vecinas, en una labor conjunta de rastreo, conducción y cercado de los animales hasta el pueblo.
Los caballos que protagonizan esta tradición pertenecen a la raza gallega de pura raza (PRG), también conocida como caballo gallego de montaña o garrano. Son animales de pequeño tamaño y temperamento dócil, descendientes de los ponis celtas, y comparten similitudes con razas del norte atlántico europeo.
El momento más intenso y espectacular de la Rapa es el Curro do Campo do Medio. A diferencia de otros curros gallegos, en Sabucedo no se emplean cuerdas ni palos: la lucha entre los aloitadores y los caballos se produce cuerpo a cuerpo, siguiendo un código de conducta tradicional que se transmite de generación en generación.
Tres aloitadores se enfrentan a cada caballo: dos sujetan la cabeza y uno la cola, hasta lograr inmovilizarlo. Entonces se le cortan las crines y se procede a la desparasitación. Esta práctica, que requiere fuerza, técnica y respeto, es también una ceremonia de iniciación: los más jóvenes se inician ayudando con los potros y avanzan en su aprendizaje hasta convertirse en aloitadores.
En los años de la Guerra Civil, cuando muchos hombres combatían en el frente, fueron las mujeres de Sabucedo quienes se encargaron de mantener viva la Rapa, organizando la fiesta y participando activamente en las labores del Curro.
Además del Curro, la fiesta ofrece zona de acampada, actividades nocturnas y una experiencia turístico-etnográfica que atrae a miles de visitantes y estudiosos de todo el mundo.