Cultura
Esta antiquísima tradición ya forma parte del patrimonio protegido de Galicia
La Ofrenda del Antiguo Reino de Galicia al Santísimo, celebrada en Lugo desde 1669, es reconocida como Bien de Interés Cultural por su valor histórico, espiritual y comunitario
Este próximo domingo, 29 de junio, cuando la octava del Corpus aún resuene en las almas y en las calles de Galicia, Lugo volverá a vestirse de solemnidad. Gaitas, pendones y la luz encendida del Altar Mayor acompañarán, una vez más, a los representantes de las siete ciudades históricas del Antiguo Reino de Galicia en la Ofrenda al Santísimo Sacramento. Pero la este año no será una edición cualquiera: por primera vez la ceremonia contará con la distinción de Bien de Interés Cultural, el mayor reconocimiento patrimonial que otorga la Xunta de Galicia.
El rito, que suma más de 350 años de historia ininterrumpida —salvo en 1809, cuando Lugo estuvo en manos francesas—, ha sido declarada oficialmente BIC por el Gobierno gallego, que subraya su “valor singular” como expresión única del patrimonio inmaterial gallego.
Una celebración para un Reino
La Ofrenda del Reino de Galicia no es una ceremonia local. Se trata de una expresión de identidad colectiva que trasciende el ámbito eclesiástico. Cada año A Coruña, Lugo, Ourense, Santiago de Compostela, Mondoñedo, Betanzos y Tui —las siete capitales históricas del Reino— acuden a la Catedral lucense en nombre de todo el pueblo gallego para renovar el voto solemne hecho en 1669: dotar a la basílica de una renta con la que mantener iluminado el Altar Mayor, donde el Santísimo permanece expuesto día y noche.
Se trata del único acto institucional vigente que recuerda la entidad histórica de Galicia como reino. Su simbolismo se refuerza aún más por celebrarse en Lugo, ciudad que desde el siglo VI profesa una devoción singular a la Eucaristía, reflejada en el privilegio papal de la exposición permanente del Santísimo y en su lema: Hic hoc mysterium fidei firmiter profitemur (Aquí profesamos firmemente este misterio de fe).
Símbolo de unidad y esperanza
El decreto que reconoce esta ceremonia como Bien de Interés Cultural valora su antigüedad y su vigencia como símbolo de la identidad gallega. La celebración aúna lo civil y lo religioso, lo histórico y lo espiritual, lo urbano y lo rural.
“Se refleja mucho la identidad de nuestro pueblo, la fe, la historia y la memoria de quienes somos”, ha expresado hoy el obispo de Lugo, Alfonso Carrasco Rouco, al conocer la noticia.
El reconocimiento incluye medidas concretas de salvaguarda: incremento de estudios académicos, digitalización de archivos históricos, y promoción pública del ritual como referente cultural de toda Galicia.
Además, la ceremonia se adapta perfectamente a los criterios de la Unesco para el patrimonio cultural inmaterial: es una práctica viva, transmitida de generación en generación, celebrada de forma ininterrumpida y con una dimensión colectiva indiscutible.
Domingo de la Ofrenda
La jornada comenzará el sábado por la tarde con las Vísperas Solemnes, a las que seguirá, el domingo, la misa en la Catedral y la tradicional procesión del Santísimo por las calles de Lugo.
No faltarán las gaitas, que entonarán la Marcha Solemne do Antigo Reino de Galicia, ni los fieles llegados desde toda Galicia para ser testigos de un rito que, lejos de haberse desvanecido con el tiempo, ha ganado fuerza como símbolo de esperanza y continuidad.
En palabras de la Diócesis de Lugo, se trata de “una de las tradiciones más antiguas y significativas de nuestra tierra, símbolo de la fe secular de nuestro pueblo”. Y gracias al esfuerzo conjunto de instituciones, parroquias, cofradías y fieles anónimos, esta antiquísima tradición no sólo perdura: ahora es, también, patrimonio protegido de todos los gallegos.