Apagón
Galicia busca la normalidad mientras evalúa los daños de un apagón sin precedentes
Miles de llamadas al 112, trenes suspendidos y parálisis industrial marcan una jornada en la que los servicios esenciales resistieron gracias a generadores de respaldo
Galicia trabaja para recuperar la normalidad tras la jornada de caos provocada por el apagón eléctrico que afectó este lunes a toda la Península Ibérica. La interrupción del suministro, que comenzó sobre las 12.30 horas, dejó sin luz a gran parte del territorio gallego y paralizó infraestructuras estratégicas, comunicaciones, trenes, hospitales, colegios e industrias. Durante la madrugada, el servicio eléctrico se fue restableciendo de forma progresiva, aunque los efectos del apagón aún se hacen sentir este martes en numerosos puntos.
El Centro Integrado de Atención a las Emergencias -112 Galicia había recibido, hasta las 17.30 horas de ayer, un total de 2.399 llamadas, casi el doble de las registradas el mismo día del año anterior, y gestionó 704 incidencias.
La mayor parte de los avisos estuvieron relacionados con personas atrapadas en ascensores de edificios, problemas derivados de la falta de electricidad en viviendas y establecimientos, y fallos en dispositivos médicos como las máquinas de oxígeno.
Afortunadamente, ninguna de estas incidencias fue de gravedad, aunque sí se registraron diez casos de inundaciones en sótanos y garajes en localidades como Santiago, Vilagarcía, Narón o Poio, provocadas por el fallo de bombas de achique eléctricas.
En el ámbito industrial, las consecuencias del apagón han sido especialmente severas. En Vigo, la planta de Stellantis se vio obligada a detener su producción, una interrupción que podría tener un fuerte impacto económico. También en la planta de Alcoa en San Cibrao (Lugo) se produjeron daños importantes: según fuentes sindicales, varias cubas de electrolisis resultaron irrecuperables. En A Coruña, la activación de las antorchas de seguridad de la refinería de Repsol generó una gran humareda que alarmó a los vecinos, aunque el suceso se reveló al final como un sistema de aviso previsto por la propia factoría.
Problemas en los transportes
Los problemas de movilidad fueron otra de las consecuencias más visibles del apagón. Los servicios de Media Distancia del Eje Atlántico y los de ancho métrico entre Ferrol y Ortigueira continúan suspendidos hasta nuevo aviso, lo que complica los desplazamientos ferroviarios dentro de Galicia.
Tampoco se pudo restablecer esta mañana la conexión habitual con Madrid a través de Sanabria, según confirmó Renfe, que insta a los usuarios a consultar los canales oficiales antes de viajar. La Dirección General de Tráfico, por su parte, mantiene su recomendación de evitar desplazamientos innecesarios y pide extremar la precaución ante el apagado de numerosos semáforos en la red viaria.
Sin clase, pero con colegios
En el ámbito educativo, la Xunta comunicó a los equipos directivos de los centros de enseñanza la necesidad de mantener las instalaciones abiertas para atender cualquier incidencia, siguiendo las instrucciones de nivel 3 de emergencia recibidas del Gobierno central. Sin embargo, la actividad lectiva y el transporte escolar quedaron suspendidos. Desde el Ejecutivo gallego se apela a la comprensión de las familias ante posibles problemas de apertura y comunicación en algunos centros.
Hospitales funcionando
Pese a la magnitud de la crisis, los hospitales y otros servicios esenciales consiguieron seguir funcionando gracias a los grupos electrógenos de respaldo instalados para este tipo de emergencias. Esta capacidad de respuesta evitó situaciones de mayor gravedad, especialmente en los servicios de urgencias médicas.
Desde el Centro de Coordinación Operativo Integrado (Cecopi), activado en la sede del Centro Integrado de Atención a las Emergencias en A Estrada, se coordinó la respuesta institucional en el marco del Plan Territorial de Emergencias de Galicia (PLATERGA), que permanece activo a nivel autonómico. Su objetivo es seguir garantizando la correcta gestión de la situación mientras se avanza en la recuperación total del suministro.
Las autoridades insisten en la necesidad de seguir ciertas recomendaciones básicas: emplear el número 112 exclusivamente para emergencias, mantenerse informados a través de fuentes oficiales y evitar la propagación de bulos y rumores. También recuerdan que la comunicación telefónica puede seguir presentando dificultades debido al elevado volumen de llamadas, y que los desplazamientos deben limitarse al máximo para facilitar las tareas de restablecimiento de los servicios.