Competencias

Meteorología: el País Vasco recibe lo que a Galicia se le niega

El Gobierno transfiere a Euskadi la competencia mientras Galicia sigue esperando, a pesar de contar con uno de los servicios más avanzados de España

Rueda, en una visita a Meteogalicia.
Rueda, en una visita a Meteogalicia. Xunta de Galicia

La historia se repite: mientras que algunas comunidades parecen recibir competencias sin apenas esfuerzo, otras, como Galicia, continúan peleadas, u olvidadas, en Madrid. Algo que sucede, incluso, en competencias que ya gestionan con solvencia, lo que demuestra que la diferencia entre unas y otras, lejos de ser técnica o de preparación, parece más bien política.

En este escenario la meteorología se ha convertido hoy en el último episodio de ese agravio comparativo hacia Galicia. No en vano, el Gobierno central ha formalizado el traspaso de esta competencia al País Vasco, reclamación que Galicia lleva años exigiendo.

El acuerdo, ratificado en la Comisión Bilateral entre ambas administraciones, permitirá que Euskadi emita sus propios avisos meteorológicos y participe en organismos internacionales como la Organización Meteorológica Mundial o el Foro de Usuarios Copernicus.

Según la portavoz del Ejecutivo vasco, María Ubarretxena, este traspaso supone "una mayor presencia en las instituciones" y un avance en la autonomía del País Vasco. La cesión incluye, además, la antigua sede de AEMET en San Sebastián y la participación en el Observatorio Histórico de Igueldo, consolidando la independencia meteorológica vasca.

Galicia, preparada pero ignorada

Mientras tanto, Galicia sigue esperando. El presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, lleva tiempo reclamando esta competencia para MeteoGalicia, un servicio que ya opera con una infraestructura superior a la que gestiona AEMET en la comunidad. Con 160 estaciones meteorológicas frente a las 52 de la agencia estatal, MeteoGalicia ofrece datos más detallados y precisos, con actualizaciones cada diez minutos.

“No despreciamos el trabajo de AEMET, pero estamos plenamente capacitados para gestionar las alertas meteorológicas desde Galicia”, afirmaba Rueda hace un apenas tres meses durante una visita a las instalaciones de MeteoGalicia en Santiago. "Con esta transferencia podríamos optimizar la notificación de episodios adversos y mejorar la protección de sectores clave como la pesca, la agricultura y el turismo", incidía.

Por desgracia, el caso de la meteorología no es aislado. La Xunta también ha solicitado la gestión de los permisos de trabajo para extranjeros, otra competencia que el Gobierno ha decidido conceder antes al País Vasco.

Del mismo modo, a finales del año pasado, y tras varios enfrentamientos y solicitudes, Galicia lograba el inicio de los trámites de traspaso de la competencia sobre la gestión del litoral. Una transferencia que llegaba siete meses después de que el propio Tribunal Constitucional le diese la razón a la Xunta, y que suponía el primer traspaso de competencias en 15 años.

Con semanas de antelación, el País Vasco lograba esa misma gestión del litoral sin necesidad, por supuesto, de una sentencia y casi sin tener que demandarlo. Algo sintomático del diferente trato, como muestran, también, las reuniones presidenciales: dos han mantenido Alfonso Rueda y Pedro Sánchez en casi tres años. La última, en 2024, durante la ronda de contactos con los mandatarios autonómicos emprendida por el jefe del Ejecutivo central.

Esta diferencia de trato no hace sino avivar la sensación de que ciertas comunidades tienen un acceso preferente a las competencias estatales mientras otras deben esperar indefinidamente. Tal vez esa diferencia radique en cuestiones técnicas o jurídicas, aunque parece tener más que ver con el hecho de ser socios de Gobierno imprescindibles o ejecutores de la moción de censura hace ya demasiado.