Política
El PSOE se queda en cuadro en la capital de Galicia
Cuatro concejales socialistas pasan a ser no adscritos tras su expulsión del partido, dejando al grupo con sólo dos ediles en Santiago, donde gobernaba hace dos años
El histórico bastión socialista de Santiago de Compostela ha vivido este viernes un episodio más en su particular crisis interna. En un pleno extraordinario del Ayuntamiento, se ha hecho efectivo el pase a la condición de concejales no adscritos de Gonzalo Muíños, Mercedes Rosón, Mila Castro y Marta Álvarez, expulsados del partido hace meses tras desobedecer la disciplina de voto.
Con esta decisión, el Grupo Municipal Socialista queda reducido a sólo dos miembros, Sindo Guinarte y Marta Abal, lo que supone la representación más baja del PSOE en el consistorio desde el inicio de la democracia.
No en vano, los socialistas han sido el partido que más años ha gobernado en la capital gallega desde la Transición, con figuras como Xerardo Estévez y, más recientemente, Xosé Antonio Sánchez Bugallo, último alcalde socialista, que estuvo al frente del consistorio entre 1998 y 2011, y de nuevo entre 2019 y 2023. Así, en apenas dos años, el PSOE ha pasado de ostentar el bastón de mando en Compostela a sumar apenas dos ediles.
El pleno incluyó la reconfiguración del reparto de escaños en el salón y una modificación de las comisiones municipales para adaptarlas a la nueva estructura, lo que implica también una pérdida de representación institucional para los ediles ahora no adscritos. Esta reorganización fue aprobada con los votos a favor del BNG, Compostela Aberta, los dos socialistas y los cuatro concejales no adscritos. El PP se abstuvo.
Durante el debate, Gonzalo Muíños criticó que el pleno se celebrara sin esperar a que la justicia resolviera las medidas cautelares que solicitaron contra su expulsión. “Se produce un quebranto de la tutela judicial efectiva”, denunció, y acusó a la dirección provincial del PSOE, liderada por Bernardo Fernández, de priorizar los intereses orgánicos sobre la representación ciudadana. “Hace unos meses reconoció que le importaba un huevo quedarse sin grupo municipal”, recordó.
Muíños reivindicó la legitimidad del "mandato representativo" otorgado por los más de 10.000 votos recibidos en las municipales y aseguró que los cuatro ediles seguirán cumpliendo con sus compromisos como representantes. “Somos más de Santiago que de partido”, concluyó, en alusión al alineamiento de la nueva dirección con los órganos del PSOE.
Por su parte, el nuevo portavoz socialista en el Ayuntamiento, Gumersindo Guinarte, defendió brevemente que la actuación del grupo responde únicamente al cumplimiento de las normas internas del partido, evitando entrar en el conflicto abierto: “Lo único que se hace aquí es cumplir las normas, nada más”.
La alcaldesa, Goretti Sanmartín (BNG), justificó el pleno como un trámite necesario para garantizar la proporcionalidad en los órganos colegiados del consistorio y recordó que se actuaba conforme a la normativa municipal.
Besteiro llama a la reconstrucción
Pese al golpe institucional, el secretario general del PSdeG, José Ramón Gómez Besteiro, ha asegurado que el partido aspira a “recuperar protagonismo” en Santiago. El líder de los socialistas gallegos reconoció que la situación actual es consecuencia directa de un conflicto interno que acabó con la expulsión de cuatro de los seis ediles electos, pero consideró que “el paso dado hoy es el reflejo de lo que ya había ocurrido dentro del partido”.
Pese a todo, Besteiro ha llamado a “reconciliar a la ciudad con el pasado del PSOE” compostelano y ha afirmado que trabajará “con toda la potencia que tiene el Partido Socialista hoy” para recuperar la confianza de los votantes. En este sentido, recordó que el PSOE gobierna actualmente a nivel estatal, en la Diputación de A Coruña y en otros ayuntamientos del área de influencia de Santiago.