Gastronomía
Todo lo que debes saber sobre cómo congelar los alimentos
Hacerlo bien es fundamental para mantener la cadena de frío y mantener sus nutrientes
En estos días de cuarentena en los que las visitas al supermercado han de ser las mínimas, los alimentos congelados son una excelente opción para alimentarnos a diario de una manera equilibrada y saludable. Por eso, nos van a sacar de varios apuros, ya veréis. ¿Lo mejor? Las verduras congeladas nos facilitan el trabajo, ya que no hay que limpiarlas ni cortarlas y hacerlas cocidas se tarda muy poco tiempo. Además duran meses en el congelador. Por esto mismo, cada vez los consumimos más y en 2018 las ventas de los alimentos congelados subieron un 3,5 por ciento con respecto al año anterior.
¿Un bulo? Numerosos estudios, entre ellos el realizado en la Universidad de Georgia, desmienten que alimenten menos e insisten en que, desde el punto de vista nutricional, son similares a los frescos recién comprados. Incluso, resultan ser mejores a los que llevan varios días en la nevera.
Lo que sí debemos saber es lo importante que es hacer bien el proceso de descongelado.
Para no cometer errores que nos arruinen una buena mesa La Sirena, cadena española líder en alimentos congelados, nos desvela las claves:
Sabed que los productos envasados al vacío se pueden descongelar de dos formas: en el propio envase dentro de la nevera, porque los alimentos se descongelan sin rebasar la temperatura de refrigeración y, por tanto, sin romper la cadena de frío. A no ser que se indique lo contrario, se deben consumir como mucho 24 horas después. O sumergirlos en agua fría, sin abrir el envase. Se trata de un proceso más rápido, porque la temperatura se transmite mucho mejor en el agua que a través del aire de la nevera. Impide la entrada de agua, así que mantiene al máximo la textura y calidad de los alimentos. Esta vez, sí es importante comerlo en el momento.
En el caso de que hayamos comprado mariscos crudos con cáscara, sabed que se pueden introducir directamente congelados en el agua con sal o en el accesorio con rejilla de cualquier olla para la cocción al vapor. Y, si tienes pensado hacerlos a la plancha o como ingrediente de un arroz, recuerda que se sumerge en abundante agua con sal para mantener su equilibrio de sabor. Una vez descongelados, hay que secarlos con papel de cocina antes de cocinarlos para que no salpiquen agua en la sartén o en la paellera.
Esos pescados congelados no envasados al vacío, que siempre ocupan nuestra cesta de la compra y que nos sacan de mil y un apuros, se deben descongelar en la nevera retirando su envoltorio, jamás fuera de ella. Éste es uno de los errores que cometemos el común de los mortales. Después, es necesario colocar el pescado sobre una rejilla dentro de un recipiente tapado para que los jugos queden en el fondo, separados de la pieza. También, hay que comerlo en las veinticuatro horas siguientes.
En cuanto a las verduras, ya sea guisantes, judías verdes, espinacas o acelgas, también son alimentos que nos gusta comprar, por eso de que son saludables y duran en la nevera meses. Al encontrarlas limpias y troceadas nos facilitan el trabajo. Se deben cocinar directamente congeladas para evitar su oxidación o pérdida de agua. Da igual que las hagas en la sartén, hervidas o al vapor.
¿Sabías que la vida útil de los congelados ronda entre los nueve meses a los 36? Tiempo que hay que considerar de un consumo preferente y no de una fecha de caducidad con un riesgo para nuestra salud si los comemos después. Por último, nos recuerdan de la importancia de utilizar bolsas isotérmicas para llevar los productos a casa, además de mantener la cadena de frío hasta que lo consumas.
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