A falta de levadura, buena es la masa madre

“Dicen que la creación del mundo fue en 7 días y son los 7 días necesarios para crear vida y que inicies este proceso de dar el alma a tu propio pan. Por eso, el periodo de duración para crearla es de entre 5 y 7 días”, explica antes de indicar como material necesario un bote de cristal hermético y harina integral de centeno y regalarnos como consejos que la temperatura y el tiempo de reposo son fundamentales: “Tenemos que mantener la mezcla a temperatura ambiente hasta que evidenciemos que existe vida en su interior y mucha alegría”, añade mientras desmiga el proceso:

Día 1: mezclamos 25 gr. de harina integral de centeno con 50 gr. de agua y la dejamos reposar bien tapada.Día 2, 3 y 4: quitamos una cucharada de la mezcla y añadimos otros 25 gr. de harina integral de centeno y 50 gr. de agua a la mezcla anterior. Removemos y volvemos a dejarlo reposar tapado.Día 5: repetimos el paso 2. Si la masa tiene burbujas grandes, ha crecido mucho y huele ácida, ya está lista.Día 6 y 7: si la masa no ha subido mucho, repetimos el paso 2.

Por último, una vez terminado el proceso, tendrás entre 300 y 400 gramos de masa madre fresca lista para hacer pan. Si no vas a usarla inmediatamente, guárdala en la nevera añadiéndole más harina para que tenga una consistencia sólida como la de la plastilina.

¿CÓMO LA MANTENGO?

La masa madre líquida dura mucho menos tiempo, porque se degrada con facilidad. Lo mejor es que puedas conservarla en formato más sólido y para llegar a ese estado tan sólo debes ponerle más harina a tu fórmula principal.

¿CÓMO LA UTILIZO Y LA REVIVO?

Antes de hacer pan con masa madre que tengas guardada en la nevera, tendrás que añadirle agua y harina para que vuelva a coger vigor al menos 24 horas antes de utilizarla. Para que vuelva a tener vida y alegría. Al 50 o al 100 por ciento, según cómo la quieras utilizar de hidratación.