Gastronomía

Miguel Grande: ¿Una de torreznos en la playa?

Se enfrenta a septiembre con incertidumbre al seguir el centro de Madrid sin vida

El cocinero Miguel Grande
El cocinero Miguel GrandeJulio Gonzalezla razon

H ay quienes aún rematan los días al borde del mar. Quienes exprimen un verano raro antes de volver al lugar de origen, ya que las noticias sobre los rebrotes nos dejan a todos con la incertidumbre de qué nos vamos a encontrar. Por eso, no hay mejor medicina que disfrutar de un buen almuerzo en la playa, mirando el mar y sólo saboreando grandes productos. Atenas Playa (www.atenasplaya.com) es mucho más que un chiringuito, de ahí que haya sido reconocido con el Traveller’s Choice 2020. Se trata de un magnífico enclave, situado en la playa de La Barrosa, en Chiclana de la Frontera (Cádiz), regentado por Miguel Grande. Desde hace unos años deja Los Galayos durante la temporada de verano, ya que permanece abierto todo agosto, para trasladarse a Chiclana. Quedan horas para que el mes llegue a su fin y se enfrenta a septiembre «con incertidumbre, porque al no haber teatros, los cines con aforo limitado y la gente en casa teletrabajando, no hay motivos para venir al centro. Tenemos el restaurante abierto con muchas pérdidas».

Fieles comensales

Nos cuenta Miguel que continúa capeando el temporal, aunque ha abierto Atenas Playa con afluencia de comensales tras cerrar unos días, ya que una persona del equipo dio positivo en Covid-19, a pesar de que aplica de manera escrupulosa todas las medidas higiénico-sanitarias. Una vez sabido que el resto de empleados están sanos, encendió los fogones de uno de los emplazamientos imprescindibles del verano. Aquí, además de comer y beber muy bien, es posible decidirse entre la zona «chill out», la de la arena y el «beach club», con camas balinesas, donde inmortalizar una de las puestas de sol más alucinantes al ritmo del Ritual Sunset Show con la cantante Lorena Kej y el saxofonista Frank Mangas.

Para empezar, ¿que le parece una de torreznos después de un baño en el mar? Para nosotros, de los mejores de Madrid, porque el cocinero los hace a baja temperatura y los termina con un golpe de fritura rápido. Para continuar, las puntillitas con huevos de corral y pimientos, el tartar de atún, servido con yema de huevo y aliñado con soja y una pizca de wasabi, y los mejillones picantitos al vapor. Por supuesto, un salmorejo antes de optar por uno de los pescados del día (pargo, urta, lubina, San Pedro y el bocinegro), preparados al aceite de oliva, aunque cierto es que la presa ibérica a la parrilla y cualquiera de las hamburguesas son opciones que no pasan inadvertidas, lo mismo que la polea chiclanera con espuma de hierbabuena y crumble de galleta para terminar el almuerzo antes de volver a la orilla.