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Gastronomía

El pintxo donostiarra conquista Madrid con ocho nuevos bocados que saben a Gipuzkoa

El estadio Santiago Bernabéu acogió “Pintxoa Da 2025”, una cita donde tradición, innovación y sabor se unieron para mostrar lo mejor de la gastronomía guipuzcoana

Ikili presentó un pan brioche con txangurro
Ikili presentó un pan brioche con txangurroCedida

Madrid se llenó de sabor vasco el lunes con la celebración de “Pintxoa Da 2025”, el evento que llevó lo mejor de los bares de Gipuzkoa al renovado espacio Mahou del estadio Santiago Bernabéu. Organizado por la Asociación de Hostelería de Gipuzkoa y el Instituto del Pintxo Donostiarra, el acto fue una auténtica fiesta gastronómica que presentó la nueva temporada de pintxos donostiarras.

Durante la cita, ocho reconocidos establecimientos de Gipuzkoa sorprendieron al público madrileño con un pintxo inédito, creado especialmente para esta edición. A estas propuestas de temporada se sumaron dos pintxos clásicos de cada casa, dando forma a un sabroso recorrido de 24 bocados que combinaron tradición, innovación y mucha personalidad.

La experiencia no solo permitió descubrir nuevas creaciones, sino también apreciar cómo cada cocinero imprime su sello propio en estos pequeños bocados, que han evolucionado de simples acompañamientos para el vino a auténticas joyas de la alta cocina en miniatura. El pintxo donostiarra, símbolo de identidad culinaria y orgullo local, volvió a demostrar su fuerza como embajador gastronómico dentro y fuera del País Vasco.

El acto también estuvo marcado por un cambio significativo en la Asociación de Hostelería de Gipuzkoa, que anunció el relevo en su dirección general. Ane Ruiz tomará el testigo de Kino Martínez, convirtiéndose en la primera mujer en liderar esta institución histórica. Su llegada representa una apuesta clara por una nueva etapa con mirada renovada, más diversa y abierta al futuro del sector.

“Pintxoa Da 2025” no fue solo una degustación, sino un homenaje al saber hacer de los bares de Gipuzkoa. Un viaje gastronómico que dejó claro que el pintxo sigue más vivo que nunca, evolucionando sin perder sus raíces y conquistando nuevos paladares con cada temporada.